acabó”.
Relata que entre 1962 y 1972 se dedicó a comprar aguamiel a campesinos de la región para elaborar pulque, que distribuía en unas 80 pulquerías de la zona de Zumpango a Tlalnepantla, pero a partir de ese último año inició la debacle del “tlachicotón”.
“En 1972 le dieron chicharrón a la industria pulquera”, señala y para probar su dicho dice que entonces había unas siete mil pulquerías en el Distrito Federal, la mayoría de las cuales fueron cerradas por la autoridad, lo que favoreció el consumo de cerveza.
Agrega: “Hubo la creencia de que al pulque le faltaba un grado para ser carne, la verdad quién sabe. Nosotros acostumbrábamos comer unas enchiladas y un litro de pulque y estábamos tan fuertes como quienes ahora toman vitaminas”.
En este municipio se realizó la Primera Feria del Pulque, organizada por el Grupo Cultural Tlaxomulco, la cual no contó con apoyo del gobierno municipal y cuyo objetivo es rescatar tradiciones. Hubo comida prehispánica y el tradicional “baile del cuero”, así como conferencias en torno al “neutle”.
En la feria no podían faltar los adoradores de Mayahuel, la diosa del pulque, como Alfredo Olivares Pérez y José Luis Ayala García. “¿Por qué crees que estamos aquí?”, dicen al tiempo que liban el néctar del maguey, sobre todo de “ajo” (de a jodido o blanco, a 12 pesos el litro).
Lourdes Roldán, habitante de Melchor Ocampo e integrante del grupo organizador, instaló el puesto “El Chamaquero”, con pulque blanco y curados diversos. “No nos dedicamos a esto. En las fiestas familiares compramos 600 litros de pulque y se acaban. Mi abuelito, Teódulo Roldán, el único Teódulo que queda en Melchor Ocampo, de 87 años, se acaba una jarra”.
César Augusto Flores López, de la pulquería M Force, ubicada en Tultepec y considerada entre las mejores de la región, menciona que los curados de piñón, nuez y ostiones con jitomate son los más buscados.
Fuente: (CONACULTA)
