
Vuelta de Diego Silveti, tras una faena de valor, arte y firmeza en Sevilla
aptitudes y ganas de ser.
Fernández saludó a portagayola y dejó un ramillete de verónicas con cadencia a un novillo mimado en varas y justo de fuerza pero que demostró calidad en los primeros tercios. Lo mismo en la faena del sevillano, que brindó su labor al banderillero Luis Mariscal, presente en el tendido.
La faena pronto elevó su tono, con la música sonando ya en la segunda tanda, en la que metió los riñones, se sintió y alargó las embestidas con temple. Después, acortó las distancias a medida que el novillo perdía recorrido. Esaú anduvo inteligente en tiempos y distancias, salió tropezado al entrar a matar y logró el trofeo.
Al cuarto lo volvió a recibir a portagayola, donde con recurso solventó la papeleta tras salir el novillo cruzado. Después, llegó a los tendidos con el capote. Esaú brilló con el percal en el quita por chicuelinas y en el anterior galleo, vistoso. El camero, sin probaturas, se fue a los medios con la muleta a la izquierda y le dio muchos metros a su oponente. A partir de ahí interpretó naturales profundos, templados y ligados.
La plaza respondió crujiendo y Fernández cada vez se vino más arriba. Con la diestra también cuajó a su oponente, ligando, quebrando la cintura y mandando. En conjunto, una tarde de nivel que de no ser por el descabello hubiera abierto la Puerta del Príncipe.
El mexicano Diego Silveti se enfrentó en segundo lugar a un novillo deslucido y que nunca se definió. El joven novillero hizo las cosas despacio y sereno, pero su oponente, cambiante, perdía reiteradamente las manos. Demostró valor y serenidad antes de matar de una estocada arriba.
Con el quinto se lució por gaoneras en un ceñido quite y se enfrentó con la muleta a un novillo con temperamento que se quiso rajar al final. Diego pudo a su oponente, si bien debió darle más sitio, aunque con ello demostró un valor frío además de mucha firmeza. Le dio muchas ventajas a su enemigo y mató de estocada. Se la jugó.
Por su parte, Javier Jiménez se lució con el capote. A la postre, lo más artístico de su labor. Con la muleta no hubo entendimiento entre novillo y novillero, un utrero a menos y un espada a más. Jiménez estuvo fajado, asentado y se metió entre los pitones. Lo mejor, su actitud ante un novillo bajo de raza.
Jiménez se fue a portagayola con el sexto y dejó un saludo vistoso y variado. Fue un novillo mirón y con movilidad pero con un punto de sosería. Javier expuso, cogió la muleta por ambos pitones, y consintió tanto por el derecho que se llevó un revolcón sin consecuencias. Con el izquierdo hubo naturales con cadencia de uno en uno. Cerró con el espadazo de la tarde.
SEVILLA, 19 DE SEPTIEMBRE
Real Maestranza de Caballería. Fuera de abono. Más de un cuarto.
Novillos de Los Azores, bien presentados. 1º con clase aunque justo de fuerza. 2º justo de fuerza y deslucido. 3º bajo de raza y deslucido. 4º manejable. 5º rajado. 6º mirón y bajo de raza.
Esaú Fernández, oreja y oreja tras aviso.
Diego Silveti, saludos y vuelta.
Javier Jiménez, saludos tras aviso y vuelta.
Destacan Isaac Mesa lidiando al 1º; Vicente Varela lidiando al 2º. Pedro Muñoz saludó tras parear al 4º.
Destellos de calidad de Angelino de Arriaga en Las Ventas de Madrid
La cuarta novillada del ciclo Ocho Naciones celebrada esta tarde en Las Ventas se ha visto condicionada por el desigual aunque pobre juego de la novillada de Araúz de Robles en Las Ventas. Tan sólo hubo apuntes y esbozos en un festejo que presentaba en la Monumental venteña a los tres novilleros.
Evidenció buenas maneras Varela cuando el rajado y manso novillo de Araúz de Robles se tragó los muletazos. Quietud de planta y muleta adelante fueron sus señas de identidad en su primera faena en Las Ventas. La espada se le atragantó. En el cuarto, tan sólo pudo justificarse. Era un animal que pasó sin emoción y acabó rajado.
El mexicano Angelino de Arriaga se las vio con un animal manso y encastado, que tardeaba, pero cuando embestía lo hacía con mucha emoción. Mostró buena composición el torero, bajando mucho la mano por el pitón derecho en series profundas a las que, sin embargo, les faltó continuidad. Firme el aspirante americano en una faena que adoleció de falta de estructura. Por la izquierda, bajó el nivel.
Con el quinto, el mexicano volvió a mostrar ganas, pero sólo dejó un natural de buen trazo ante un utrero que pasó como un marmolillo y que llegó a echarse. La gente pidió la oreja desproporcionadamente.
El valenciano José Arévalo, tras un meritorio inicio de dos largas cambiadas de rodillas a un novillo parado e icierto, exageró la puesta en escena. Banderilleó, destacando el segundo par, antes de coger la muleta e hilvanar una faena demasiado a la deriva ante un novillo violento y brusco. Con el sexto, un animal avispado y con genio, el valenciano aguantó a portagayola, banderilleró sin ortodoxia y se mostró acelerado y sin dar sitio. Se mostró verde y dando medios pases de lidia antigua ante un animal enterado.
LAS VENTAS, 19 DE SEPTIEMBRE
Las Ventas (Madrid). 4ª del Torneo Ocho Naciones. Un cuarto de plaza
Novillos de Araúz de Robles, correctos aunque desiguales de presencia. 1º, rajado y manso. 2º, manso y encastado. 3º, violento. 4º, manso y descastado. 5º flojo y descastado. 6º avispado y con genio.
Juan José Varela, que se presentaba, silencio y silencio.
Angelino de Arriaga, que se presentaba, saludos tras dos avisos y saludos.
José Arévalo, que se presenta, silencio tras aviso y silencio tras aviso.
Destacó con el capote Mario Campillo lidiando al exigente segundo.
Fuente: (Burladero.com )