La cultura mexicana es la gran protagonista de la tradicional “Feria del Libro de Calcuta”

lo mejor y nos han dicho que por esta feria pasarán casi dos millones de personas”, resumió la directora de publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (CONACULTA), Laura Emilia Pacheco, contactada  telefónicamente.

Han viajado a la India escritores, artistas y cocineros de elite, con el objetivo de dar a conocer por primera vez las artes, las letras y la cocina mexicanas en este masivo escaparate asiático, que abre al público el miércoles tras el paréntesis festivo de mañana, Día de la República.

“Hemos construido un pabellón espectacular, hecho de seda y completamente redondo, obra del arquitecto Bernardo Gómez-Pimienta. Circular porque remite al sol, muy importante en nuestra cultura”, añadió Pacheco, que espera albergar a “unos 500 visitantes por minuto”.

Con el objetivo de afianzar un “puente” con la India, el país azteca, invitado especial de la feria -en la que se presenta con el lema “México significa cultura”- ha organizado en Calcuta conferencias con autores “de primera”, como Jorge Volpi, Alberto Ruy Sánchez, Margo Glantz, David Toscana o Cristina Rivera.

“He venido para hablar de la diversidad mexicana. En la India existe la sensación de que la literatura latina está inmersa en el realismo mágico, y lo cierto es que ya no lo está”, dijo a Jorge Volpi, encargado de pronunciar la conferencia inaugural.

“La India y México son dos sociedades de tradición cultural milenaria, diversidad cultural, modernización acelerada y desigualdades. Esto permite un reflejo”, agregó el escritor, quien presenta el miércoles la versión en inglés de “No será la tierra”.

A lo largo de la Feria, los asistentes podrán conocer la gastronomía mexicana -de la mano de la chef Sylvia Kurczyn-, ver películas o aplaudir danzas del grupo de baile Mexcaltitan mientras se pasean por una instalación plástica obra de Betsabée Romero.

La delegación ha traído consigo tres mil 300 ejemplares de libros para exposición que prevén entregar después a la Biblioteca Indo-Hispánica de Calcuta, y ha colocado pantallas que proyectarán estampas de la cultura o el patrimonio mexicanos, como el Día de los Muertos.

Esta es la primera vez que México es el foco de la Feria del Libro de Calcuta, que ya dedicó monográficos a otros países del ámbito hispano, como Chile, España, Brasil o Cuba, y en la que este año habrá presencia, entre otros, 15 países latinoamericanos.

Con su desembarco calcutí, México espera también retomar el legado del escritor y poeta Octavio Paz, que pasó varios años en Nueva Delhi como diplomático y plasmó sus experiencias en obras inolvidables como “Ladera este” o “El mono gramático”.

“Querríamos retomar ese vínculo que se fue diluyendo”, reconoció Pacheco, quien mencionó el “propósito” de editar una antología de escritores indios traducida al español para el público mexicano, con vistas a fomentar los intercambios culturales.

Ya en su trigésimo cuarta edición, la Feria de Calcuta es una de las citas literarias más importantes del continente asiático, y cuenta cada año con cientos de puestos en sus casi 60 mil metros cuadrados de espacio.

Para México, el lejano viaje hasta la India marca el inicio de un año en el que el país, inmerso en sus festejos de los 200 años de independencia y los cien desde la Revolución, será protagonista en distintas ferias literarias del mundo.

Según comentó Pacheco, la literatura mexicana también tendrá un papel central en el Salón del Libro de Québec (Canadá) en abril, y más tarde en sendos certámenes librescos en la República Dominicana y en la ciudad de Miami (EU), este último ya en noviembre.

Como la Feria misma, el gran pabellón redondo que el arquitecto Gómez-Pimienta ha levantado en Calcuta echará el cerrojo el próximo 7 de febrero, fin de la oportunidad para los calcutíes de seguir los ritmos, conocer las letras y probar los platos mexicanos.

Fuente:  (Agencias)

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