La poesía se encuentra de luto por el paso a la inmortalidad de Alí Chumacero

Acaponeta, de un estado pequeño que se llama Nayarit, buscando un sitio propio”, tal como lo dijo durante el Homenaje Nacional de 2008.

Apunte biográfico

De niño Alí Chumacero fue enviado a Guadalajara para complementar sus estudios de primaria, y permanece en esa ciudad hasta concluir la preparatoria. Después viaja a la ciudad de México en junio de 1937, y se instala con sus hermanos muy cerca del barrio de Tepito. Poco después ingresa a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, participa en la fundación de Tierra Nueva, revista de la que fue codirector hasta 1942. Posteriormente, publicó reseñas en Letras de México y El Hijo Pródigo (1943-1946).

En 1949 participó en la fundación de México en la Cultura, suplemento de Novedades dirigido por Fernando Benítez hasta 1961. Becario de El Colegio de México y del Centro Mexicano de Escritores, ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua (1964) y le fueron concedidos los premios literarios Xavier Villaurrutia (1984), Alfonso Reyes (1986) y Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Lingüística y Literatura (1987). En 1996, se le entregó la Medalla Belisario Domínguez por parte del Senado Mexicano.

Si acaso el ángel me mirara,
abierta ya la niebla de mi carne,
sin nubes, sin estrellas,
sin tiempo en que mecer la luz de mi agonía,
encontraría tan sólo a ti, oh muerte,
llevándome a tu lado, fiel;
te encontraría tan sola a ti, sin mí,
ya sin cuerpo ni voz,
sin angustia ni sueños,
te hallara entonces pura, oh muerte mía.

Rindámosle honores
Todos Reunidos hoy 6:30 de la tarde en el lobby del teatro del pueblo. Agradeciendo al hijo prodigo de Nayarit, don Alí Chumacero, por las letras y su legado no falten.

Alí Chumacero (Acaponeta, Nayarit, 1918) fue enviado a Guadalajara para complementar sus estudios de primaria, y permanece en esa ciudad hasta concluir la preparatoria. En 1937 ingresa a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Dos años después funda, con José Luis Martínez, Leopoldo Zea y Jorge González Durán, Tierra Nueva, revista de la que fue codirector hasta 1942. Reseñista y director ocasional de Letras de México e importante colaborador de El Hijo Pródigo (1943-1946). En 1949 participó en la fundación de México en la Cultura, suplemento de Novedades dirigido por Fernando Benítez hasta 1961. Becario de El Colegio de México y del Centro Mexicano de Escritores, ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua (1964) y le fueron concedidos los premios Villaurrutia (1984), Alfonso Reyes (1986) y Nacional de Lingüística y Literatura (1987). Premio Estatal de Literatura Amado Nervo (1993) y la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República (1996).

La obra poética de Alí Chumacero es breve. Páramo de sueños (1944), Imágenes desterradas (1948) y Palabras en reposo (1956) son los libros que se publicaron en Poesía completa (1980) con algunos poemas sueltos y cuya edición le valió al autor el Premio Villaurrutia. Poco ha publicado desde entonces: “ya he dicho todo lo que tenía que decir”. Parte de su trabajo ensayístico se recopiló en Los momentos críticos (1987), donde se representan más de 40 años de reflexión apasionada y rigurosa.

La traducción al inglés que aquí se presenta fue publicada en Evergreen Review, vol. 2, no. 7, invierno de 1959. La traducción es de William Carlos Williams. La traducción al francés proviene de Corps entre les ombres, traducción de Denys Bélanger, Écrits des Forges, Quebec, 1998. La traducción italiana que aquí se presenta proviene de Rojo de vida, negro de muerte, Carlo Coccioli (ed.), traducción de Carlo Coccioli y Tullio Ristori, Jester Libri, Bologna, 1969.

Fuente: (Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit)

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