Restauran la Ex-Hacienda de La Loma, sitio donde se creó la “División del Norte” que encabezó Francisco Villa durante la Revolución

Programa de Empleo Temporal (PET) en el estado de Durango.

El esquema impulsado por la Secretaría de Desarrollo Social y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) también se aplica desde hace un par de semanas a otros 12 inmuebles históricos de esa entidad, así como a la Zona Arqueológica de La Ferrería.

Las labores de conservación de estos sitios culturales, que se prolongarán hasta septiembre, se llevarán a cabo con una inversión de 12.5 millones de pesos y la generación de más de mil empleos eventuales.

El arquitecto Alberto Ramírez, director del Centro INAH-Durango, informó que la atención de la Ex Hacienda de La Loma, localizada en la localidad de Lerdo, es de gran relevancia, toda vez que en este inmueble construido entre 1821 y 1880, se constituyó la División del Norte, formación militar liderada por el general Francisco Villa durante el movimiento revolucionario.

Las acciones que llevan a cabo en este edificio histórico son la reparación de la cubierta del segundo patio, el resane de los techos, la colocación de viguería de madera de pino, y trabajos de pintura e impermeabilización.

“Este espacio, el más visitado de la región lagunera, alberga un museo comunitario que expone copias de periódicos, reproducciones fotográficas y documentos acerca de Villa; y es complemento de otros dos recintos dedicados al Centauro del Norte: La Coyotada, en San Juan del Río, que fue el sitio en el que nació el caudillo, y la Ex Hacienda de Canutillo, en Villa Ocampo, donde vivió sus últimos años”.

Ramírez abundó que la restauración de la Ex Hacienda de La Loma se desarrolla con una inversión que supera los dos millones de pesos, labor que está contemplada para cinco meses y pretende concluirse el 15 de septiembre, además de significar la mayor inversión que se aplica en un monumento histórico duranguense.

De manera paralela, añadió, se efectúan labores de conservación de una docena de monumentos históricos, principalmente fincas de los siglos XVIII y XIX. Tal es el caso de la rehabilitación de la Ex Hacienda de Juana Guerra, que data de hace 200 años, en la que se llevan a cabo, desde años anteriores, trabajos de recuperación de muros, lo que ha sido posible a partir de una investigación en el acervo fotográfico de la Fototeca del INAH-Durango, y estudios de arqueología colonial para restituir su imagen arquitectónica. Por medio del PET en los meses próximos se continuará con el levantamiento de las paredes.

Mientras que en la Ex Hacienda de Palmitos, también del siglo XVIII y que fue objeto de ataques indígenas y foco del movimiento armado de 1910, se realizan tareas de reconstrucción y reposición de puertas y ventanas, atención de los marcos de cantera labrada, así como aplanados y mantenimiento de la techumbre.

En cuanto a la Ex Hacienda de San Juan Diego de Navacoyán, finca comunitaria de tiempos de la Colonia, se da seguimiento a los trabajos iniciados el año pasado y que se concluirán en los meses venideros; en 2009 se hizo la obra negra y ahora se realizan los acabados de pintura, colocación de pisos, puertas y ventanas, instalación eléctrica y la elaboración de una barda exterior de adobe.

Tales acciones buscan dejar a este inmueble en buenas condiciones para que albergue un museo dedicado al Camino Real de Tierra Adentro, expresó el titular del Centro INAH-Durango.

Por otro lado, en la Zona Arqueológica de La Ferrería, habitada por grupos nómadas y sedentarios entre los años 875 y 1450 de nuestra era, se efectúan tareas para mejorar su infraestructura, con la finalidad de que la visita del público sea más cómoda, señaló el arquitecto Ramírez.

Ubicada al norte de la ciudad de Durango, La Ferrería es un asentamiento prehispánico en el que se hallan estructuras piramidales, columnas, patios hundidos, piedras grabadas y un juego de pelota, elementos que son rehabilitados para revertir el deterioro ocasionado por las inclemencias del medio ambiente.

Las actividades desarrolladas consisten en la consolidación de edificios prehispánicos abiertos al público, reforzamiento de la parte estructural para asegurar su estabilidad, además del arreglo de caminos, escalinatas y andadores, y el mantenimiento del puente que cruza un canal de riego y que se emplea como acceso al lugar.

Además de la atención del patrimonio cultural de Durango, la ejecución del PET se traduce en la generación de más de mil empleos temporales para la población de las comunidades aledañas a estos sitios.

Finalmente, el arquitecto Alberto Ramírez destacó que el PET en Durango ha tenido buenos resultados y ello se ha traducido en ser el estado que ha obtenido la mayor inversión a nivel nacional, y que en este 2010 se incrementó en 30%.

Fuente: (INAH)

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