“Zapata en Morelos”, reúne un centenar de objetos históricos, entre ellos la ropa y el sombrero que portaba el jefe revolucionario el día de su asesinato

Mexicana, y obras de arte contemporáneo alegóricas al Caudillo del Sur, se conjuntan en la exposición Zapata en Morelos que a partir de este 6 de julio puede visitar el público en el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”.

Se trata de una exposición que muestra la geografía que transformó el jefe revolucionario, a manera de un “ajuste de cuentas de los zapatistas con la historia”, y no de una biografía del personaje; para lo cual se integran fotografías del paisaje morelense actual, cien años después del movimiento revolucionario.

Durante el recorrido de prensa por la exposición, organizada de manera conjunta por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y el Gobierno del Estado de Morelos, se dieron a conocer los pormenores de esta muestra que estará vigente hasta agosto próximo, y que además incluye un video con 60 rostros de Emiliano Zapata, plasmados por creadores plásticos de diferentes periodos y corrientes artísticas, que dan cuenta de la figura iconográfica del revolucionario.

La muestra forma parte de las conmemoraciones del Centenario del Inicio de la Revolución Mexicana y el Bicentenario de la Independencia de México, misma que fue presentada esta mañana por la coordinadora nacional de Museos y Exposiciones del INAH, Lourdes Herrasti; el director del Museo Nacional de Historia, Salvador Rueda, y el secretario de Turismo de Morelos, Hugo Salgado.

El historiador Salvador Rueda, quien realizó la curaduría de la exhibición —basada en el libro Zapata en Morelos, editado por Lunwerg, Planeta y el Gobierno de Morelos y de coautoría con María Helena Noval—, resaltó que durante años los historiadores han llenado cientos de páginas de libros especializados en zapatismo, sin embargo siempre les ha resultado difícil hacer divulgación sencilla del tema, recuperar el acontecimiento en su sentido más humano y esa es la aventura de esta exposición.

“En lo que se refiere a las imágenes captadas por Adalberto Ríos Lanz y Adalberto Ríos Szalay, son testimonios de la existencia de los pueblos que iban a desaparecer antes de la Revolución y de los vestigios de las haciendas tras la lucha zapatista. Es decir, el Morelos de Emiliano Zapata y la relación con su entorno.

En tanto que entre las piezas históricas que el público puede apreciar se encuentra la ropa y el sombrero que portaba Emiliano Zapata el día de su asesinato, el 10 de abril de 1919. También se incluyen su baraja, su talismán (una piedra ágata), su cama y algunas armas, entre ellas la pistola que Francisco Villa le regaló el día de su encuentro en Xochimilco, y el rifle grabado con su nombre.

Otras piezas importantes son la silla presidencial en la que Emiliano Zapata nunca se quiso sentar y donde fue captado con Villa, y como contraparte, su silla de montar, en la que iba sentado cuando lo asesinaron; también se presentan dos fotografías inéditas, una de cuando el revolucionario era niño, ampliada a tamaño mural, y otra de bolsillo, de su rostro.

Dichas piezas pertenecen a los acervos de los museos de Tlaltizapán y Anenecuilco, y al Museo Nacional de Historia. Destaca también una bandera del ejército revolucionario de Morelos, acervo del Museo Regional Michoacano.

La muestra también incluye piezas de arte, entre ellas dos obras de Arnold Belkin, así como un retrato al óleo de Pedro Zamora. También se puede ver un video que contiene diferentes rostros de Zapata tomados de pinturas, fotografías y dibujos que dan un panorama de cómo han interpretado al caudillo distintos artistas.

Zapata en Morelos está dividida en cuatro secciones, comienza con las haciendas donde se presentan algunos objetos del Porfiriato vinculados con este sistema de economía, el cual comienza su modernización en 1785, justo el año en que Zapata nació; el recorrido continúa con la infancia de Zapata y finalmente se aborda la lucha revolucionaria y la muerte del caudillo.

La presentación de esta exhibición no es cronológica sino que destaca la parte humana del personaje; los objetos están acompañados de una serie de textos y una recopilación de fragmentos que escritores, pensadores y poetas han dedicado a la figura del revolucionario, incluidos los corridos en su honor; las piezas históricas se ubican al centro de las salas, rodeadas por las fotografías y pinturas contemporáneas colgadas de los muros.

Zapata en Morelos se complementa con una exhibición paralela dedicada a la charrería porque “esta costumbre explica a Emiliano Zapata y sus símbolos de caudillo; fue un revolucionario que nunca se vistió de militar, era un general vestido de civil porque mostraba lo que realmente era: un civil en armas”, dijo Rueda Smithers.

La muestra, curada por la historiadora Thalía Montes, se titula Hombres a galope y a la revolución; reúne 30 piezas, la mitad corresponde a objetos propios de esta tradición y 15 pinturas alusivas elaboradas por Ernesto Icaza. Entre los objetos históricos destacan la chaqueta de José María Morelos, devuelta a México por Alfonso XIII el Sabio en el Centenario de la Independencia, con la cual inicia el recorrido, y las banderillas de Emiliano Zapata. También hay un ajuar de caballo, puntas de lanza e indumentaria de charros.

Ambas muestras permanecerán en exhibición de julio a agosto en el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”. Visitas de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas.

Fuente:  (INAH)

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