Memorias de un huapanguero: “Huasteca potosina. Ruta mágica por la tradición y la aventura”

su cargo. No pudimos realizar una entrevista debido a que el autor atendía su puesto de libros, DVD, discos y publicaciones sobre la Huasteca, quizás el más completo en este rubro, y no tenía casi momentos de reposo que le permitieran charlar con calma.

Sin embargo, Hernández Ochoa, editor e investigador potosino, comenta en dicha obra: “Este libro es producto de un entusiasta recorrido por los senderos de la Huasteca, resultado de una labor permanente de investigación, realizada a partir de la edición de la revista ‘Recorriendo la Huasteca’, en noviembre de 1995. Desde entonces tuve la oportunidad de entrar en contacto de una manera renovada y fructífera con la riqueza cultural y musical de la Huasteca potosina, a la que me reintegré después de 20 años de estancia en la ciudad de México. Sin buscar una remuneración económica abundante o inmediata, me di a la tarea de realizar mi trabajo con la firme decisión de ser alguien haciendo algo. Para cumplir con este propósito, ha sido necesario aplicar una capacidad de esperanza tan grande como horas tiene el día y como días tiene el año, sabiendo que con esta labor contribuía, aunque fuera de manera modesta, a impulsar el esplendor pasado y presente de la cultura de la Huasteca. Hasta la fecha, he buscado desarrollar mi trabajo con un espíritu de curiosidad tan grande como la satisfacción de compartir lo que hago, siempre con la certeza de que es más lo que ignoro que lo que conozco”.

Respecto del propósito y la naturaleza de su libro, señala: “es el de incluir los elementos básicos para entender la Huasteca desde distintos puntos de vista, considerando que no existe un solo criterio para definir esta región, presente en porciones de seis estados de la República Mexicana, tan distintos entre sí, pero a la vez tan identificados por una personalidad social, reconocida incluso más allá de las fronteras de nuestro país. Se trata de una recopilación, más que una investigación exhaustiva, que en su primera parte nos acerca a la ubicación geográfica, a las tradiciones, a la cosmovisión, a la artesanía, a la música y a la gastronomía de esta interesante cultura. En la segunda parte, se realiza la descripción de los veinte municipios, considerando los antecedentes históricos, el significado del nombre, las fiestas patronales, así como la descripción de los atractivos que cada lugar ofrece, otorgando al interesado la posibilidad de contar con información actualizada para respaldar su recorrido”.

Bien, con estos prolegómenos, el lector se dará cuenta de que estamos frente a una obra de divulgación, la cual busca orientar al interesado o curioso acerca de los senderos y las maravillas que le esperan en su paseo por esa región del estado de San Luis Potosí. Como lo anticipa, el autor presenta un vistazo sobre la ubicación de la región y uno histórico desde la época prehispánica hasta llegar a nuestros días, haciendo énfasis en algunos aspectos de los huastecos y su imponente medio ambiente.

Para ahondar en alguna cuestión, Hernández Ochoa incluye textos, citas o fragmentos de diversos autores, como el de Patricia Gallardo Arias, “La enfermedad, el espíritu y su curación”, “El combatiente español y los gallos en la Huasteca”, de Alfredo López Barrantes, y “El cultivo de la caña en la Huasteca potosina”, de la Unión Nacional de Cañeros A.C., o sobre la indumentaria huasteca y el arte del tejido y el bordado, las danzas tradicionales, la ganadería, el café, la artesanía, la gastronomía, el Día de Muertos o Xantolo, los voladores de Tamaletón, el arte huasteco antiguo y el huapango, entre otros.

Respecto del último tema, hace una síntesis de su origen, significado e importancia cultural. Además, menciona a huapangueros de la región o que vivieron o viven en ésta, tales como “El Negro” Marcelino, Heliodoro Copado, Roberto Mar, Pedro Rosa, “compositor del Querreque”, y Artemio Villeda Marín, acotando que en el municipio de Xilitla se calcula que hay entre 30 y 40 tríos de huapangueros. Asimismo, añade algunos datos biográficos de Pedro Rosa y Artemio Villeda Marín, que resultan valiosos para el interesado en la vida de los huapangueros legendarios.

Posteriormente, Arturo se ocupa de describir someramente los veinte municipios de la Huasteca potosina: Aquismón, Axtla de Terrazas, Ciudad Valles, Coxcatlán, Ébano, El Naranjo, Huehuetlán, Matlapa, San Antonio, San Martín Chalchicuautla, San Vicente Tancuayalab, Tamasopo, Tamazunchale, Tampacán, Tampamolón Corona, Tamuín, Tancanhuitz de Santos, Tanlajás, Tanquián de Escobedo y Xilitla. A Ciudad Valles le confiere más espacio en las páginas de su libro, hecho que se comprende, pues este municipio es el segundo en importancia en el estado.

Cabe mencionar que en la descripción de los veinte municipios huastecos potosinos, Hernández Ochoa señala los aspectos más relevantes por considerar en cada uno de aquéllos, como el más útil y versado guía de turistas. Además, un dato importante: nos dice las fechas de fiestas y los días de tianguis en cada uno, lo que es de agradecerse, pues le da al lector una pauta confiable para planear su viaje por esta encantadora región, llena de atractivos, gastronomía y cultura, todo lo cual hace de “Huasteca potosina” un vademécum indispensable para conocer, aunque sólo sea mediante la lectura para quienes no han tenido el placer de visitarla, esta bellísima región cultural de México.

Finalmente, se agradece la abundancia de fotografías en sepia, a pesar del monocromatismo, nos trasladan al mágico lugar, al que dan ganas de conocer o de regresar, como lo expresa un son famoso… Asimismo, incluye una abundante y valiosa bibliografía. Así, sólo queda preguntarse ¿qué otra grata sorpresa bibliográfica nos obsequiará Arturo? Pues antes de “Huasteca potosina” (1ª. edición noviembre de 2006; 2ª. edición agosto de 2009, Ciudad Valles, San Luis Potosí, México, Unión Nacional de Cañeros, A.C.-CNPR; Hotel Spa Taninul; Secretaría de Cultura de San Luis Potosí; Electrónica y Medicina, S.A. y Hoteles Don Antonio Misión Ciudad Valles), en 2008 había publicado “Edward James. Arquitecto de la imaginación”, del que espero escribir en una próxima ocasión.

Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com

Foto: Un libro que es una valiosa guía para el viajero interesado en la región.
Cortesía: Arturo Hernández Ochoa.

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