Tú, que habitas en las montañas, en lo alto
atiendo.
Desde aquí, puedes ver, dominar, permanecer en la quietud, y escucharme en el viento.
Quiero que subas: Ven a verme, ven a jugar, a descansar, quiero que también habites aquí, que multipliques el bosque, que encuentres el agua, que cruces veredas, que abras el camino, que conquistes la cima, quiero que respires profundo, alces tus brazos, y encuentres libertad.
Quiero que al escalar, me cuentes tus anhelos, tus problemas, tus sueños, que escuches las olas del viento, su fresco sueño, quiero que descubras cómo estás dibujado en las nubes de mis sueños, quiero que desde aquí camines hacia los cielos.
Que el aliento de mi herencia te traiga a nuestro encuentro. Reconoce donde estás parado, quien ha puesto este fundamento por tu habitación: Alto, largo y ancho.
Donde te veo, te espero y te encuentro.
Disfrutemos de los regalos del paraíso.
En la montaña te espero.
Eleva tus ojos, no tardes, te llevaré en mis brazos te lo mostraré todo, e iremos
de una cima a otra, de victoria en victoria. Así es nuestro encuentro.
Esta es una invitación del Rey.
elmensajedelrey@hotmail.com