Teotihuacanos criaron al loberro, animal que se usaba en rituales y que portaba la sangre divina del cánido silvestre
A partir de estudios de arqueozoología aplicados a esqueletos de cánidos hallados en entierros de la Pirámide de la Luna y el Templo de Quetzalcóatl, en Teotihuacan, especialistas determinaron que esta antigua cultura practicó la hibridación del lobo y el perro, para la crianza del