Presentan el libro “Vladimir Cora. Los Apóstoles”, sobre las esculturas del artista nayarita

Internacional Cervantino y que actualmente se exhibe en la explanada del Palacio de Bellas Artes.

Este libro, que contiene textos de los críticos de arte Carlos Blas Galindo y Lili Kassner, así como de la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar; Teresa Vicencio, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); y Lidia Camacho, directora del Festival Internacional Cervantino (FIC); fue presentado este lunes en el Palacio de Bellas Artes.

Los Apóstoles es una serie de 12 enormes cabezas de madera talladas durante más de seis meses e inspiradas en los seguidores de Jesucristo y que el pintor y escultor Vladimir Cora (Acaponeta, Nayarit, 1951) “sembró” en Guanajuato el año pasado, durante las actividades del 37 Festival Internacional Cervantino, y que hasta el próximo 20 de junio permanecerán en la explanada del Palacio de Bellas Artes para después iniciar una itinerancia por varios estados de la República Mexicana.

En la presentación de este volúmen participaron Magdalena Zavala, coordinadora Nacional de Artes Plásticas del INBA; el poeta y crítico de arte Miguel Ángel Muñoz; Lidia Camacho, Valdimir Cora y Carlos Blas Galindo, director del Centro Nacional de Investigación de las Artes Plásticas (Cenidiap), quien se refirió al escultor nayarita como un creador que “hace arte del futuro”.

“Vladimir está a favor de un arte que se defina no por los nacionalismos, pero sí por la marca de época y de lugar donde fueron hechos; un arte post-occidental que toma en cuenta a los públicos pero que no es complaciente”, refiere Blas Galindo.

La doctora Lidia Camacho señaló que las 12 figuras monumentales talladas en troncos de Huanacaxtle no sólo serán 12, pues el propio Vladimir ha confesado que este es el inicio de una larga serie de apóstoles.

“A través de la serie Los Apóstoles, Cora rinde homenaje a todas aquellas personas que hacen un apostolado, a quienes realizan su labor con entrega de manera cotidiana, a las mujeres, a los artistas, a los poetas, a los trabajadores, a los luchadores sociales, a los ecologistas, en fin, a todos aquellos que trabajan con una entrega y una vocación real.

“El libro fue concebido y diseñado buscando mantener una vocación de lo natural ligada a lo estético. El resultado es un libro-arte objeto armado a mano y elaborado en gran parte con materiales ecológicos como papel fabricado con material reciclado y algas marinas; las fotografías que reproducen las 12 esculturas han sido impresas en papel couché y pegadas a mano, precedidas de un boceto impreso en papel albanene dibujado por el propio Vladimir Cora”, expresó la directora del FIC.

En su oportunidad, Miguel Angel Muñoz, critico de arte, poeta e historiador, dijo consideró que Vladimir Cora es un pintor y un escultor de una ambición heroica, de una integridad en el ejercicio de su trabajo incesante que hace acordarse de esos pintores proteicos que no descansaban nunca, que parecían aspirar a meditarse no sólo con toda la riqueza y la variedad del mundo visible, sino con la historia entera del arte.

Cora, quien lleva el apellido del grupo étnico al que pertenece –los Coras de Nayarit–, comenzó a trabajar esta serie escultórica a finales del año 2008 y la terminó a mediados del 2009. Si bien el tema de los Apóstoles lo retoma de la Biblia, el escultor asegura que se trata de un homenaje a los promotores culturales, a todas las personas que llevan un apostolado, así como a los niños y jóvenes.

El artista se define a sí mismo como un romántico que debió haber nacido en el siglo XVIII y afirma que la escultura es un arte que le fascina. “Me encanta acariciar el cuerpo de la mujer, tocarla, sentirla y besarla. Eso me pasa con la escultura, la acaricio cuando tallo la madera o cuando trabajo el yeso para hacer piezas en bronce”.

Vladimir Cora estudió Artes Plásticas en la Escuela de Pintura y Escultura en Tijuana y en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura “La Esmeralda” del INBA. Recibió mención honorífica, Primera Bienal de Pintura Rufino Tamayo en Oaxaca, el Gran Premio de Confraternidad de Cuatro Culturas en la Primera Bienal de Pintura Iberoamericana del Instituto Andino de Artes Populares en Miami, Florida, Estados Unidos; y en 1989 el Premio de Artes Plásticas del Gobierno del Estado de Nayarit.
MAC

Fuente: (CONACULTA)

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