Luis “Caballito” Heredia, de sólo 15 años, con sus disparos de 95 millas por hora deslumbra a clubes ligamayoristas

placa de pitcheo, Luis Heredia luce aún más imponente. Pero hay algo raro en esa imagen. Algo que no concuerda.

No se necesita mucho tiempo para darse cuenta de qué es. El rostro quemado por el sol de la Perla del Pacífico no puede ocultar su corta edad. Pero Heredia, con apenas 15 años, es la nueva joya del béisbol mexicano… y tal vez del mundo.

El joven sinaloense, con la misma facilidad que retira enemigos en la Liga Mazatlán, ha dejado boquiabiertos a todos los visores de Grandes Ligas que lo han visto lanzar, más de una docena han quedado impresionados con un repertorio que además de la poderosa recta, cuenta con una curva, un cambio y una recta cortada.

Mike Brito, quien descubriera a Fernando Valenzuela, lo compara con Jake Peavy. Los analistas de la cadena estadounidense NBC, dicen que es el nuevo Aroldis Chapman.

Él, él no se ve así. Aún cuando Peavy ya tiene un Cy Young en su haber, y aún cuando Chapman, el desertor cubano, tiene un futuro prometedor, Heredia se ve un paso más adelante.

‘Yo me comparo con Stephen Strasburg’, dice el joven al otro lado de la línea telefónica con la humildad y acento característico de la gente de su región, hablando del novato fenómeno de los Nacionales de Washington que ha tomado la Gran Carpa por asalto.

Y tal vez no esté equivocado. Han sido más de 14 equipos de Grandes Ligas los que lo han ido a ver lanzar, el Pittsburgh Post-Gazzette reporta que las ofertas por él superan los 2.5 millones de dólares.

Pero hay un detalle, no puede firmar hasta cumplir los 16 años de edad, no será sino hasta el 10 de agosto que un equipo se saque la lotería. Y Heredia, a través de la bocina, deja claro que no se trata de dinero, se trata de oportunidades, de gloria, del sueño de la Gran Carpa.

“Quiero firmar con el equipo que me de más oportunidades. Que no tenga mucha gente en la posición que me pueda servir de obstáculo en mis objetivos”, dice el joven, que aún a la distancia, deja ver su madurez.

Y entre sus palabras, se asoma un nuevo secreto, tal vez el que marque su camino hacia la realización de sus sueños.

“La gente de Washington me ha comentado que ya tiene gente de mi edad en sucursales, incluso en Doble A”, señala.

Y pese a que los Nacionales no tienen el glamour de otros equipos, podría asomarse la posibilidad de jugar en la capital de los Estados Unidos, incluso cuando los míticos Yanquis de Nueva York ya lo fueron a ver.

“Los Yanquis, claro que me llaman la atención. Pero yo lo que quiero son oportunidades de llegar”, dice. “Los scouts me dicen que puedo estar en Grandes Ligas a los 19 años, pero me gustaría llegar a los 18”.

Oportunidades que se ha ido ganando desde que empezó a jugar a los cuatro años en la Liga Mazatlán, donde permaneció durante una década hasta que firmó con el Águila de Veracruz y apenas hace unos días como jugador de primera firma con los Venados de Mazatlán.

Fue con apenas siete años de edad, que los coaches decidieron probarlo en la loma, pero tal vez, los entrenadores solo descubrieron lo que ya corría por la sangre del hijo de Héctor ‘Caballo’ Heredia.

“A los siete años me pusieron a lanzar, vieron que tenía buen brazo, que tenía buena estatura y desde entonces me he ido desarrollando”, dice el ‘Caballito’.

Y lo mejor está por venir. Falta una rúbrica en un contrato, un par de años de trabajo, de pulir un diamante en bruto, para que el joven de rostro bronceado y brazo de fuego se convierta, muy acorde al argot del béisbol, en un auténtico ‘Caballo’.

Fuente: (lmb.com.mx)

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