Se inauguró la Feria de la Alegría y el Olivo en Santiago Tulyehualco

autenticidad y la labor de los productores.

La Feria fue inaugurada por Manuel González González, jefe delegacional de Xochimilco, y Fabiola Poblano Ramos, presidenta del Consejo de Pueblos y Barrios Originarios del Distrito Federal, quien señaló que con esta actividad “se establece un  precedente: el hecho de que se puede mezclar la cultura y el desarrollo económico”.

Poblano Ramos además añadió que “Tulyehualco es muy rico porque cuenta con la semilla del futuro que tiene proteínas, calcio, minerales y larga durabilidad. Necesitamos por eso el esfuerzo de todos para que se logre la denominación de origen de este cultivo”.

En Santiago Tulyehualco (lugar alrededor de los tules), además del amaranto también es emblemático el cultivo del olivo. Se conserva uno de los olivos más antiguos de la región, proveniente del predio conocido como Las Ánimas, con más de 400 años de existencia, donde se produjo durante el siglo XVIII, uno de los mejores aceites de olivo de la Nueva España.

El amaranto y el olivo son símbolos de resistencia cultural, ya que fueron productos prohibidos durante la época de la Colonia, pero ahora son orgullo de Santiago Tulyehualco, uno de los 14 pueblos de Xochimilco. Esta Feria contribuye a que la tradición del cultivo  de estos vegetales se fomente, pero además, a que como se reconozcan los valores naturales del territorio mexicano.

En la época prehispánica, el amaranto o huautli tuvo un importante valor religioso, ya que se usaba como símbolo de la inmortalidad. Las semillas se molían y mezclaban con sangre para hacer figuras que posteriormente servían como comunión a los sacerdotes en las ceremonias para la consagración de los muertos. En el ámbito alimenticio, era también importante y formaba parte de la base nutritiva.

De esta manera, se rescata un producto con profundas raíces mexicanas y además se reconoce el trabajo de los productores. La feria durará hasta el próximo 14 de febrero y en ella se podrá encontrar una gran variedad de productos elaborados de manera artesanal como: palanquetas, panes, pasteles, harina, atole y pulque. Así como productos provenientes del olivo: aceite, aceitunas y borra; exquisitos platillos mexicanos, además de una amplia gama de actividades artísticas y culturales.

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