Retoman uso de cal con alumbre, mucílago de tzalam y baba de nopal en monumentos yucatecos

utilizó en la edificación de obras civiles y religiosas que hoy son motivo de orgullo para los yucatecos.

Con el objetivo de revitalizar la aplicación de la cal apagada en monumentos prehispánicos e históricos de la entidad, cuyo empleo disminuyó ante métodos de restauración que en su momento se consideraron más eficaces, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) han programado una cátedra y talleres de capacitación al respecto.

Este fin se semana, en la Facultad de Arquitectura de la Uady, el secretario de Obras Públicas del Gobierno del Estado, Francisco Torres Rivas inauguró la cátedra en compañía del director de esa institución Ginés Laucirica Guanche y del director del Centro INAH en Yucatán, David Aceves Romero.

La primera sesión teórico-práctica, sobre la hidratación de la cal, estuvo a cargo de arqueólogo Mario Córdova Tello, investigador del INAH en el estado de Morelos, quien compartió su experiencia en la aplicación de este recurso en monumentos coloniales y zonas arqueológicas.

Con módulos teóricos y prácticos, las actividades se llevaron a cabo este 12 y domingo 13 de junio en la Facultad de Arquitectura de la Uady, con la participación de supervisores de obras públicas y jefes de las brigadas locales, tanto del gobierno estatal como de empresas del ramo, así como de estudiantes de arquitectura y arqueología, y profesionales relacionados con el patrimonio cultural.

De acuerdo con el arqueólogo José Huchim, director de la Zona Arqueológica de Uxmal y uno de los organizadores de esta actividad, los beneficios de la aplicación de la cal son varios en términos de conservación del patrimonio edificado, por ejemplo, el agua con hidróxido de calcio permite consolidar recubrimientos agrietados, adhiriendo nuevamente los materiales.

Asimismo, cuando la cal fragua se convierte en un mortero (mezcla con fines constructivos) muy resistente, “prueba de ello es que en Yucatán tenemos edificios mayas de más de mil 500 años y todavía siguen pie, hay morteros hechos por los antiguos mayas que aún están sólidos”.

En el evento académico participaron ingenieros, arqueólogos y arquitectos, adscritos a la Uady, el INAH y el Instituto Tecnológico de Mérida, quienes abordarán temas como la obtención y clasificación de la cal, el uso de tzalam (planta endémica) en la construcción; y los trabajos de conservación realizados en sitios oaxaqueños como Yagul y en la arquitectura vernácula de San Pablo Villa de Mitla, a través del uso de materiales locales, entre ellos la cal.

La parte práctica del taller se realizó en el Templo de Nuestra Señora de Mejorada, en Mérida, una construcción del siglo XVII, cuyo techo fue impermeabilizado con cal y se enseñó a los participantes a preparar mezclas de cal, alumbre, mucílago de tzalam, baba de nopal o pulpa de sábila, además de la preparación de áreas de trabajo estas mezclas también se aplicaron en una pared histórica  y cubiertas de la Facultad de Arquitectura de la Uady.

En ese sentido, José Huchim comentó que “estamos en un proceso de regresar a la utilización de estas técnicas y materiales, para poder lograr una restauración más eficaz. Entre otros experimentos, hemos reconocido que los antiguos mayas hervían la planta de tzalam para la preparación de los morteros y esto daba una mayor consistencia a los materiales y un fraguado de la cal efectivo.

“En la actualidad se emplean materiales modernos en los morteros, pintura industrial, químicos en los resanes, así como impermeabilizantes industriales, los cuales de alguna manera más que conservar afectan la estabilidad del patrimonio arqueológico e histórico debido a la incompatibilidad con los materiales antiguos”.

Algunos de los expertos que brindaron la capacitación fueron los ingenieros Pedro Galo Carrillo y Efraín Morales Bojórquez, el arqueólogo Mario Córdova Tello y la restauradora Rocío Jiménez Díaz, así como los arquitectos Julio Ibarra López y Luis García Lalo, adscritos a la Zona Arqueológica de Monte Albán, a través del programa Corredor Arqueológico del Valle de Oaxaca.

Se plantea se esta cátedra continúe impartiéndose con la intención de que a corto y mediano plazo, el personal que intervine monumentos arqueológicos e históricos esté lo suficientemente capacitado y así se garantice la alta calidad en la conservación del patrimonio.
Fuente: (INAH)

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