Emergencias por las lluvias

son las lluvias intensas, una inundación, una catástrofe natural podría llegar a ser devastadora por todo lo que en sus entrañas esconde esta ciudad”.
En aquélla entrevista que cedí a la Revista Vértigo para su publicación, López Obrador me dijo para el tintero que había pasado una administración tras otra en la ciudad de México, sin rehabilitar ni mejorar tuberías, cañerías, pasos de agua, ni siquiera se había reparado en crear infraestructura para desasolvar.
Al tal rezago debemos sumar que el cambio climático ha hecho más agudo todo cuanto refiere a los fenómenos naturales: o llueve interminablemente, nieva demasiado o hace calor extremo, por no olvidar los sacudimientos telúricos, la tierra está decidida a llevar sus manifestaciones a grado superlativo.
En México, no acabamos de reponernos de las lluvias en Tijuana y cuando  la ayuda internacional parte hacia Haití, tres estados se declaran en emergencia por las lluvias de la semana pasada: el Distrito Federal, Estado de México y Michoacán.
Por lo menos hay 6 mil damnificados por causa de las intensas lluvias de la semana pasada pero también por culpa de la incipiente rehabilitación de infraestructura, modernización y construcción de ésta en áreas necesarias; y por la insuficiente planeación urbana, leyes para evitar que en predios poco aptos para vivir la gente vaya y se instale. Con el tiempo se pagan las consecuencias.
Lo vemos en Chalco con su enorme vulnerabilidad y su panorama social. Por supuesto todo tiene un origen: en 1979 en los terrenos desecados del lago de Chalco inició el  asentamiento humano más grande de América Latina  conocido como Valle de Chalco.
Fueron cientos de personas luego crecieron hasta ser miles convirtiéndose en un asentamiento tan grande que fue nombrado cabecera municipal en marzo de 1989 y después en el municipio 122 del Estado de México en 1994.
Chalco no sólo es famoso por ser la cuna del Programa Solidaridad del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari o por la visita del Papa Juan Pablo II, lo es por su miseria, precariedad urbana y por la falta de infraestructura acorde a evitar que la saña del medio ambiente maximice en desastre.
Siempre hay una justificación, el caso es que las lluvias intermitentes son las culpables de que las coladeras no se traguen el agua, de que el drenaje urbano falto de mantenimiento evite las concentraciones del líquido y peor aún que las presas y los ríos desborden.
Empero su vulnerabilidad es bien sabida al norte se encuentra el río de la Compañía y al sur el río Asunción o Ameca, aderezados por aguas contaminadas de basura y heces fecales.
Ahora hay un desastre debido a que uno de los muros de contención de la Compañía se vino abajo y el boquete dejó correr todas las aguas pestilentes sobre parte de la población y sus viviendas.
A COLACIÓN
El Estado de México, Michoacán y el Distrito Federal se declaran zonas de desastre por las inundaciones  y buscan con ello acceder a la tramitología para obtener recursos extraordinarios por parte de Fondo Nacional de Desastres (FONDEN).
De aquí a que el Gobierno Federa suelte  los recursos de emergencia habrá que echar mano de cuanto sea posible, Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal anunció 1 mil 500 pesos de ayuda directa en efectivo para los damnificados.
Todo es demasiado poco para quienes han perdido lo que con mucho trabajo han logrado.
¿Pero alguien debe tener la culpa? ¿Acaso es un problema de corresponsabilidad? Me parece es un asunto de corresponsabilidad que se repite en casi toda la geografía patria.
Hay gente viviendo en donde no tendría porqué hacerlo. Proliferan los invasores, llegan a un predio se apropian de él y levantan casas improvisadas que llenan de hijos y de hacinamiento.
La gente de forma irresponsable  se acomoda al lado de ríos, en las partes bajas de las montañas convirtiéndose en víctimas de aludes, se pone cerca de barrancas, partes sinuosas y en las que el agua siempre encuentra su cauce.
Los gobernantes poco hacen por respetar una política urbana planificada, todavía más preocupante casi nunca hacen obras que el ciudadano no ve como meterse en las tripas de las ciudades: cambiar tubos, limpiar el drenaje, etc.
Se une que la inversión en infraestructura  es cada vez más constreñida. Para 2010, la inversión en infraestructura programada a nivel federal es por 353 mil 623.0 millones de pesos, de estos un 14.8%  es para infraestructura carretera, dentro de este rubro la construcción y modernización se llevan 23 mil 083.9 millones de pesos.
También figuran renglones como el de la infraestructura hidráulica por 34 mi 499.2 millones de pesos, el de agua potable por 18 mil 595.9 millones de pesos, conservación y otros con 13 mil 335.8 millones de pesos y administración del agua con 8 mil 533.9 millones de pesos.
Por supuesto que dentro de la inversión en infraestructura el rubro más provisto con recursos es  Pemex con 263 mil 369.0 millones de pesos, significa el 74.5% de la participación dentro de la partida de inversión en infraestructura que será ejercida a lo largo de 2010.
Hay más renglones pero estamos hablando de los más importantes. Me pregunto cuánto de agua potable que será gastado es para construcción drenaje y potabilización; cuánto de conservación irá precisamente para reforzar la infraestructura que a las primeras lluvias desnuda su caducidad.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Y las emergencias empiezan a sumarse así como los rezagos no atendidos oportunamente en los pasados eventos naturales, va creándose una sociedad de damnificados dispuestos al trasiego de una ciudad a otra, de un estado a otro arrastrando su situación en pobreza porque casi siempre, los más afectados también son los más pobres.
Espero que no lleguemos nunca a vivir una situación como la de Katrina en Nueva Orleáns, imagino el Distrito Federal  inundado de cacas y los políticos unos a otros mirándose las caras.
P.D.  Estimado lector le invito a que participe sobre el tema en mi blog:  http://claudialunapalencia.blogspot.com.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por  la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales.  Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com

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