Gran expectación por el doctorado de Juan Pablo Sánchez en Arles, de manos de Enrique Ponce y Sebastián Castella de testigo

Julián López “El Juli” y ante la presencia de Juan Bautista, con ejemplares del hato de Antonio Bañuelos, no ha habido otro acontecimiento de tal magnitud que se espere con tanta expectación e interés como el que está próximo a sucederse en el histórico anfiteatro de Nimes, este sábado, cuando otro chaval de Aguascalientes, Juan Pablo Sánchez, obtenga la borla de matador de toros de manos de Enrique Ponce y con el testimonio de Sebastián Castella, con bureles de la ganadería madrileña de Victoriano del Río, con divisa en negro y amarillo.

Si bien es cierto que la cantidad de novilladas toreadas en cosos españoles no fue lo nutrida que se pudo haber pensado, su administración ibérica si le diseñó a Juan Pablo de manera inteligente y sin hacer mucho aspaviento que su adiestramiento, preparación y mentalización se enfocara más en el campo bravo, tentando un sin número de vacas (alrededor de 300) y matando igualmente muchos toros a puerta cerrada (poco más de 20), a la vez de poder pisar ruedos importantes en casi una decena de paseíllos como los de Alicante, Algeciras, Valencia y el pasado sábado el de su despedida como novillero en el coso madrileño de Cercedilla, pero sin lugar a dudas lo que acaparó la atención y que provocó que todos los reflectores se enfocaran a él fueron el par de festejos que toreó en la Monumental de Las Ventas de Madrid, que lo colocaron en un sitio importante dentro de la novillería europea. Todo ello hecho y logrado en casi dos años.

Es por esto y gracias a la buena administración de la Casa Lozano que Juan Pablo Sánchez haya llegado hasta donde por ahora está, por lo que a partir de este sábado seguirá dependiendo de lo que él haga en el ruedo y con el toro para irse ganando todos y cada uno de los compromisos que vaya ligando en el nivel superior de los toreros.

Dentro del ambiente taurómaco nacional, por tratarse de un espada mexicano, Juan Pablo se convertirá en el octavo novillero en hacerse matador de toros en lo que va de 2010 y de todos ellos, sin duda, el que “roba” los comentarios es el propio Sánchez pues en una Fiesta Brava mexicana tan ávida actualmente de valores es necesario que surja ya el eslabón que una al ciclo generacional que está por terminar con el que debe estar por iniciar.

De ahí que tanto el doctorado de Juan Pablo Sánchez como el de Arturo Saldívar que está por darse el 31 de octubre en Guadalajara, Jalisco, sean esperados con gran expectación por lo que de forma intrínseca representan, la consecución de esos mismos devaluados estandartes toreros, así como los jóvenes espadas que aún deambulan en el renglón novilleril con mucho éxito como Diego Silveti, Angelino de Arriaga, Sergio Flores, Oliver Godoy y Salvador López que deben estar conscientes precisamente de esa responsabilidad cíclica generacional que llevan a cuestas.

Así que desde esta tribuna le deseamos a Juan Pablo Sánchez toda la suerte del mundo y que este sábado podamos ver el nacimiento del matador de toros que tanto está esperando la afición taurina del país.

Fuente: (suertematador.com)

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