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Expos y Museos - October 27, 2010

Retrato de Sor Juana Inés de la Cruz, plasmado en 1750 por el pintor Miguel Cabrera “visita” el Palacio Real de España

producción pictórica realizada en los reinos españoles de los siglos XVI y XVII.

Inaugurada la víspera, esta muestra que permanecerá en exhibición hasta enero de 2011 en el Palacio Real de España y el Museo Nacional del Prado, en Madrid, tiene como uno de los ejemplos de mayor relevancia de la historia del arte colonial al Retrato de Sor Juana Inés de la Cruz, plasmado en 1750 por el pintor Miguel Cabrera, obra que resguarda el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”. Esta exposición también se presentará en México a partir de marzo de 2011.

El óleo de la Décima Musa se ubicó en el Palacio Real, frente al Retrato de Felipe II (rey de España de 1556 a 1598), elaborado por el pintor italiano Tiziano, en una sala dedicada a personajes fundamentales en las sociedades de los reinos españoles, como un icono que representa la alta calidad de la cultura desarrollada fuera de la Metrópoli durante el Siglo de Oro, cuando en los reinos españoles también se produjo lo mejor de la literatura y del arte plástico a nivel mundial.

El Retrato de Sor Juana Inés de la Cruz (de 207 por 148 cm) que de manera regular se exhibe en el Castillo de Chapultepec, forma parte de un conjunto de nueve obras creadas entre los siglos XVI y XVIII, bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), y que fueron elegidas para esta muestra internacional, como parte de las actividades por el Bicentenario de las Independencias de las colonias españolas en América.

Héctor Ceja, encargado de coordinar el préstamo y traslado de estas obras del INAH, comentó que la curaduría de la exhibición, a cargo del especialista en arte hispánico Jonathan Brown, de la Universidad de Nueva York, tomó en cuenta este corpus de nueve obras custodiadas por el Instituto, en tanto que se trata de ejemplos clave de la pintura virreinal, tanto de la producción realizada en España y sus colonias en Europa, América y Asia.

La exhibición brinda además ejemplos de los artistas más representativos de ese momento, como es el caso de Cristóbal de Villalpando, el máximo exponente del barroco en la Nueva España, y de quien el INAH resguarda una cantidad importante de obra, entre las que se eligió Los Desposorios, óleo sobre tela del siglo XVIII, bajo custodia del Museo de El Carmen, que en la muestra del Palacio Real se presenta junto a una obra del mismo tema proveniente de Perú, como ejemplo de dos versiones que destacan sus respectivas características regionales.

De igual manera, la obra La Asunción, óleo sobre tela del siglo XVIII custodiado por el Museo Regional de Guadalajara, “es la prueba más evidente de cómo el arte novoshispano partió de España”, refirió Ceja al comentar que esta pieza se exhibe junto a un grabado de pequeño formato, realizado por Rubens, procedente a la Biblioteca Nacional de España.

“Se trata de la misma escena, sólo que la de Villalpando es más grande y colorida; el efecto visual es impactante porque el público se puede dar cuenta del origen de buena parte del arte novohispano, de dónde empieza su desarrollo, a partir de esta pieza que es una evolución de la propuesta de Rubens”. Este óleo —destacó— es una de las obras que abre la exhibición en el Museo Nacional del Prado.

Detalló que otro autor elegido para viajar a España, de cuya producción el INAH también custodia un importante acervo, es Juan Correa, que junto con Miguel Cabrera y Cristóbal de Villalpando, constituyen los mejores ejemplos de artistas novohispanos formados fuera de la metrópoli europea, en talleres de excelente calidad y con un estilo definido que terminaría retroalimentando y enriqueciendo el arte español al final del virreinato.

Ceja advierte que al inicio del recorrido museográfico se puede apreciar el trabajo repetitivo en los temas y las composiciones de las obras de artistas novohispanos, quienes se basaban en los ejemplos que llegaban de España, como el caso de La Asunción de Villalpando.

En la última sección de la muestra sucede todo los contrario, se aprecia la calidad y el talento en composiciones elaboradas con libertad, se visualiza como llega un momento en el que los novohispanos son quienes proponen los temas a pintar; por ejemplo, presentan nuevas advocaciones de la virgen, como es el caso de Nuestra Señora de los Zacatecas, plasmada por Correa en el siglo XVIII, perteneciente al  Museo de Guadalupe, Zacatecas, y que se integró en una sala donde se aprecia el trabajo novohispano en ocho vírgenes de diferentes reinos y regiones de España.

El público puede apreciar en ellas la visión de los reinos españoles, y cómo estas imágenes fueron posteriormente la base para nuevas producciones artísticas en España, la Virgen María, por ejemplo, para ese momento se vuelve un tema universal del arte español, comentó el especialista de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH.

La muestra también incluye Exaltación Franciscana a la Inmaculada, óleo sobre tela realizado en 1637 por Basilio de Salazar, hoy custodiado por el Museo Regional de Querétaro, y que da muestra de la idea que se tenía en los reinos españoles de este símbolo religioso.

En otras secciones, tanto del Palacio Real como del Museo Nacional del Prado, se presentan otros cuatro óleos custodiados por el Museo Nacional del Virreinato: Virgen del Apocalipsis (1689), de Juan Correa, incluida en la serie de las Advocaciones de la Virgen, como ejemplo de que en cada reino las representaciones de la virgen tomaban cualidades regionales.

San Juan escribiendo el Apocalipsis (siglo XVI), plasmada por Martín de Vos; Transverberación de Santa Teresa (1692), de Nicolás Rodríguez Juárez; y Sagrada familia (siglo XVII), de Hendrich de Clearck.

En total la muestra reúne 120 obras procedentes de España, Portugal, Italia, Francia, Estados Unidos, Perú y Bélgica, además de México que proporcionó piezas de los acervos de INAH, INBA, la Dirección General de Sitios y Monumentos del Conaculta, la Pinacoteca de la Profesa, así como colecciones particulares, entre ellas de la  Fundación Alfredo Harp Helú.

La muestra está basada en una investigación de 10 años llevada a cabo por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y Fomento Cultural Banamex. Es organizada por ambas instituciones en colaboración con el Ministerio de Cultura Español, y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y Patrimonio Nacional de España.

Fuente: (CONACULTA)

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