“La naturaleza de la memoria”, de Erick Vázquez, un libro preguntón, diferente y genuino

sorpresa que les representó su lectura.

Elisa Corona, becaria del Fonca en el género de ensayo literario, afirmó que La naturaleza de la memoria es, sin duda, una de las más gratas sorpresas literarias que ha tenido en mucho tiempo, porque como pocos escritores jóvenes, Vázquez transita entre la narrativa epistolar, el ensayo y la poesía.

Agregó que en sus páginas se hace presente la razón apasionada, la emotividad intelectual, la complejidad de una ensayística que igual lleva al lector por las fiestas de principio de año, las casas y cocinas de unos cuantos amigos, que por los episodios entrañables de libros de Virginia Woolf, todo en un afán por explicarse las preguntas que todos nos hacemos secreta o abiertamente: qué es el amor, qué es la intimidad, qué es la memoria.

En opinión de la también traductora y guitarrista, Erick Vázquez es de esos raros ensayistas que se despojan de toda reglamentación y encuentran así una profunda claridad en su escritura, un orden secreto en su técnica que, de tan natural, parece no deberse a la práctica y al perfeccionamiento, sino al talento innato.

“Qué es la intimidad -se pregunta Erick Vázquez en La naturaleza de la memoria-, qué es el dolor y responde a veces sobre los territorios de la arquitectura, de la botánica, de la historia, sin distinción mayor que aquella la de la relación fluida y casi onírica de los pensamientos y sus mágicas relaciones. También se cuestiona por qué ahora es cursi hablar de amor, por qué temer el dolor que este conlleva, por qué la técnica tiene que ver con el dominio, la decoración con el sonido…”, apuntó.

Para Corona Aguilar, Vázquez es capaz de encontrar el sentido oculto entre un cuarto que se resquebraja por la humedad y una manera de entender la muerte; habla igual del Muro de Berlín  que de las cartas de amor entre uno y otro lado del propio muro; de las Cruzadas y del papel de la mujer en la Edad Media; que del arte contemporáneo y su aversión por sus orígenes románticos.

Observó que la escritura de Erick Vázquez es esclarecedora, profunda en su observación, penetrante en su juicio y que no por su intelectualidad abandona la emotividad que conlleva el tratar de explicar la naturaleza de la memoria.

Por su parte, Lorena Ventura, poeta, maestra en Letras por la UNAM y becaria del Fonca en la rama de poesía, dijo que los ensayos que se reúnen en La naturaleza de la memoria parten siempre de preguntas muy personales: qué es la amistad, qué es un lazo afectivo, qué es la intimidad, qué es la memoria. Y las respuestas que intenta, siempre nos devuelven a las experiencias cotidianas de nuestra propia vida.

Desde su punto de vista, se trata de un libro que “afortunadamente no nos enseña nada, que pregunta mucho y responde, que muestra que el artista moderno no quiere saber nada de técnica ni de tradición; que las flores son poseedoras de una intimidad a la que no se puede penetrar sino mediante la violencia sobre sus pétalos; que lo propio hoy es hablar de sexo y no de amor, pues se corre el riesgo de la cursilería; que el dolor, entre otras cosas, sirve para hacernos conscientes de nuestra presencia en el mundo y constituyen, hechos más o menos evidentes a los ojos de todos”.

Para Lorena Ventura todos estos hechos son los que finalmente dejan su marca indeleble sobre nuestra intimidad, sobre lo que somos y que por ello debieran ser importantes para todos. “Porque después de todo y como las casas que hemos habitado, los aromas que de vez en cuando nos transportan al jardín secreto de nuestro pasado, la literatura es también un chorro de luz diciéndole que no a la oscura puerta del olvido”.

Erick Vázquez nació en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, en 1977. Actualmente cursa el doctorado en Artes y Humanidades en el Instituto de Comunicación Artes y Humanidades de Monterrey; fue becario del Centro de Escritores de Nuevo León 2000.

Ha obtenido reconocimientos como el Premio Nacional de Literatura para la Crítica de las Artes Plásticas “Luis Cardoza y Aragón” 2002. Ha publicado en varios catálogos y revistas en torno del arte contemporáneo.
AMS

Fuente: (CONACULTA)

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