solemne.
Vestidos con un impecable chaqué, como manda la tradición, el monarca entregó a Pacheco la distinción más prestigiosa de las letras españolas en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, ciudad natal de Miguel de Cervantes, concretamente en el interior del paraninfo renacentista de su universidad, una de las joyas mejor conservadas de la arquitectura española del siglo XVI.
En su discurso de aceptación, Pacheco, de 70 años, viajó a sus primeros recuerdos de juventud en México, cuando descubrió ”El Quijote”, para después alabar la vigencia de una obra que definió como “la más alta ocasión que han visto los siglos de la lengua española” a uno y otro lado del Atlántico.
”Nada de lo que ocurre en este cruel 2010 de los terremotos a la nube de ceniza, de la miseria creciente a la inusitada violencia que devasta países como México era previsible al comenzar el año”, dijo Pacheco. ”Sin embargo, en medio de la catástrofe, siguen en pie, y hoy como nunca son capaces de darnos respuestas, el misterio y la gloria del Quijote”.
El autor mexicano, acompañado de su inseparable bastón, explicó que el personaje de Cervantes le abrió los ojos a otra realidad llamada ficción y consideró que Don Quijote ofrece una visión doliente y triste.
En ese sentido, recordó la figura de Cervantes y las penurias que vivió durante el siglo XVI hasta su muerte en el año 1.616.
”Me gustaría que el Premio Cervantes hubiera sido para Cervantes”, aseguró. ”El Quijote es muchas cosas, pero es también la venganza contra todo lo que Cervantes sufrió hasta el último día de su existencia”.
Pacheco agradeció la concesión del galardón, que, dijo, también merecen otros tantos autores y parafraseó a su compatriota, el escritor Carlos Fuentes, para reafirmar su compromiso con Cervantes y su Quijote.
”He entrado sin saberlo en lo que Carlos Fuentes define como el territorio de La Mancha. Ya nunca voy a abandonarlo”, afirmó.
Pacheco es considerado uno de los representantes de la llamada Generación del 50. Algunos de sus poemas, como “Alta traición”, alcanzaron gran fama en América Latina y también España.
Entre su obra lírica destacan títulos como ”El reposo del fuego”, ”No me preguntes cómo pasa el tiempo” y ”Siglo pasado”. En narrativa, publicó novelas como “Morirás lejos” y ”Las batallas en el desierto”.
Al evocar su poesía, la ministra de Cultura española, Angeles González-Sinde, tuvo palabras emocionadas hacia el autor mexicano.
”Pacheco escribe siempre desde la necesidad, escribe porque no sabe, porque no puede, porque no quiere vivir de otra manera”, señaló González-Sinde. ”Pacheco escribe sabiendo que vendrá la marea, y con ella, la desintegración en el tiempo, la desmemoria”.
Tras los discursos de la ministra y de Pacheco, largamente aplaudido por el auditorio, el rey Juan Carlos, acompañado por la reina Sofía, se encargó de clausurar el acto, al que también asistió el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, entre otras autoridades.
Juan Carlos felicitó a Pacheco e hizo extensivo el agradecimiento a México por su labor en la difusión de la cultura hispanoamericana en el mundo.
”Quiero expresar nuestro agradecimiento a México, esa gran nación hermana, que no ha dejado nunca de proporcionar a la cultura iberoamericana los más excelsos exponentes”, dijo.
El monarca alabó la poesía de Pacheco y su reflexión intelectual sobre la cultura y la literatura mexicanas.
”Es la suya una poesía entendida casi como un producto social, de todos y para todos”, subrayó Juan Carlos. ”Que se eleva por encima de las voces individuales”.
En la nómina de ganadores, tanto españoles como latinoamericanos, se encuentran escritores como Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Camilo José Cela y Alvaro Mutis. El año pasado el premio fue para el español Juan Marsé.
Con el reconocimiento a Pacheco se cumple un año más esa tradición no escrita que dice que el premio se reparte de año en año entre un autor latinoamericano y uno español.
Fuente: (Agencias)
