Los mayas conocían de prehistoria: concibieron el inframundo como una ciudad acuática

inframundo estuvo asociada con una ciudad acuática.

Para los antiguos palencanos los fósiles marinos fueron la prueba contundente de que hace miles de años el mundo estuvo cubierto por mar, y a partir de este hecho crearon su idea del origen del mundo, indicó la arqueóloga Martha Cuevas, corresponsable junto con el geólogo Jesús Alvarado de este estudio que desarrollan de manera conjunta el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Se trata de una investigación emprendida hace tres años, orientada a comprender el simbolismo que dieron los antiguos mayas a los vestigios prehistóricos, particularmente de los 31 fósiles que se han encontrado, desde los años 50 a la fecha, en este sitio arqueológico.

La investigadora del INAH indicó que los restos petrificados han sido hallados principalmente en contextos funerarios, entre los que destacan fósiles de diferentes animales marinos, dientes de tiburón y espinas de raya que fueron depositados como parte de ofrendas funerarias.

“Así mismo, durante las investigaciones realizadas en los templos del Grupo Norte,  La Cruz, La Cruz Foliada y en la construcción que está frente a éstos, se han encontrado lajas con fósiles marinos que utilizaron los antiguos mayas como lápidas de tumbas o como parte de ofrendas dedicadas a sus dioses, lo cual adquiere relevancia dentro del estudio de la cosmovisión maya”.

Hasta el momento, dijo, se han descubierto 31 fósiles que datan de distintos periodos, los más antiguos corresponden al Paleoceno, es decir de hace aproximadamente 63 millones de años, “estos vestigios fueron utilizados principalmente con fines rituales, durante el Clásico Tardío (600-850 d.C.), cuando seguramente fueron hallados por los palencanos”.

Con esta investigación “se busca saber si a través del contacto que tuvieron los antiguos mayas con estos fósiles marinos, hace más de mil 200 años, incorporaron este tipo de elementos en la concepción de su cosmovisión.

“Creemos que a partir de estos hallazgos, seguramente accidentales, ellos empezaron a crear su propia idea sobre el origen del mundo, y que también hoy conocemos por las representaciones iconográficas y los textos jeroglíficos que dejaron en el sitio, así como por los mitos que todavía se escuchan”, comentó Martha Cuevas.

Añadió que “de acuerdo con lo registrado en mitos de la época colonial, para los palencanos estos fósiles fueron el testimonio más claro de que en la antigüedad la tierra estaba cubierta por mar, y que a partir de la actuación de sus dioses, quienes ordenaron que el agua se retirara, emergió su ciudad y con lo cual inició la era actual.

“Los mayas asentados en Palenque tenían la noción de que la tierra fue diferente hace miles de años, y por ende que su mundo era mutable, es decir, que estaba sujeto a transformaciones”.

Si esto es así –dijo— significaría que los antiguos palencanos infirieron que los fósiles marinos eran importantes porque remitían al momento del origen de la humanidad y estarían relacionados con la muerte, porque creían que cuando la gente moría regresaba a su lugar de origen.

“El hecho de que hayan utilizado estos fósiles en contextos funerarios habla de la concepción que tuvieron del inframundo, como el destino acuático al que llegaban las personas al morir”, abundó la arqueóloga del INAH.

En este sentido, dijo, “pensamos que los mayas creían que el inframundo era el mar, pero quizá no la idea de océano que ahora tenemos, sino como un mar fósil, inferido a partir de los restos paleontológicos encontrados y que interpretaron como el espacio donde se originó la vida y que luego los dioses hicieron emerger”.

De ahí que utilizarán las lajas de fósiles marinos como puertas que conducían a las tumbas de sus muertos o como ofrendas para sus dioses que pensaban estaban en este inframundo.

Martha Cuevas detalló que como parte de esta investigación que tiene 50% de avance, también se realiza el estudio de las representaciones iconográficas y los textos jeroglíficos del sitio arqueológico, y que en cierta manera guardan relación con los fósiles.

Ejemplo de ello, citó, es el tablero del Templo XIV cuyos jeroglíficos se están estudiando. En éste se observa la representación de una escena que muestra el viaje mítico al inframundo del gobernante maya Kan Balam II, a una época remota, es decir, 932 mil 174 años atrás.

“La leyenda dice que al morir Kan Balam II, en el año 702 d.C., su hermano y sucesor K’an Joy Chitam II mandó a esculpir este notable relieve. En la estela se ve a Kan Balam II en posición de danza y en compañía de su madre también fallecida, la señora Ts’ak Ahaw.

“En la parte inferior hay tres niveles marcados con glifos, que indican el lugar donde se encuentra la pareja, entre ellos se pueden observar las expresiones nab que significa  “cuerpo de agua” y hets’an K’ak nab o “mar en calma”, alusivas al aspecto que tenía el mundo en esa época mítica, es decir, cuando todo era acuático ya que aún los dioses no habían hecho emerger la tierra”.

También, “en algunas vasijas se han encontrado representaciones de especies de peces, así como de dientes de tiburón y espinas de raya como los observados en los fósiles”, concluyó la especialista.     

Fuente: (INAH)

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