Rememoran Batalla de Churubusco, escenario de la famosa frase del General Anaya, “Si hubiera parque, no estaría usted aquí”

la Batalla de Churubusco, en la que el 20 de agosto de ese año, mil 300 mexicanos enfrentaron a los seis mil invasores estadounidenses.

El hecho emotivo, que puso a prueba la resistencia nacional, convocó a decenas de vecinos, estudiantes e historiadores a las afueras del Ex Convento de Churubusco —hoy sede del MNI—,  que sirvió como fortaleza  del ejército mexicano contra el norteamericano.

La conmemoración fue encabezada por Alfonso de Maria y Campos, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y Raúl Flores, delegado de Coyoacán, en la que se rememoró el hecho heroico en el marco de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia.

Luego de destacar que la importancia de evocar esta batalla, es recordar la fortaleza y estoicismo de la nación, De Maria y Campos hizo alusión a lo señalado por el historiador Arnold Toynbee, en el sentido que “los grandes pueblos lo son, porque fueron sometidos a pruebas y grandes retos; no es posible construir una gran nación si ésta no ha sido sometida a pruebas profundas, a retos civilizatorios, a grandes amenazas”.

La superioridad numérica de los norteamericanos, la escasez de municiones de los mexicanos y una bomba que provocó una explosión en la reserva de pólvora que los dejó sin posibilidades de seguirse defendiendo, permitió que el general David E. Twiggs tomara el convento pidiendo a los soldados mexicanos que entregaran sus municiones. Ahí tuvo lugar la famosa respuesta, que el General Anaya le dijo al mando norteamericano: “Si hubiera parque, no estaría usted aquí”.

“Sirva esta enseñanza de la derrota que hoy recordamos para aprender de ella, sirva para saber lo que genera la desunión, el no trabajar por metas comunes, más allá de la gran diversidad lingüística, étnica, religiosa, intelectual e ideológica que tiene México.

“La unión tiene que ser el mensaje de este momento histórico, en este Bicentenario que está ligado a la libertad a la igualdad y a la lucha por la soberanía que hoy también conmemoramos con la Batalla de Churubusco, pero sobre todo con la unión que todos los mexicanos debemos de tener para enfrentar el momento presente, y legar a las futuras generaciones un pueblo mas unido más fuerte, libre y más próspero”, mencionó el titular del INAH, Alfonso de Maria y Campos.

En su intervención, Enriqueta Cabrera, directora del MNI, expresó que “es una celebración que tiene mucho sentido en el Bicentenario, porque el combate en contra de las distintas intervenciones en México fue ni más ni menos que la reafirmación de nuestra Independencia, la cual realmente se consolidó cuando nos constituimos como República Federal después de derrotar a la Intervención Norteamericana”.

En la ceremonia cívica, decenas de soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional, fueron los encargados de escoltar la bandera nacional hasta la explanada del Ex Convento de Churubusco, donde se rindieron los honores correspondientes al lábaro; enseguida, se dio la aparición de los generales Antonio López de Santa Anna y Pedro María Anaya, representados por actores.

Con la presencia del cronista de Coyoacán, Luis Eveaert, y Rogelio Álvarez, autor de la Enciclopedia de México, López de Santa Anna —encarnado por un actor, y con base en textos históricos—, se hizo presente en las puertas del MNI; el personaje, quien a la sazón era presidente de México, justificó su papel en la batalla, al decir que no tuvo la culpa de que el ejército mexicano no haya podido hacer frente al invasor.

Mientras tanto, el general Pedro María Anaya, representado por otro histrión, quien esa tarde estuvo al frente de la resistencia junto con Manuel Rincón, culpaba a Santa Anna, al enviar a Churubusco un arsenal de balas que resultó inservible para las armas, toda vez que el calibre de las municiones era de tamaño diferente al de las carabinas.

Finalmente, ese 20 de agosto de 1847 el ejército mexicano, que sumaban alrededor de mil 300 entre los batallones Independencia, Bravos y el de San Patricio resultó derrotado en la batalla contra los seis mil invasores estadounidenses.

En la ceremonia cívica también se contó con la presentación de la Banda de Gaitas del Batallón de San Patricio del MNI, la cual —fundada en 1997—, dio vida al Tatto, una ceremonia especial que se hacía para animar al ejército para el combate.

La conmemoración de la Batalla de Churubusco también incluyó la inauguración de la exposición Litografías de Karl Nebel. Imágenes de la Invasión, montada en la barda perimetral del ex convento y que presenta  la reproducción a gran escala de 10 litografías del dibujante alemán, que dan testimonio de la Intervención Norteamericana en México, al haber sido hechas al fragor del combate.

La exhibición, que permanecerá vigente hasta finales de septiembre, fue  curada por José Luis Juárez, autor del libro Las litografías de Karl Nebel. Versión estética de la invasión norteamericana, 1846-1848.

El Museo Nacional de las Intervenciones se ubica en calle 20 de Agosto y General Anaya s. núm., San Diego Churubusco, delegación Coyoacán, México, DF. Teléfonos: 56 04 09 81 y 56 04 37 23.

Fuente:  (INAH)

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