Inauguran en el Museo Nacional de Historia la exposición “Águila Real, símbolo vivo de México”

Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira Quesada; la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, quien asistió en representación del secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, y el fotógrafo Fulvio Eccardi. Entre los invitados especiales estuvo el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Sarukhán.

La exposición,  que permanecerá hasta el 30 de abril del 2011, está conformada por 96 piezas arqueológicas e históricas, como metales, piedras, cerámica, fotografías y pantallas que proyectan interactivos, todo relacionado con el tema desde diferentes aspectos.

La curadora de la muestra, Talía Montes, explicó que el discurso museográfico se dividió en dos partes, la primera cuenta con imágenes del fotógrafo Fulvio Eccardi, que retrata al hábitat de esta ave de presa en peligro de extinción y ha manifestado un serio interés por preservarla.

En la segunda se presenta al águila real como parte de la historia del país, con lo cual cobra un sentido más amplio, ya que es uno de los emblemas de la identidad mexicana y forma parte de los símbolos patrios.

Justamente por ello se decidió conjugar estos dos elementos, dijo al subrayar que con esta muestra el museo se suma al esfuerzo de rescatar a esta ave.

Detalló que el discurso del museo se divide en dos etapas, que abarca la época prehispánica y de la Conquista a la actualidad. La primera se da a partir del ámbito arqueológico, que muestra las raíces históricas de la apreciación del águila real.

El segundo muestra una selección de obras que permiten ver cómo ha variado la iconografía de este símbolo nacional a partir del encuentro de las dos culturas y durante el México independiente.

Indicó que la exposición Águila Real, símbolo vivo de México, está conformada por alrededor de 96 piezas arqueológicas e históricas y 40 fotografías.

Mencionó que varias de las piezas muestran diferentes posturas del ave, así como los elementos que la acompañan para darle cierto significado, desde el ámbito militar, cotidiano, religioso, así como piezas antiguas.

De estas, destacó la curadora, sobresalen pañuelos de Venustiano Carranza, el portafolio de Francisco I. Madero, la escultura del águila que fue colocada en la llamada Plaza Virreinal y posteriormente llevada a la de Santo Domingo.

Lo mismo que vajillas francesas y alemanas de cristal y porcelana, textiles bordados en chaquira en donde se aprecia el águila real, así como armas blancas y de fuego, uniformes militares y pendones del segundo tercio del siglo XIX, entre otros, abundó.

Refirió que se procuró que el visitante pueda apreciar de manera muy sintética las modificaciones que ha tenido esta imagen en la historia patria, así como los diferentes usos en que se ha plasmado su diseño.

La investigadora destacó que estas piezas forman parte del acervo del Museo Nacional de Historia, además que se contó con la colaboración de la Casa de Moneda de México, la cual prestó piezas como medallones de dos diseños a gran escala y punzones de golpe.

En tanto, la también curadora María de Lourdes López explicó en entrevista que para la exposición se eligieron piezas de todos tamaños, algunos son especialmente raros pero sintetizan el concepto que tenía el águila real para los pueblos prehispánicos.

Puso como ejemplo una pieza única que es similar a la del Caballero Águila que se encuentra en el Templo Mayor, pero su tamaño es pequeño y hecho de hueso con un alma de cobre, que procede de la época prehispánica.

De igual forma describió un escudo de origen franciscano, elaborado en los primeros años de contacto con los españoles, en el que se el arte prehispánico se sintetiza con el colonial, y muestra a una águila postrada sobre el mundo cristiano.

Fuente: (CONACULTA)

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