Jonathan Barrera Chimal, joven genio nacido en Ecatepec, sueña con dirigir su propio laboratorio

Nutrición Salvador Zubirán.

Barrera se esfuerza por controlar su nerviosismo, pero su timidez aflora detrás de la cámaras de televisión y al “click” de las fotográficas. Sencillo, abierto, simpático y con un mar de sueños entre sus manos, “quiero tener mi propio laboratorio”, saltó a la fama porque, es de preverse, se convertirá en el más joven en terminar el doctorado en su especialidad.

Dice que es normal, que le gusta lo mismo que a todos los jóvenes de su edad, pero es difícil creer que muchos muchachos prefieran un laboratorio a una discoteca. Sin embargo, esta es su pasión, y se entrega a ella desde muy temprano y hasta ya entrada la noche, bajo la dirección de Norma Bobadilla, también de la UNAM.

“Siempre hay que dar lo mejor de uno, entregar todo en cada actividad que realizas, sobre todo lo que te apasiona, y esto es mi pasión y lo disfruto”.

¿Tienes novia? “Todavía no”, responde sin dudar, pero se enrojece. Y habla fluido de lo que hoy son sueños, pero que seguramente se convertirán en realidad: “Después del doctorado me gustaría realizar una estancia posdoctoral en alguna universidad en el extranjero, para adquirir mayor conocimiento”.

“Después, me gustaría regresar al país para montar un laboratorio y ser el jefe de grupo de un laboratorio de investigación”. Aunque aún es prematuro –faltan alrededor de dos años para acabar su doctorado– ya empezó a investigar las posibilidades de obtener una beca.

Es el consentido de la Unidad de Fisiología Molecular del Salvador Zubirán. Todos lo ven y lo tratan con cariño. “Se lo encargo”, “cuídemelo mucho”, “Es un tipazo”, “Es nuestro pequeño”, son algunos de los comentarios de sus compañeros científicos del área de especialidad de fisiología renal.

“Estamos tratando de comprender mejor los mecanismos de la insuficiencia renal para así poder desarrollar mejores terapias”, señala el joven, quien habla además inglés y francés, y que dice le gusta ir al cine, a tomar café o a escuchar conciertos.

Le gusta toda la música, pero en especial el grupo Metallica y los Yeah Yeah Yeahs, y sus libros favoritos son “Del amor y otros demonios”, de Gabriel García Márquez, y “Memorias del subsuelo”, de Fiódor Dostoyevski.

Sus amigos son mayores, de 29 o más de 30 años, y son en especial los investigadores con quienes convive o aquellos que fueron sus compañeros de generación.

Nacido en Ecatepec, Estado de México, dice que sus papás le cuentan que desde que era muy pequeño tenía interés por aprender cosas nuevas. “Aprendí a leer a los tres años porque mi mamá me enseñó.

Además, tiene un hermano cuatro años mayor, Eli, de 25 años, que está por concluir su licenciatura en la UNAM en Ingeniería de Comunicaciones Electrónicas.

FRASE
“He adelantado tanto porque mis papás, conforme yo iba pidiendo, me daban lo que necesitaba para avanzar en los estudios”
Jonathan Barrera Chimal, estudiante del doctorado en Ciencias Biomédicas de la UNAM.

Fuente: (Notimex)

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