“La Quemada”, Xochicalco, Teotihuacan y Monte Albán recibieron a cerca de 15 mil personas en “La Noche de las Estrellas”

anochecer del 17 y el amanecer del 18 de abril.

A partir de las cinco de la tarde, el público comenzó a llegar a alguno de estos cuatro emblemáticos sitios arqueológicos para mirar el firmamento a través de los cientos de telescopios que se instalaron en las explanadas, y tratar de comprender cómo las antiguas civilizaciones se guiaron en la ubicación de los cuerpos celestes para planear sus ciudades y su vida cotidiana.

Al filo de las siete de la noche la sonrisa de la Luna en cuarto creciente, en compañía de Venus, ya se encontraba lista en la bóveda celeste para recibir a los asistentes de la 2ª Noche de las Estrellas, que organizaron la Embajada de Francia y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), junto con otras instituciones académicas.

La euforia por ser partícipe de esta celebración estelar fue notoria, en todas las zonas se instalaron carpas donde niños, jóvenes y adultos disfrutaron y aprendieron a través de música, teatro, experimentos, charlas, videos y talleres acerca de la conformación de las estrellas, el Sol, la Luna y las galaxias.

Con bombo y platillo, en punto de las ocho de la noche se hizo la inauguración oficial en la que los directores de esas zonas arqueológicas de Zacatecas, Morelos, Estado de México y Oaxaca, dieron la bienvenida y explicaron la importancia astronómica de cada uno de estos sitios precolombinos.

Así, en esta visita nocturna a La Quemada, Xochicalco y Monte Albán, miles de estrellas fueron las protagonistas de la noche. En el primer sitio, las sonrisas y el asombro de cientos de niños no se hicieron esperar, desarrollaban diferentes y divertidas actividades didácticas como la construcción de astrolabios o de una nave espacial, al tiempo que aprendían  a distinguir los diferentes tipos de telescopios y sus funciones.

Ya cerca de las nueve de la noche, se comenzaron a formar grupos de 50 personas, que con lámparas en mano —cubiertas con papel celofán rojo—, en la penumbra desfilaban rumbo al Salón de las Columnas.

Los guías de los noctámbulos fueron los estudiantes de la Universidad Autónoma de Zacatecas, que explicaban las características del sitio arqueológico y de los conjuntos que se visitarían esa noche, como el Salón de las Columnas, El Patio Hundido y el Juego de Pelota, donde se llevó a cabo la verdadera fiesta: la observación del mapa celeste.

A simple vista, los escudriñadores del cielo pudieron ver diversas constelaciones, en las que parecían tocar cada estrella con la infinita línea de luz verde que emiten las plumas de rayo láser. Así, las galaxias de Tauro, Virgo y Escorpión se sumaron al desfile estelar que también incluyó a la Osa mayor, la Máquina Neumática, e incluso los planetas de Marte y Saturno.

En Teotihuacan la fiesta de la bóveda celeste fue diferente porque las condiciones climáticas no permitieron la observación de las estrellas, sin embargo, el animó no decayó gracias a las diferentes actividades lúdicas y culturales que se tenían programadas para la ocasión.

Música, teatro, talleres, experimentos, videos, juegos y charlas con especialistas amenizaron la 2ª Noche de las Estrellas. Las luces de colores alumbraban el escenario donde se presentó la obra de teatro Teotihuacan, que explicaba el mito de la creación del mundo y el significado del sitio conocido como el “Lugar donde los hombres se hicieron dioses”. A pesar de las inclemencias del tiempo, los espectadores disfrutaron la función.

Posteriormente, Alejandro Sarabia, director de la zona, destacó que casi todos los sitios prehispánicos tienen relación con elementos astronómicos, “por ejemplo aquí tenemos un especio singular, es una cueva de aproximadamente 150 metros cuadrados, en la cual hay una laja inclinada en el centro, que se ilumina solamente dos días al año, en el inicio de los solsticios de verano e invierno”.

En algunos sitios la fiesta del firmamento se prolongó hasta las cinco justo cuando el alba se iba asomando y cuando terminaron de salir los últimos asistentes, aunque la mayoría cerró sus puertas alrededor de las dos de la madrugada. Saldo blanco reportaron las corporaciones de protección civil, policía estatal, municipal y federal y el cuerpo de seguridad de las zonas arqueológicas.
Fuente: (INAH)

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