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Entrevistas - May 5, 2010

“Silver King”, el hombre y el personaje (1ª parte)

César Cuauhtémoc González Barrón, mejor conocido como “Silver King”, a quien conocí en una cafetería frecuentada por gladiadores, muy cerca de la Arena México. Después de tomar un café y charlar unos minutos, abordamos el auto de “Silver King” junto con otros dos gladiadores, éstos extranjeros. Nos dirigiríamos al Centro Expositor de Tlaxcala, donde se llevaría a cabo un capítulo más de Camino a Rey de Reyes Triple A.

En el trayecto, hicimos una escala en una gasolinera de la autopista México-Puebla, estiramos las piernas y bebimos otro café en un local de una cadena de franquicias de adjetivo europeo. Amable, Silver me preguntó si no me sentía marginado porque él y los otros dos luchadores charlaban en inglés. Le dije que no, a pesar de que captaba muy poco de lo que hablaban. Sonriendo, acordamos que no hablaríamos del amor y las mujeres porque es un tema complicado.

Reanudamos la marcha y llegamos al filo del mediodía al foro tlaxcalteca, donde había un cartel multicolor en el que se anunciaba que esa noche “Silver King” lucharía al lado de La Parka y de X-Pac contra El Zorro, Nicho El Millonario y Joe Líder, lo que auguraba una gran batalla. Así fue, y esa noche también marcó el abandono del Ejército Triple A por parte de “Silver King” para unirse a La Legión. Ahora, se sabe que abandonó la Wagnermanía y mantiene una polémica rivalidad con su hermano, Dr. Wagner Jr. Pero antes, mientras el luchador se ponía aceite y se bronceaba bajo el tímido sol invernal tlaxcalteca, conversamos ampliamente sobre su carrera y un poco acerca de su famoso padre, Dr. Wagner Sr, fallecido en 2004.

Bueno, ese tema del amor y las mujeres lo dejamos, ¿no?

Sí.

Pero de lo que sí podemos hablar es de la preparación de un luchador, ¿cuál es la mentalidad de un luchador, de un triunfador como tú?

Creo que la mentalidad, no sólo la de los luchadores, es la de querer en cada momento ser el mejor, pero también podemos tocar el tema de la drogadicción, no nada más ahorita, que está el caso del máximo medallista olímpico, no sé si supiste que lo sacaron consumiendo marihuana [en esos días se comentaba mucho el caso de Michael Phelps, campeón en las olimpiadas de Pekín 2008], entonces es fácil caer en el medio de las drogas, es fácil caer porque desgraciadamente ya no es moda, pero es tan fácil consumirlas, tan fácil conseguirlas. Pienso que, aunque seas un buen deportista, ya sea que hayas nacido luchador u otro deportista, que tengas facultades, cualidades, pero si caes en la drogadicción, aunque seas la máxima figura, te lleva a la perdición. Por eso, en ocasiones, el caso de muchos que han caído en la drogadicción, de muchos que han salido, se han recuperado, pero muchos no… Tal vez es bueno saber, probar, tocar fondo si tú quieres, que no debería de ser así, pero la mentalidad de un campeón es mantenerse siempre alejado de todo eso, no estoy en contra porque, como dice el dicho, es mejor no decir de esa agua no he de beber, porque a lo mejor, como dice otro dicho, igual cae más pronto un hablador que un cojo. El deportista, en mi caso, debe tratar siempre de dar lo mejor en cada lucha, tratar de aportar algo en cada una, tratar de ser el número uno, tener esa ambición deportiva, se le puede decir, porque yo cuando empecé en este deporte no lo hice por ego ni por vanidad ni por fama, sino porque a mí me gustaba, así como ver a mi padre, cómo se preparaba, a lo mejor yo tengo el ejemplo de él.

¿Cómo era tu padre?

Mi padre era una persona muy dedicada a su trabajo, todavía hasta retirado siento que él pensaba que tenía que ser el mejor cada día. Mi papá en el medio era reconocido por tener una magnífica condición física, porque a él le gustaba mucho correr, los ejercicios con pesas, él se pasaba las horas en el gimnasio, pero también se ejercitaba aeróbicamente, o sea, le gustaba que lo reconocieran por ser un excelente luchador y por tener una magnífica condición física, ya sabes que ésta se consigue lejos del tabaco, por dormir bien, de mantenerte saludable, comiendo y durmiendo a tus horas… Entonces a lo mejor es distinto, no sé si yo esté mal, pienso que yo tengo esa escuela, porque yo lo veía, mi papá llegaba cansado, él… Mi mamá, obviamente, era la que nos llevaba a la escuela, mi papá se levantaba a las diez, once de la mañana, se metía al sol, le gustaba verse bien bronceado, le gustaba comer bien, él tenía su propio gimnasio en la casa. Cuando yo salía de la escuela, regresaba rápido para verlo, lo veía entrenando, asoleándose, mi papá era de una presencia muy… o sea, impactaba su presencia. Ahora los físicos son más estilizados, más cortados y todo eso, pero yo siento que “Silver King” tiene el físico del auténtico luchador, es decir, el físico tozudo, duro, grueso, ancho. Creo que para aguantar más golpes, ¿no? [Ríe.] No con eso estoy diciendo que ahora no se golpean, pero ya la mercadotecnia, pues las mismas damas lo van requiriendo, pero pienso que por lo de la película, la de “Nacho libre”, que está ambientada en los años setenta, no sé si la viste, creo que por eso se fijaron en “Silver King”, porque desde que lo vieron dijeron: “Lo tenemos”.

¿Su padre los motivaba para que practicaran deporte?

Mi papá siempre nos tenía en el deporte y en actividades, él, dentro de las pláticas que tenía, nos decía: “Fíjate que a Dorrel Dixon cuando tomó la decisión de X o Y, le pasó esto, no quiero que a ustedes les pase eso, fíjate en tu tío (un tío que murió de cirrosis por alcoholismo), lo que le pasó, prefirió una botella que a una mujer, Dorrell hasta hizo adicto a su hijo”. Entonces todas esas cosas como que se te van grabando, ¿no?, y eso es lo bueno de los padres cuando tienes comunicación con ellos, de cuando tienes suficiente confianza. Desgraciadamente no hablamos de lo sexual, a lo mejor porque era otra cultura.

Se puede decir que tuviste una infancia feliz.

Pienso y siento que “Silver King” tuvo una infancia muy bonita, creo que los años que lleva “Silver King” como luchador, te voy a ser honesto, a mí se me han ido como cinco años, y siempre tratando de ser el mejor. A veces luego entran cosas políticas, cosas tal vez si tú quieres de… pues no siempre le vas a caer bien a todos, ¿no? Me acuerdo de que mi papá decía que la mejor carta de recomendación de un luchador es su rendimiento, entonces yo pienso que por eso “Silver King” se ha mantenido tantos años, y no es fácil decirlo, veinte años, pero para mí han sido como cinco, y eso te conlleva a descuidar tu parte emocional, sentimental, porque yo tengo un hijo grande con el que nunca estuve, ahorita ya está en la universidad, ya le falta poco para recibirse, pero yo siento que ni eso en los principios nos importaba, no porque fuéramos de mala sangre o de mala raza, pero como yo quería ser alguien en la lucha, quería no vivir de, de ser el hijo de, sino “Silver King” quería labrarse su propio nombre, su propio destino, y yo pienso que, con el favor de Dios, si todo esto funciona como va, “Silver King” va a decir adiós en unos cinco años.

¿Qué implica mantenerte en plan estelar, qué sacrificios se deben hacer?

Es una situación de riesgo, dicen por ahí que hay que regar la maceta, la plantita, yo te voy a decir, y ahí viene la otra parte, yo he sufrido infidelidades, o sea que no estamos exentos de eso, ¿por qué?, porque descuidas la parte emocional. La mujer, más que el hombre, es más emocional; el hombre, sexual, y eso conlleva a que estés en riesgo latente, pero no tienes que estar pensando en eso, por que imagínate si estás pensando en eso… Ha habido anécdotas de luchadores de que anteriormente había una gira muy larga por la costa, y les decían: “Tu mujer te engaña”, y les hacían la malobra; hubo luchadores que se regresaban de la gira pensando que su mujer realmente los estaba engañando, eso los hacía abortar la misión, pero hasta eso, yo recuerdo algo muy memorable, la primera vez que pisé la Arena México, ese día había tenido una ruptura emocional que me dolió mucho, creo que éramos “Silver King” y El Texano contra Atlantis y El Dandy, y fue una de las mejores luchas del año y la afición hasta aventó dinero. Creo que eso me viene de mi madre, porque recuerdo que me dijo: “El día de mañana que esa mujer vea que no te convertiste en una piltrafa…”, pues hay muchos que se refugian en el alcohol, en las drogas, que dejan de trabajar, muchas cosas que son negativas, entonces yo me acuerdo de lo que me dijo mi mamá: “El día de mañana que esa mujer te vea mejor, mejor de lo que estás, que diga lo que perdí y no lo que dejé, una piltrafa en lo que se convirtió…”. Creo que esa parte le correspondió a mi madre, “Silver King” ha tenido muchos fracasos emocionales, pero cuando hay fracasos emocionales creo que a “Silver King” le ponen la pila doble.

Como dicen: lo que no te destruye, te fortalece…

Exactamente, creo que eso se aplica a mí, no lo había conocido así exactamente, pero creo que eso es lo que mi madre me aportó…

Continuará…

Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com

Foto: Un luchador con una impresionante presencia física.
Cortesía: Sitio oficial de la Triple A.

 

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