
México está de luto: fallece el escritor, dramaturgo, humorista y promotor cultural Germán Dehesa
2010; en el texto señalaba que se mantendría en la escritura hasta que sus facultades se lo permitieran, con la esperanza de vivir algunos años más. No lo logró.
El escritor, dramaturgo y promotor cultural Germán Dehesa falleció la tarde de ayer, rodeado de su familia, según reportó el diario Reforma, para el cual escribía la Gaceta del Ángel.
Entre las reacciones a su partida, el presidente Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala, expresaron sus “más sentidas condolencias por el lamentable fallecimiento”. El mandatario asistió anoche al velorio. Por su parte, Francisco Blake Mora, secretario de Gobernación, calificó de “doloroso para el país” el deceso.
Una vida para los medios
Nacido el 1 de junio de 1944, en la Ciudad de México, egresó de ingeniería química y letras hispánicas de la UNAM, donde, además, fue catedrático por más de 25 años, Germán Dehesa se convirtió en una voz fundamental de quienes habitan la Ciudad de México, si bien con su pluma abordaba aspectos que atañían a México y al mundo, caracterizado por un humor que se convirtió en eje de su crítica.
Detrás de Germán Dehesa había una larga trayectoria en distintos medios de comunicación en los que lograba combinar la seriedad de los asuntos tratados con la antisolemnidad que definían a su pluma y a su palabra.
“A mí me gustaba oír Harapos y me gustaba leer a Shakespeare; me gustaba tener eso para lo que ni siquiera hay palabras en español, lo que se dice en inglés el street wise, la sabiduría de la calle. Me encantaba y me sigue encantando oír a la gente y ver qué se trae y oír sus argüendes, sus fabulaciones, sus mitos y sus historias”, escribió alguna vez.
Aún se recuerdan sus intervenciones televisivas al lado de la escritora Ángeles Mastretta en los años 80, en una de esas mancuernas que dejaron huella por las formas novedosas de abordar la actualidad cultural, aunque también de otros aspectos de la vida nacional.
En su faceta literaria o editorial se cuentan títulos como Adiós a las trampas, La familia (y otras demoliciones), Cuestión de amor, Viajero que vas y Fallaste corazón, entre otros.
Dramaturgo también, Dehesa escribió obras como El gabinete de Belem, Borges con música, Pacto con botas o Monjas coronadas; pero sobre todo un personaje multifacético, que lo mismo aparecía como actor, como en Cilantro y perejil (1995), que como comentarista deportivo en el canal especializado ESPN.
Era un apasionado del futbol, puma por origen, siempre confesó que no podría optar entre la literatura o la vida, porque se mueve entre uno y otro lado, convencido de que para se puede ser un mejor lector en la medida en que se vive mejor y más.
Tiempo de homenajes
Apenas hace unas semanas, Germán Dehesa fue motivo de un sensible homenaje por parte del gobierno de la Ciudad de México, al recibir de manos del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, la condecoración como “Ciudadano Distinguido” de la Ciudad de México.
En la ceremonia, que tuvo como sede el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”, se refirió a su infancia y los aprietos económicos de su familia, habló del mundo de las mujeres, a las que dijo admirar y respetar por sobre todas las cosas, y a quienes calificó como “las fundadoras, las sabias, las brujas” y las depositarias de todo lo bueno que puede existir sobre este mundo.
Para el acto, Dehesa había preparado su regreso a los escenarios con Permiso para vivir, una especie de regalo con el que celebraba 66 años de relación con la vida: una relación a ratos interrumpida por infartos y otras minucias, pero siempre retomada con felicidad, amor y la seguridad de permanecer en ella, por lo menos hasta que la muerte los separó.
Con la esperanza de vivir más allá del 2010, límite que le habían pronosticado los médicos, Germán Dehesa se alistaba para recibir otro reconocimiento, el de su alma máter, la UNAM, que tenía contemplado un homenaje para hoy, en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario.
Fuente: (Milenio)