Arqueólogos descubren 20 osamentas humanas en la parte posterior de la “Casa de Cortés”, en La Antigua, Veracruz

número de esqueletos que se sumaron a los ocho encontrados con anterioridad.

Los hallazgos forman parte de los trabajos de salvamento arqueológico que realiza el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), a través de su centro regional en Veracruz, con motivo del proyecto de restauración de la Casa de Cortés, que está por comenzar. 

La arqueóloga Judith Hernández Aranda, coordinadora de las excavaciones — que se hacen con recursos del Gobierno del Estado de Veracruz  y Fundación GEO—, informó que estas labores se realizan en lo que fue el cementerio de la iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje, registrada también en algunos documentos como del Santo Cristo del Calvario, y del cual se tenía conocimiento por investigaciones históricas previas.

En este panteón cristiano, ubicado detrás de la casa del conquistador español, desde hace tres meses se habían comenzado las excavaciones y se encontraron ocho osamentas; con el paso del huracán “Karl” la cifra se incrementó a veinte. La mayoría de los materiales óseos y cerámicos datan de los siglos XVI al XIX, aunque también hay restos de cerámica prehispánica correspondiente al periodo Posclásico Tardío de la Costa del Golfo (1300- 1519).

La arqueóloga, adscrita al Centro INAH-Veracruz,  detalló que antes del fenómeno meteorológico se habían hecho pozos de sondeo, en los que se encontraron restos de una pilastra y fragmentos de huesos humanos, mismos que fueron nuevamente cubiertos y protegidos ante la llegada del huracán el 17 de septiembre pasado.

Abundó que luego del huracán y antes de reanudar la exploración de este cementerio católico —uno de los primeros establecidos en América—, se tuvo que hacer una labor intensa y durante tres semanas, para limpiar el área de excavación, ya que el viento y el agua tumbaron árboles, y arrastraron hasta allí basura y cúmulos de tierra. Fue durante esas labores cuando se encontró el resto de los esqueletos humanos y materiales cerámicos.

Hernández Aranda señaló que del conjunto de osamentas, destaca un cráneo con mutilación dentaria, indicio de que se trató de un individuo de raza indígena, enterrado en un espacio funerario cristiano. En este sentido, detalló, los españoles poblaron La Antigua a partir de 1524, siendo uno de los primeros asentamientos coloniales y por lo cual es común que algunos de los individuos enterrados en este cementerio todavía presenten marcas de rituales prehispánicos.

Este esqueleto es estudiado por la antropóloga física Blanca Lilia Martínez de León, quien también examinará el total del conjunto de los restos óseos para ofrecer un diagnóstico completo de su filiación cultural y antigüedad.

Agregó que otro esqueleto portaba un collar de cuentas, en tanto que uno más estaba acompañado de una copa de cerámica roja con incrustaciones de feldespato, típica del periodo de contacto hispano. Lamentablemente, señaló la arqueóloga, la mayoría de los entierros se ha encontrado en contextos removidos, debido a las modificaciones que ha tenido el terreno en los últimos dos siglos.

Sobre la cerámica hallada, mencionó que corresponde a fragmentos de tipo colonial, de los estilos Rojo Pulido Colonial, Sevilla Azul sobre Azul, Columbia Plain y Liguria Azul, de los siglos XVI y XVII; también hay mayólica Abo Policromo, Puebla Policromo y Puebla Azul sobre Blanco del siglo XVIII, además de loza fina europea impresa por transferencia, del siglo XIX.   

Al detallar sobre el cementerio colonial, la arqueóloga manifestó que con base en investigaciones históricas, se encontraron dos planos del proyecto de construcción de la iglesia Santo Cristo del Buen Viaje, a cargo del arquitecto José Antonio Márquez, que datan de 1798 y 1800. “Aparentemente estamos excavando en lo que fue parte del cementerio del templo, que se encuentra al oeste del predio en exploración”.

Así mismo, añadió la arqueóloga Judith Hernández, en las excavaciones se han encontrado también restos de muros que indican que la llamada Casa de Cortés se extendía más allá de los límites actuales, por lo que es importante determinar cuáles fueron y así precisar la extensión que tuvo el cementerio y profundizar en los sistemas de enterramiento de la época.

La arqueóloga del Centro INAH-Veracruz comentó que luego de una serie de tratamientos que se aplicaron in situ a los esqueletos, éstos ya comenzaron a ser levantados y llevados al laboratorio para su conservación y estudio, con lo que se finalizará esta temporada de excavaciones.

Comentó que será mediante análisis de antropología física y arqueológicos en los huesos, como se podrán tener mayores datos sobre los individuos enterrados en ese sitio, como sus edades, sexo, enfermedades, causas de muerte y antigüedad, así como tener un mayor conocimiento de los sistemas funerarios practicados en el siglo XVI en esta parte del estado de Veracruz.

Finalmente, Judith Hernández indicó que de acuerdo con la investigación histórica, durante las primeras décadas del periodo colonial La Antigua fue un punto estratégico para el comercio novohispano por ser el paso obligado hacia la antigua ciudad de México vía la costa, por lo que el poblado contó con casas reales, Casa de Contratación, Edificio del Cabildo y demás instalaciones urbanas, necesarias para el tráfico mercantil y el depósito de bienes de importación y exportación, así como los caudales y bienes de la Corona española.

Fuente: (INAH)

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