Arranca el ciclo “Tres siglos de Música Mexicana” para conmemorar el Bicentenario con concierto de “El Cuarteto Latinoamericano”

Tres siglos de música mexicana, enfocado a hacer una revisión de lo que como nación independiente, México ha aportado al mundo en materia de cuartetos de cuerdas.

Conformado por los hermanos Saúl y Arón Bitrán (violinistas), Álvaro Bitrán (cellista) y Javier Montiel (violista), el Cuarteto Latinoamericano, fundado en 1981, se suma, a través de esta serie de conciertos que tienen como sede el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, a las actividades para conmemorar el Bicentenario de la Independencia de México.

El programa con que dio inicio el ciclo, estuvo integrado por obras de Gustavo E. Campa, Silvestre Revueltas, Manuel Enríquez, Javier Álvarez y Enrico Chapela, un abanico musical que reunió obras creadas entre 1889 la más antigua y 1996, la más reciente.

El concierto abrió con Trois Miniatures, obra escrita en1889 por Gustavo E. Campa (1863-1934), quien pertenece a las primeras generaciones de músicos formados en las aulas del Conservatorio Nacional de Música y es identificado como el máximo representante de la tendencia italianizante (franco sentido melódico y fuerte acento tonal). Su espíritu independiente le hizo preferir los aromas de la escuela francesa (encanto por la armonía y sus sutilezas), hecho que lo llevó a acercarse a Felipe Villanueva, Ricardo Castro, Hernández Acevedo y Carlos J. Meneses, músicos afines a su sensibilidad.

Las Trois Miniatures, en opinión de los integrantes del Cuarteto Latinoamericano, en cada uno de los breves, pero sustanciosos, movimientos que la conforman, están presentes las exploraciones armónicas a las que Campa era afecto, bajo el armazón de las formas clásicas: Menuet, Gavotte y Theme varié.

Casi siete décadas después de la muerte de Silvestre Revueltas (1899-1940), parece no quedar duda de que sus cuatro cuartetos de cuerdas se encuentran entre las partituras más imaginativas, más plenas de musicalidad, más ricas de inventiva y creación hechas en México a lo largo del siglo XX. Ese es, a juicio de los ejecutantes, uno de los logros mayores de este músico.

Música de feria (1932), incluido en este primer concierto del ciclo,  es el último de sus cuartetos de cuerda y uno de los clásicos del género del siglo XX, pues sintetiza la búsqueda de un lenguaje que fue a la vez moderno y nacional.

Cuarteto I, fue creado en 1957 por Manuel Enríquez (1926-1994), compositor que representa la ruptura con el nacionalismo en México y la apertura definitiva a las corrientes de la vanguardia musical imperante en las décadas 60-80 del siglo pasado. Sus cinco cuartetos de cuerda (1957-88), sintetizan el lenguaje expresivo característico de Enríquez y forman parte del repertorio mejor acabado y más auténtico en la música de cámara mexicana del periodo vanguardista.

El Cuarteto I es una de sus más tempranas obras (1957) y emana aromas de un nacionalismo que se vestía de nuevos colores por las armonías de cariz expresionista, –que alcanzan sonoridades poderosas– y los juegos interválicos que se alejan del folclorismo.

Javier Alvarez (1956), es considerado uno de los más representativos compositores mexicanos de la generación del 50.  Su obra Metro Chabacano (1991), deriva de una pieza para orquesta de cuerdas -Canción de Tierra y Esperanza-, que dedicó a sus padres como regalo de Navidad en 1986, de que la posteriormente escribió una versión para el Cuarteto Latinoamericano, estrenada en 1991 como parte de la ceremonia inaugural de la instalación Centinelas del Desierto en la estación Chabacano  del Metro.

Al paso de los años, Metro Chabacano es ya un clásico de los cuartetos de cuerda escritos en México. Con su humor, con su aire de desenfado, con su diestra escritura cuartetística, está entre las obras que inauguraron, ahí donde nadie lo habría creído, un cambio radical en la creación musical del México contemporáneo.

Por último, el Cuarteto Latinoamericano interpretó El cuarto camino (1996), del joven compositor Enrico Chapela (1974). Su estilo musical busca fundir diversas tradiciones culturales e incorporar sonidos de diferentes geografías, así como técnicas contemporáneas que pueden coexistir con lenguajes provenientes del minimalismo, el jazz o el rock.

El cuarto camino es un  cuarteto formado por tres movimientos que intentan expresar “los caminos” de “La mente”, “La emoción” y “El cuerpo”. Chapela derivó su obra de la lectura de un texto de George Ivanovitch Gurdieff. Esta pieza tuvo su estreno mundial en 1996, en el auditorio de la Universidad del Claustro de Sor Juana, con el Cuarteto de Cuerdas Camerton.

Para este concierto, el Cuarteto Latinoamericano hace una cordial invitación al público en general y afirma que no se pueden perder “la posibilidad de escuchar, en un contexto de retrospectiva histórica, lo mejor del repertorio para cuarteto escrito en nuestro país, en interpretaciones de calidad.”

El ciclo Tres siglos de música mexicana, continuará en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco 79, casi esquina calzada de Tlalpan, colonia Country Club), los días 4 de marzo, 2 de septiembre y 11 de noviembre del año en curso, como parte de la celebración del Bicentenario de la Independencia.
AMS     
Fuente: (CONACULTA)

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