Convocadas por la palabra, celebran el “Día Internacional de la Mujer” con un maratón de lectura

poesía, otras en relato breve y en menor medida en narración novelada, se erigió en elemento de unión para festejar a través de la obra de grandes creadoras, no sólo el triunfo de las mujeres en términos de derechos civiles y políticos, sino de su creciente presencia y participación en las más diversos órdenes de la vida.

Al llamado del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y Conaculta, respondieron poetas, novelistas, ensayistas, investigadoras, cuentistas, críticas literarias y dramaturgas, con el objetivo de promover el legado de escritoras mexicanas de los siglos XIX y XX que configuraron el panorama de nuestra literatura –sin olvidar el camino trazado por Sor Juana Inés de la Cruz- y abrieron brecha para las siguientes generaciones.

Pero a la invitación no sólo respondieron las escritoras sino mujeres dedicadas a otras actividades, cuyo punto en común es el amor por la literatura, de los más diversos estratos sociales y rangos de edad, quienes se dieron cita ya fuese para tomar parte activa en este ejercicio de lectura en voz alta o para escuchar y disfrutar de la palabra escrita.

Minutos después de las cinco de la tarde, luego de que se diera lectura a un texto de Alaíde Foppa, enviado por Teresa Vicencio, directora general del INBA, el arranque formal del maratón estuvo a cargo de Silvia Molina con un soneto de Sor Juana Inés de la Cruz; y de Alicia Reyes, con cuatro “Titijáforas”, textos que retoman la idea y estructura de las Jitanjáforas de su abuelo,  Alfonso Reyes.

A ellas les siguieron Katherine Blair, quien leyó un texto escrito por Antonieta Rivas Mercado años después de la Revolución Mexicana, en el que expone la necesidad de otorgar el derecho del voto a la mujer; mientras que Neda Anhalt, hizo lo propio con dos cuentos de la cubana Lydia Cabrera, quien goza de gran prestigio en su país.

Continuaron Margo Glantz, con un fragmento de Cartucho, de Nellie Campobello; Mónica Lavín, con el cuento Novia de azúcar, de Ana García Bergua; Beatriz Espejo, con su texto La celebración; en tanto que Silvia Molina, participó con un fragmento de su novela La familia que vino del norte.

La velada siguió con la presencia de Myriam Moscona, quien presentó un texto sobre Margarita Michelena, publicado en el suplemento La Jornada Semanal; Josefina Estrada, leyó un texto de Josefina Vicens, del Libro vacío; Mónica Nepote recordó a la recientemente fallecida Esther Seligson, con Cicatrices; mientras que Ángeles González Gamio, compartió una entrevista ficticia con doña Josefa Ortiz de Domínguez.

El maratón de lectura fue también marco de algunos homenajes  espontáneos, determinados por la recurrencia en la selección de trabajos de autoras como Enriqueta Ochoa, Esther Seligson y Rosario Castellanos.

Además de ellas, tuvieron presencia Griselda Álvarez, Concha Urquiza, Pura López Colomé, Coral Bracho, Guadalupe Amor, Silvia Tomasa Rivera, Amparo Dávila y muchas otras.

Cabe mencionar que la celebración fue incluyente y dio espacio a la participación masculina, representada por Raúl Renán, Federico Campbell y Alberto Chimal, entre otros.
AMS

Fuente: (CONACULTA)

Leave a Reply