La Compañía Nacional de Danza Folklórica presenta variados mosaicos dancísticos en el arranque del XIV Festival “Patria Grande”

 La Compañía Nacional de Danza Folklórica presenta variados mosaicos dancísticos en el arranque del XIV Festival “Patria Grande”

Centro Cultural del Bosque de INBA-Conaculta.

Y es que por los aportes y esfuerzos de Miguel Vélez por enriquecer este quehacer artístico, se le rindió un homenaje que continuará en los próximos días, durante el 14 Festival Patria Grande.

Minutos antes de que diera inicio el espectáculo, Carmen Bojórquez Tapia, coordinadora Nacional de Danza del INBA, fue quien propuso al público que llenaba el Teatro de la Danza rendir un homenaje al maestro fallecido el pasado 20 de julio de este año.

Acto seguido comenzó la presentación de la Compañía Nacional de Danza Folklórica, que con 30 bailarines en escena y seis músicos arrancó con cada uno de sus mosaicos dancísticos los aplausos del público, que por momentos lanzó gritos de júbilo, vivas y cantos a coro, como cuando se interpretó Cielito lindo, como si fuera el himno de todos los mexicanos.

El espectáculo se conformó  con danzas regionales como El Son de la Negra, Cielito Lindo y El Jarabe Tapatío. Vale recordar que de este estado surge un ícono representativo del folclor nacional que ha trascendido fronteras y que sirve como un símbolo de las tradiciones populares mexicanas. Los bailes de Jalisco enaltecieron el escenario con su música y las voces del mariachi, y también para el lucimiento del charro y la china poblana.

También estuvo representado  el estado de Oaxaca, que cuenta con una gran tradición. Los mosaicos dancísticos hicieron rememorar la Guelaguetza y la Vela Istmeña.

Sonó la marimba y las tehuanas salieron al escenario bailando al son de Cielito lindo. Una de ellas pasea con fervor un estandarte religioso. En las graderías la gente canta: “Quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento”. Y después viene el dulce ritmo de La Juanita.

Pero es cuando llega el momento de la Sandunga, cuando en el ambiente se respira el mayor entusiasmo ante el colorido y la belleza de la música y el movimiento rítmico de caderas de las tehuanas que con un jicalpextle en la cabeza y el andar de sus pies descalzos, dejan en el escenario un aire de nostalgia, el recuerdo de las mujeres que llevan sobre sus cabezas la fruta que venderán en el mercado.

Cuando llegó la hora de la Danza del venado,  flauta, tambor, sonajas y cascabeles acompañaron la representación en la que se le da caza a al animal.

Desfilaron mosaicos dancísticos tan variados, como variada es la diversidad cultural de México: Chiapas, Nayarit, Nuevo León, el sureste, la fiesta Huasteca, los concheros prehispánicos.

El 14 Festival Patria Grande continuará en lo que resta del mes en el Teatro de la Danza y el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.
RGT     

Fuente: (CONACULTA)

 

Redacción Azteca 21

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