Juan Formell y Los Van Van cierran el Cervantino con un recorrido por su trayectoria musical

bajar el telón a la edición 38 de la Fiesta del Espíritu.

Con piezas como Aquí el que baila gana, Muévete, Pídele siempre al Todopoderoso y Aquí se enciende la candela, la agrupación prendió los ánimos del público que asistió a la Explanada de la Alhóndiga para despedir a los países invitados de honor: Argentina, Chile, Colombia y  a los estados: Chihuahua, Michoacán y Querétaro y recibir el próximo año a Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega y a Nayarit, cuyos artistas representarán en sus propuestas artísticas el tema: Los dones de la naturaleza.

Al grito de “todos los que quieran salud, manos al cielo” y  “manos arriba todo aquel que tiene fe”, Juan Formell y Los Van Van -acompañados en una pieza por Cotó, “uno de los grandes treseros cubanos”-, lanzaron porras a México “que tanto amor nos ha brindado” y comentaron que por segunda ocasión participan en el FIC.

Las piezas que interpretó la orquesta fueron escritas por Juan Formell, cuya trayectoria y talento musical ha sido esencial en la sonoridad peculiar de la agrupación. Antes de fundarla en 1969, incursionó como contrabajista en varias agrupaciones, como la Orquesta del Instituto Cubano de Radio y Televisión y grupos de son y jazz donde adquirió múltiples experiencias que condicionaron su futuro.

Su paso por la Orquesta Revé marcó un momento decisivo en la búsqueda del estilo que quería alcanzar y puso a prueba su espíritu renovador con algunas soluciones sonoras y de formato, como la incorporación del bajo, la organeta, la guitarra eléctrica y los violines. Además, sustituyó la flauta de cinco por la de sistema y el trabajo vocal lo cambió por el montaje de voces usado por los cuartetos. Toda su experimentación fue punto de partida para, una vez creados Los Van Van, su contagioso ritmo sentara pautas en la música popular bailable.

A comienzos de los años setenta, críticos y conocedores del tema avizoraban el exitoso futuro de la nueva agrupación. Juan Formell mantuvo los aportes que hizo en La Revé, y enriqueció el set con otros instrumentos que fueron tejiendo lo que definiría como el Songo, un modo de abordar el son con elementos tomados del jazz y el rock, consistente en un diseño rítmico de la percusión, combinado con un figurado del piano y el bajo que dieron paso a timbres armónicos y melódicos diferentes.

José Luis Quintana (Changuito), Raúl Cárdenas (el Yulo), César Pedroso (Pupi), Fernando Leyva, Jesús Linares, Orlando Canto, José Luis Cortés (El tosco), Julio Noroña, Gerardo Miró, William Sánchez, José Luis Martínez y Miguel Ángel Rasalps (el Lele), integrantes fundadores de la banda, se unieron a la experimentación. Exploraron todas las formas posibles y llegaron entonces al ritmo que caracteriza la base de la  sonoridad Van Van: En esa década grabaron cinco discos…. y debutaron en varios escenarios internacionales.

Los años ochenta representaron un periodo importante para la orquesta al romper su propio estilo incorporando el sonido bronco y rajado de los trombones, sintetizadores, teclados con múltiples posibilidades sonoras, el saxofón sintetizado y los violines eléctricos que llamaron mucho la atención de musicólogos y bailadores.

Suman nuevos triunfos discográficos como: Báilalo eh! Ah! (1982), Anda, ven y muévete (1984), La Habana sí (1985), Eso que anda (1986), Nosotros los del Caribe (1987), Se acabó el querer (1988).

Un sello distintivo del grupo es el uso de la picaresca, la ironía y el costumbrismo en sus canciones, convirtiéndose en una suerte de crónica de la realidad cubana. Sus textos ofrecen una circunstancia social con temáticas que recrean lo jocoso de la cotidianidad. En estos años su música trasciende las fronteras latinoamericanas. Escenarios de Inglaterra, Austria, Suiza y Alemania son testigos de un ritmo capaz de contagiar al más escéptico de los bailadores.

En los noventa inician con una gran gira por toda Cuba, celebrando sus 20 años. Evolucionan hacia una contemporaneidad tímbrica y van en busca de expresiones más complejas y preciosistas como el pad.

Los resultados no dejan duda de la madurez alcanzada. Piezas como Que le den candela y Ese es mi problema del Disco Azúcar (1993), Soy normal, natura” y Qué sorpresa entre muchas otras, han arrasado en el contexto de la salsa, por sus contagioso ritmo, alegría y buen gusto. Todos sus temas conservan el sello del grupo aún cuando utilizaron nuevos recursos orquestales.

El año 2000 agradece una obra de más de treinta años con el Premio Granmy Latino al disco Van Van is Here o Llegó Van Van. Premio al mejor Álbum de salsa grabado por solistas, dúos o grupos vocales e instrumentales. En enero de 2010 el disco A Cali, fue elegido por votación popular como uno de los mejores de la 52 Feria de Cali, (Colombia).

A Juan Formell y Los Van Van en Cuba le llaman “El tren” porque sus conciertos, siempre multitudinarios son un derroche de excelencia musical, cadencia y ritmo de principio a fin. Tal y como lo demostró en la fiesta de clausura del 38 Festival Internacional Cervantino, que como todos los años, la música y los fuegos pirotécnicos, coronaron la noche.

Fuente: (CONACULTA)

 

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