Conejobuses: la era del biodiesel

cambio.
En algunos países más desarrollados sobre todo europeos décadas atrás comenzó la transformación del panorama del transporte público con la combinación de dos premisas: movilizar más gente y hacerlo con transportes lo menos contaminante posibles.
A ello se unen legislaciones para sancionar los vehículos contaminantes, las más altas tarifas de aparcamiento en el casco urbano, limitar la circulación de vehículos pesados en determinadas zonas de  las ciudades; cerrar el primer cuadro del centro al tránsito vehicular; dar todo tipo de incentivos para el fomento del uso de bicicletas; etc.
Al mismo tiempo, sustituir el transporte urbano ruidoso y movilizado por diesel o gasolina por otros eléctricos, de gas natural, etanol y biodiesel.
Por supuesto, las medidas son soluciones  bastante apreciables en ciudades como Brugge o Viena con una amplia red de tranvías y autobuses no contaminantes. Lo mismo Amsterdam acompañada además por una enorme movilización de personas en bicicleta.
Así es que cada ciudad en el mundo está intentando encontrar sus respuestas acordes a su propia realidad, lo verdaderamente importante es que los gobernantes, legisladores y la ciudadanía se agiten en pro de cambiar el panorama del transporte público a favor de hacerlo eficiente y lo menos contaminante y de invitar al usuario particular a usar menos su coche.
En América Latina, otros países por encima de México, avanzan con mayor celeridad guiados de la mano del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con proyectos financiados a favor de introducir el biodiesel primero creando la infraestructura para producirlo, aprovechar las propias ventajas comparativas y competitivas en su utilización y aprovechamiento.
En este sentido México va con lentitud, no tiene prisa en sumarse al proceso de cambio quizá para no tocar fibras sensibles relacionadas con el cobijo a los líderes del transporte público y el transporte de pasajeros en general.
Porque México es un país que se presta para los cotos de poder y esto hace que los cambios sucedan muy lentamente y con toda resistencia. Hay que luchar primero contra los feudos, después contra la mentalidad de la misma gente.´
¿Cuándo se verá transporte público con biodiesel a lo largo y ancho del país? ¿Cuándo ciudades con medio millón de habitantes se pondrán las pilas para modernizar y mejorar su transporte público?
Cada gobernante en cada entidad tiene que librar su propia batalla contra los cotos de poder en el transporte público para poder introducir la transformación precisa.
A COLACIÓN
Desde 2005, más  en serio, bajo la observación del BID se llevan a cabo diversos programas pilotos para que México pueda desarrollar capacidad interna para producir biodiesel.
En dicho año en Cadereyta, Nuevo León se construyó la primera planta de biodiesel producido a base de sebo de animal como materia prima.
De allí arrancaron otros pilotos por universidades explorando el aceite vegetal, lo hacen tanto el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la UNAM, el Tecnológico de Monterrey  y en Oaxaca, la  Universidad José Vasconcelos.
Poco a poco se van haciendo estudios de relación costo producción, impacto agroalimentario, rentabilidad y rendimiento en diversos insumos.
Por ejemplo, el IPN analiza la jatropha curcas conocida vulgarmente como piñón, el insumo que impulsa el nuevo transporte en Chiapas.
SERPIENTES Y ESCALERAS
En Chiapas, el biodiesel tiene una fórmula de jatropha curcas y aceite de palma porque se trata de aprovechar las ventajas naturales para  incorporarlas al biodiesel.
Recientemente en Tuxtla Gutiérrez 144 combis de la ruta 1 y 2  fueron sustituidas por 71 minibuses bautizados como “conejobuses” a base de  biodiesel.
En Chiapas se ha introducido un cambio importante, es una semilla, un primer paso real que como, todo, tiene una resistencia al cambio y una malsana politización de todo cuanto se hace o dejar de hacer en este país encadenado a los atavismos.
Los conejobuses no dejan de concitar críticas “porque son muy lentos”, “las filas  han incrementado”, etc.
Como si las ventajas no saltaran a la vista: menor contaminación ambiental, insertar a una parte del país tradicionalmente ligada en el extranjero con el atraso, la pobreza, marginación y el EZLN a otro tipo de propaganda positiva.
Me parece fantástico que el nombre de Chiapas circule a nivel internacional por atreverse a poner a funcionar buses de transporte público a base de biodiesel siendo pioneros.
Además que se modifique el esquema en que los chóferes de las rutas casi medio matan al pasaje porque tienen prisa por llegar porque viven de cuotas de pasaje diario y entre más vueltas y más pasaje suban su ganancia será mayor a costa de la seguridad de la gente.
Qué bueno que se cambie el esquema por salarios, que los estudiantes tengan descuentos y las personas de la tercera edad. Las unidades por supuesto están mucho mejor equipadas que una combi.
Desde siempre en México nos quejamos de lo que gozan los ciudadanos de otros países sobre todo del llamado primer mundo. Vivimos añorando tenerlo, cuando viajamos al extranjero y conocemos la modernidad la envidiamos. Caray qué bueno que Chiapas ponga la semilla y que esperemos otras entidades hagan lo mismo.
Tampoco debemos olvidar que arrastramos un grave retraso en trenes de alta velocidad y que muchas ciudades con más de medio millón de habitantes ya deberían tener metro.
Se trata de visión, anticiparse a los problemas futuros. Veamos un caso: Morelia, capital del estado de Michoacán, tiene 900 mil habitantes y no hay el mínimo asomo de construir una red de metro para librar a sus ciudadanos  del terrible tráfico que les aqueja, el pésimo transporte urbano con combis infernales y autobuses ruidosos y súper contaminantes.
Son odiosas comparaciones: en Málaga, capital de Málaga, en España con medio millón de habitantes construyen a todo vapor la línea 1 del metro ante el crecimiento esperado de la capital.
P.D.  Estimado lector, le invito a que participe sobre el tema en mi blog:  http://claudialunapalencia.blogspot.com.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por  la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales.  Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com

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