Terremotos, su impacto económico

“Cambio de rumbo“, una recopilación de los hechos del sexenio que le tocó encabezar.
Sin lugar a dudas históricamente fueron seis años  de transición entre un modelo económico -interno y cerrado con reminiscencias del desarrollo estabilizador;  hacia otro -abierto, desregulado, guiado por el adelgazamiento del Estado y viraje de términos de propiedad en diversas áreas de la producción, un incipiente neoliberalismo.
El ex presidente  De la Madrid me confió que el desarrollo estabilizador fue una de las mejores etapas para México con un crecimiento sostenido del 6% anual, inflación controlada, tipo de cambio estable, empleo y salarios de buen nivel.
Sin embargo, durante el sexenio del presidente Luis Echeverría Álvarez  y José López Portillo explotó la  caja de Pandora desnudando a un país con una situación insostenible caracterizada por un enorme endeudamiento del gobierno, alto gasto público, inflación creciente y una deuda externa inmanejable.
Para De la Madrid los problemas estaban a la orden del día, los desafíos muchas veces rebasaron la capacidad de respuesta, además de que el  arranque del sexenio delamadridista contó con la sorpresa de una Banca recién nacionalizada.
El ex presidente me explicó la urgencia del momento: “Había entonces que tranquilizar primeramente los ánimos de los empresarios recién expropiados. El temor era que la medida de la nacionalización llegara hasta sus empresas. Tuvimos que tomar medidas de emergencia porque  el ambiente estaba cargado de incertidumbre”.
Otro hecho inmediato del gobierno fue el de la deuda externa, una válvula de escape que había dejado sin reservas al Banco de México y a la economía nacional sin  capacidad de pago. Se perdió todo: la liquidez y  solvencia.
En 1976, la deuda era de 19 mil 600 millones de dólares. En los siguientes seis años triplicó; para 1982, el saldo de la deuda externa del sector público aumentó a 58 mil 874 millones de dólares.
Fue un sexenio lleno de obstáculos, con sismos en lo económico y financiero.
A COLACIÓN
Por supuesto fue un sexenio marcado también por el doloroso drama humano y sus consecuencias sociales derivadas de los movimientos telúricos  de septiembre de 1985.
Aquella amarga experiencia quedó plasmada en el libro de recopilación “Cambio de rumbo“, acaso como un testigo  para las futuras generaciones: “Al releer, después de quince años, este texto, reviví los sentimientos de angustia con los que enfrenté las vicisitudes narradas. En retrospectiva, me doy cuenta de cómo la gravedad de los acontecimientos absorbió la totalidad de mi energía y atención, llevándome a sacrificar parte de mi vida familiar y social”.
De los terremotos de 1985,  De la Madrid reconoció que efectivamente hace veinticinco años la sociedad civil rebasó con creces  la respuesta del gobierno en las labores de ayuda y rescate de las personas atrapadas en los escombros; en la atención a los damnificados y en la pertinente reubicación en escuelas, una idea de esos líderes naturales que surgieron en la tragedia.
Al calor de la emergencia el entonces jefe del Ejecutivo observó la situación con suma angustia: “Sea como fuere, los terremotos provocaron una movilización social masiva que, desde nuestro punto de vista, abría la posibilidad de que brotara, en forma espontánea o provocada, la violencia social. En los primeros cinco u ocho días posteriores percibí esta posibilidad, pues la energía generada por la movilización al combinarse con los sentimientos de dolor, coraje o insatisfacción por la insuficiencia institucional para atender la situación, creaban el fermento necesario para desatar la violencia”.
GALIMATÍAS
Dos años antes  de 1985 el comportamiento de la economía fue el siguiente: 1983 un PIB de -5.2% y 1984 3.6 por ciento. La  inflación ubicó en 80.8% en 1983 y  para 1984 fue de 59.2 por ciento.
Después de los terremotos,  del 19 y 20 de septiembre, había que atender necesidades apremiantes. México requirió con celeridad 4 mil millones de dólares para enfrentar la problemática de los sobrevivientes e iniciar la remoción de escombros y el camino de la reconstrucción.
A partir de diversos estudios del Cenapred sabemos que los sismos le costaron al país  2.7% del PIB dejando consigo una estela de nuevos desafíos:  150 mil personas quedaron desempleadas, había que reconstruir 34% de los edificios del sector público, miles de viviendas, hospitales y edificios escolares.
La evolución del PIB posterior a la catástrofe fue la siguiente: en 1985 2.7%; 1986 -3.5%; 1987 de 1.7% y 1988 de 1.3 por ciento. La inflación cerró en 63.7%  en 1985; para 1986 aumentó a 105.7%; 1987 aceleró a 159.2%; y 1988 de 51.6 por ciento.
Además del impacto en el crecimiento, en buena medida la alta inflación de los dos años posteriores a 1985 fueron el resultado de lo que De la Madrid plasmó  en la página 469: “Para afrontar la situación provocada por los sismos, tuve que tomar decisiones extraordinarias en el terreno económico. Imposible dejar sobrevivientes atrapados, edificios a punto de caerse o la ciudad sin agua. Tuve que ordenar que se imprimiera dinero, dejando para después la necesidad de encontrar una fórmula de sacarlo de circulación. Aun la inflación resultó secundaria en ese momento”.
Andado el tiempo, después de las confesiones y expiaciones, a veinticinco años de distancia nunca sabremos la verdadera dimensión humana, social y económica que derivó de la tragedia telúrica.
Permanece en la  bruma y en la especulación el número de muertos y todo cuanto hizo el Estado por endeudarse y endeudarnos en nombre de una reconstrucción urgente, no siempre eficaz.
Entre todo sé que la sociedad civil hemos madurado en materia de prevención de sismos y cómo reaccionar ante un terremoto, me salta la duda de si el Gobierno Federal tendría mejor capacidad de respuesta, acción y organización o actuaría  igual que décadas atrás.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com

 

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