Muestra sobre los guarijíos, indígenas poco conocidos que viven en sitios apartados de la Sierra de Chihuahua

Chihuahua en la Ciudad de México. 

La muestra, que podrá ser visitada la noche de este día en medio de un recital poético titulado ‘Mi sentimiento al amor y a la patria’, que ofrecerá el docente Sergio Morett Manjarrez, tiene como objetivo dar a conocer a grupos indígenas poco conocidos que viven en los sitios más apartados de la Sierra de Chihuahua. 

El artista ha declarado que a nivel nacional que de Chihuahua sólo se conocen a los tarahumaras y los demás grupos indígenas no aparecen en el mapa de la identidad social, cuando también forman parte de las raíces, cultura e identidad de los mexicanos. 

Por ello, Cruz Estrada decidió investigar, conocer y difundir a esos grupos que también forman parte del mosaico pluricultural de México, como son en este caso los guarijíos, población menor, cuya cultura no es muy conocida ni en el estado. 

El trabajo lo dividió en cinco rubros: estilo de vida cotidiana, gastronomía, música, vestimenta y rituales; básicamente en eso se enfoca el proyecto fotográfico, que también está respaldado con un documental. 

Tras 10 meses de investigación, la idea surgió luego de estudiar a estos indígenas que viven en zonas alejadas de la civilización, en áreas montañosas poco accesibles, pero cuyo estilo de vida es ancestral, no tienen acceso a electricidad, cocinan con leña y carecen de agua potable. 

Parece como si el tiempo se hubiera detenido ahí en algún momento del siglo XVIII; tienen una forma distinta de ver el mundo, por principio de cuentas no conocen los medios de comunicación, su acceso a la educación llega a nivel de primaria y es muy limitado, comentó el becario. 

No consumen carne ni leche, su nivel de pobreza es muy alto, sólo comen frijoles, sin embargo, eso no implica que no puedan ser felices: hay personas sin estrés, sin problemas y con una vida agradable dentro de su entorno. 

De sus tradiciones, una de las que más llamó la atención del artista fue la elaboración de sombreros, pues los hombres cortan la palma para su fabricación, pero tardan dos días para llegar al lugar donde encuentran la palma y la cortan de noche. 

Posteriormente, la llevan a su comunidad a escondidas y luego la meten debajo de la tierra en un hueco para que no pierda la humedad y no se seque. 

Las mujeres elaboran los sombreros en cuclillas en un espacio muy pequeño; con el agua, la posición y la humedad que existe en el lugar, casi todas tienen reumas y tardan una semana en hacer las piezas. 

Esta muestra y el video ya habían sido presentados el año pasado en el estado, con apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Programa Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico en los Estados.

Fuente: (Notimex)

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