Recordando a Luis Spota, figura del periodismo y la literatura y gran aficionado a los toros y al box

13 de julio de 1925 en la Ciudad de México, donde su nana de origen otomí le narraba historias y leyendas, lo que le generó su gusto por la lectura y después la escritura. 

La difícil situación económica de su padre, un inmigrante italiano, y los pleitos con su madre, lo llevaron a dejar inconclusa su educación secundaria y a viajar a Tampico, donde se empleó en un barco con destino al puerto de Progreso, en cuyo trayecto enfrentó varias desventuras, incluida el hambre. 

Tras muchas dificultades, consiguió volver a la Ciudad de México donde optó por independizarse, para lo cual tuvo que desempeñar varios trabajos, desde repartidor de volantes hasta vendedor de navajas de rasurar, de enciclopedias de puerta en puerta y como ayudante de mesero en el ahora extinto Café Regis. 

No obstante, siempre mantuvo su gusto por leer y a la postre adquirió una vasta cultura que le permitió incursionar en el periodismo desde los 14 años. Algunos de los primeros cuentos que escribió, a esa edad, fueron publicados en la sección “Un cuento diario”, del periódico “El Universal Gráfico”. 

Su primera entrevista periodística fue la última que se le hizo en México al piloto aviador Francisco Sarabia, y tras destacar como reportero de diario “Excélsior” comenzó a escalar en ese rotativo. 

De hecho, sorprendió al medio periodístico cuando a los 19 años se le hizo director de la edición “Extra” y a los 21 de “Ultimas noticias”, del mismo diario, suceso que marcó el inicio de su trayectoria en el mundo de las letras. 

Spota también fue reportero de la revista “Hoy”, colaborador de “Novedades”, “Esto” y de las revistas “Política”, “Mañana”, “Así” y “Revista de América”. Dirigió la revista “Espejo”, condujo programas de televisión y fue director de la sección de cultura del periódico “El Heraldo”. 

Cabe mencionar que presidió la Comisión de Box y Lucha del Distrito Federal y durante los últimos años de su vida produjo y fue comentarista de los programas “La hora 25” y “Fuera de serie”, que se transmitieron por el Canal 13, en esta ciudad. 

Spota también se desempeñó como fotógrafo y sus imágenes fueron publicadas en la revista “Estampa”, que dirigió el periodista republicano español Adrián Villalta. 

En la colonia San Rafael de la capital mexicana, Spota se hizo amigo de los toreros Manuel Capetillo y Rafael Rodríguez, apodado “El Volcán de Aguascalientes”, lo que lo llevó a querer ser matador de toros. 

Otra de sus hazañas fue descubrir la identidad del escritor estadounidense B. Traven, el enigmático autor de “Canasta de cuentos mexicanos”, a quien el genial camarógrafo Gabriel Figueroa ocultó varios años en su residencia en Coyoacán, por motivos políticos. 

El artículo le valió el Premio de Periodismo otorgado en 1948 por la Asociación Nacional de Periodistas. Spota trabajó además en la radiodifusión desde 1949, en la XEW. Obtuvo el premio al Mejor Comentarista Radiofónico en 1952 y 1953. 

Posteriormente trabajo en televisión, donde su primera participación fue en el programa Magazine televisado (1958). 

Realizó junto con Rafael Solana el programa de crítica “Tribunal cinematográfico” (1959), transmitido por canal 4. 

A partir de 1969, fue titular de “Grandes Series de Golf”, programa del canal 8 que en ese entonces pertenecía a Televisión Independiente Mexicana, cuya duración fue de 18 meses. Fue co conductor del programa “Cada noche lo inesperado” (1973). 

Mas tarde ingresó al Canal 13, propiedad del Estado, que luego se convirtió en Imevisión, donde condujo los programa “Diálogo abierto”, “Fuera de serie” y, a partir de 1977, ‘La hora 25″, programa de entrevistas sobre temas de actualidad política o cultural. 

De su prolífica obra literaria destacan títulos como “José Mojica, artista y fraile”, “Biografía del licenciado Alemán” y “El coronel fue echado al mar”, con el que ganó el primer lugar en el concurso nacional de Literatura. 

“Murieron a mitad del río”, “Más cornadas da el hambre” (Premio Ciudad de México), “Las grandes aguas”, “Casi el paraíso”, “La sangre enemiga”, “El tiempo de la ira”, “La carcajada del gato” y las obras de teatro “Ellos pueden esperar”, “Dos veces la lluvia” y “La estrella vacía”, la cual fue llevada al cine. 

Sus novelas han sido traducidas a idiomas como el inglés, francés, alemán, serbio, indonesio, yiddish, polaco, sueco, húngaro, ruso y el italiano. 

Luis Spota, quien también escribió piezas teatrales y cinematográficas y siempre estaba en busca de más conocimientos, falleció el 20 de enero de 1985. 

Fuente: (Notimex)

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