Califican de inaudito el éxito de la exposición de Frida Kahlo en Berlín

ocho horas para poder ingresar al recinto.  

La curadora de la exposición declaró hoy a Notimex, en Berlín, que si bien tanto ella como el Museo esperaban que la exposición fuera un magneto para el público en la capital alemana en un museo tan prominente como el Martin Gropius, los resultados superaron todas sus expectativas.  

Este lunes, último día de la exposición, el museo cerrará hasta la medianoche en vista de la enorme cantidad de personas que hay formada para entrar.  

En los últimos días, el museo se mantuvo abierto hasta más allá de las 22:00 horas, para que los visitantes pudieran entrar después de horas de hacer fila. ‘Eso no lo esperábamos’, dijo Prignitz-Poda.  

Atribuyó el enorme éxito de la exposición a que la gente ve en Frida Kahlo una luchadora que se impuso a la desgracia y a las difíciles condiciones de vida, y se identifica con ella.  

Manifestó que desde su punto de vista, las obras que más llamaron la atención fueron los autorretrtos de Frida, aunque la gente observaba largamente cada una de las obras y piezas expuestas.  

La curadora dijo que había visitado exposiciones de la obra de Frida en Nueva York, en México, en Londres, pero que jamás se habían registrado tantas horas de espera que la gente aceptó pacientemente con tal de poder ver la Retrospectiva.  

Estimó que el interés también se debe, en parte, a que el público sabe que probablemente no volverá a tener la oportunidad de ver una colección tan amplia de obras de Frida, ya que ésta reunió las piezas de 72 coleccionistas.  

Helga Prignitz-Poda dijo que el hecho de que Frida Kahlo tuvo un padre alemán no fue una de las razones del interés. El Museo informó a Notimex que más de 200 mil visitantes acudieron a la Retrospectiva sobre la obra de Frida Kahlo. La cifra exacta se dará a conocer mañana martes en Berlín.  

Algunos medios de prensa, como el ‘Die Welt’, se preguntó la razón por la que la gente acudía de todas partes del país y del extranjero y soportaba una espera interminable, siendo que ha habido poco interés en la exposición de pintura alemana en la vecina galería Gemäldegalerie, que es también un prominente recinto cultural.  

El Museo Martin Gropius Bau se ubica a unas tres cuadras de la Puerta de Brandenburgo y de la Plaza Potsdam.  

En los tres meses que duró la exposición, fueron frecuentes las escenas de visitantes que llevaban sillas plegables y periódicos para esperar pacientemente su turno de entrada, que fue de por lo menos cuatro horas.  

Además se apostaron diariamente vendedores de brezel, -el pan bávaro en forma de lazo salpicado con gruesos granos de sal- para calmar el hambre de los visitantes.  

El Museo contrató ayudantes que continuamente llevaban a cabo chequeos sobre el tamaño de las colas y poder informar a los visitantes el tiempo que debían esperar.  

El director del Museo, Gereon Sievrnich, ya esperaba que la exposición fuera un magneto cuando la inauguró el 30 de abril, pero sus expectativas se quedaron cortas.  

La afluencia de gente dispuesta a pasar horas en la calle a pesar de la lluvia y el sol para ver la obra de Frida fue tal, que el horario de cierre del museo se alargó de las 17:00 a las 22:00 en las últimas semanas.  

Ya a las 9:00 de la mañana, cuando abre el museo sus pruertas, había filas de gente esperando. La Retrospectiva de Frida superó, asimismo, el número de visitantes que atrajo otra gran exposición en el Museo Martin Gropis Bau, y que fue la de los trabajos de Henri Cartier-Bresson, que en su momento recibió a 120 mil personas.  

La cantidad de personas que fueron al Museo a ver la Retrospectiva hizo que el libro de huéspedes se agotara muy pronto, y a él le siguieron otros cinco, hasta que el Museo se dio por vencido.  

La curadora de la exposición, Helga Prignitz-Poda, se mostró sorprendida y conmovida por la admiración que despierta Frida. En los libros de huéspedes leyó anotaciones como ‘Toda mujer sale con la cabeza en alto de esta exposición. Gracias!’. Otra persona anotó: ‘He esperado 20 años para volver a ver en este casi sagrado recinto una vez más los cuadros de Frida. Qué regalo es esta retrospectiva. Volveré, Frida!’.  

Helga Prignitz-Poda manifestó que lo que la mayoría admira en Frida es su fortaleza a pesar del ‘inmenso padecimiento’ que tuvo que experimentar en esta vida, y comentó que hubo gente que hizo varias veces las colas para volver a ver la exposición.  

La curadora dijo que sólo hay pocos artistas como Frida que despiertan interés más allá de las fronteras generacionales, y que su vida ejerce una gran fascinación en el público, y mucha gente parece verse reflejada en sus obras.  

Las mujeres excedieron la cifra de los hombres que visitó la exposición. Entre los visitantes los hubo de diversos países europeos que viajaron a Berlín con el fin de ver la Retrospectiva y que llegaron procedentes de Holanda, de Singapur, de Irlanda, de Malasia y hasta de México.  

De acuerdo a la información recolectada hasta ahora por el museo, el cuadro de Frida que mas gustó fue el de ‘Autorretrato con un collar de espinas’, de 1940, que también fue muy vendido como poster en la librería del Martin Gropius Bau.  

Ese cuadro fue el que se usó para publicitar la exposición. Este expresa claramente el sufrimiento de Frida después de la separación de Diego Rivera, quien le era constantemente infiel, y fue entonces cuando pintó esa obra.  

La exposición va ahora a Viena, y se exhibirá en el Foro del Arte de la capital austríaca a partir del 1 de septiembre hasta el 5 de diciembre.  

Esa será, por lo pronto, su última estación en Europa, ya que los coleccionistas e instituciones que poseen las obras quieren tenerlas de nuevo consigo. Además, requieren de condiciones físicas especiales para que se conserven en buen estado.  

La Retrospectiva en Berlín reunió 150 piezas de la artista entre cuadros, dibujos y efectos personales. 45 de los cuadros procedieron de prominentes colecciones privadas.      

Fuente: (Notimex)

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