Vuelta del ganadero Jorge de Haro y oreja para Adrián Padilla en la “Plaza de Toros Arroyo”

silencio, el tlaxcalteca Antonio Vázquez aplausos y el colombiano Camilo Pinílla dio vuelta al ruedo.

Ante una excelente entrada se corrieron cuatro bien presentados ejemplares de la ganadería queretána de Jorge de Haro, de los cuales uno fue aplaudido en el arrastre y uno recibió el homenaje del arrastre lento.

Abrió el festejo el poblano Michel Matta (albo y azabache) con Titito, número 56, cárdeno claro bragado meano y cornidelantero con 418 kilos, verónicas caminándole del tercio a los medios; el novillo recibió dos puyazos y Antonio Vázquez le hizo un quite por chicuelinas, respondiéndole Matta con un quite por navarras. Faena al compás del pasodoble “Novillero” con muletazos con la diestra y al final de la misma, ocho naturales a regañadientes, volvió a la diestra para recetar otra serie de derechazos rematados con un bello trincherazo. Fatal con la espada: una estocada caída y doce descabellos con un aviso entreverado que le envió el juez de plaza Gilberto Ruiz Torres. Aplausos al novillo en el arrastre y silencio para el poblano.

El tlaxcalteca Antonio Vázquez (azabache) con Cataluña, número 40, castaño bragado meano rebarbo y cornidelantero con 392 kilos lo recibió con un farol de hinojos en tablas y le hizo un quite con faroles invertidos y lo remató con una larga de pintura. Se animó a banderillear y dejó tres pares al cuarteo. Le brindó a Don Pepe Arroyo, para hacer una faena con derechazos por todo el ruedo con poca transmisión al tendido; con la toledana, dos estocadas y un descabello para escuchar aplausos.

El novillero de Manizales, Colombia, Camilo Pinílla (obispo y oro) dio la vuelta al ruedo después de despachar a Defensor, número 76, cárdeno obscuro bragado meano y cornivuelto tocado del izquierdo con 396 kilos, capotazos y un quite con una tafallera. Le brindó al cónclave tlalpense, para dar buenos derechazos en la puerta de cuadrillas y naturales en el centro del redondel, otra serie de derechazos en la querencia hasta ser trompicado sin consecuencias que lamentar; se fue tras el acero para dejar una estocada delantera y caída.

Cerró el festejo el leonés Adrián Padilla (violeta y oro) con el excelente novillo Libertad, número 78, cárdeno obscuro bragado meano y capacho con 398 kilos, al cual veroniqueó bajando las manos, hasta que el burel dio una vuelta de campana de tanto humillar; le hizo un quite por chicuelinas. Con la pañosa una buena faena con tres excelentes series de derechazos, se cambió a la siniestra pero la faena decayó por lo cual volvió a la diestra para escuchar nuevamente aplausos; estocada y certero descabello para cortar una oreja, arrastre lento al queretano y vuelta al ruedo en compañía del empresario y el ganadero.

La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento
Fuente: (Mundotoromexico.com)
Foto: Mundotoromexico.com

 

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