Miembros de las comunidades indígenas tohono o’odham, yaqui, cocopah y del Río Gila, participarán en Simposio en Hermosillo

norte mexicano.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) es una de las instancias organizadoras de este evento académico en el que la arqueología abordará los “vasos comunicantes” que hasta el día de hoy mantienen ambas zonas, no obstante su separación geográfica desde mediados del siglo XIX. Las conferencias abarcan diversos aspectos, desde la época prehispánica hasta el presente milenio.

La arqueóloga Elisa Villalpando, adscrita al Centro INAH Sonora y una de las organizadoras del Simposio, comentó que en dos ponencias se darán a conocer los pormenores del destino de las osamentas de los guerreros yaquis —caídos en 1902 durante el genocidio del Cerro Mazatán, en Sonora—, que luego de permanecer casi una centuria en el Museo de Historia Natural de Nueva York, en Estados Unidos, donde llegaron con fines de estudio, fueron repatriados en octubre de 2009.

Investigadores de la Universidad de Sonora (Unison) y del INAH, además de indígenas yaquis y del Río Gila (afluente del Río Colorado, Estados Unidos), charlarán sobre los datos encontrados en documentos militares y civiles, testimonios orales de tercera generación y notas de campo del antropólogo físico Alex Hrdlicka, así como desde la percepción del propio pueblo yaqui.

En el XI Simposio del Suroeste participan arqueólogos, historiadores y antropólogos de universidades estadounidenses, entre ellas, del Estado de Arizona, de San Luis Missouri, de California (en Riverside y Berkeley), de Durham, Metodista del Sur, y de Columbia.

En el encuentro que tendrá lugar en el Centro de las Artes, Unison, en la capital sonorense, también se encuentran convocados expertos nacionales provenientes de distintas dependencias del INAH y de las universidades Nacional Autónoma de México, autónomas de San Luis Potosí y de Zacatecas, y Juárez del estado de Durango, por citar algunas.

Las conferencias están divididas en las siguientes secciones: Occidente y Norte de México, El siglo perdido: 1450-1540 d. C., Arqueología y sociedad, y Colaboración entre culturas.

La investigadora señaló que las presentaciones científicas incluyen algunos replanteamientos, desde el mismo término de Southwest —considerando  los límites espaciales y temporales—, hasta las variantes de aquello que se ha tratado de homologar bajo el concepto de “Mar Chichimeca”, el cual estuvo habitado por diversas sociedades con diferentes economías, además de la caza y la recolección.

Agregó que la presencia en este Simposio de miembros de las comunidades tohono o’odham, yaqui, cocopah y del Río Gila, demuestra la integración cada vez mayor entre las costumbres orales nativas y los rigores del análisis científico. Sobre este tema hablará el doctor Michael Mathiowetz, de la Universidad de California en Riverside.

En su ponencia expondá la posición de los arqueólogos que tradicionalmente han descartado las costumbres orales nativas por ser incompatibles con los rigores del análisis científico. Sin embargo, las colaboraciones recientes y el diálogo entre arqueólogos y personas de los grupos indígenas demuestran el valor de un enfoque de “multiples expresiones” para conseguir una interpretación más equilibrada del cambio social pretérito.

La importancia de incluir las perspectivas indígenas es ejemplificada en este estudio a través de un examen de los datos arqueológicos, las tradiciones orales de los pueblos y las prácticas rituales vinculadas con el Mundo Flor Mesoamericano centrado en Paquimé (1200-1450 d. C.), en el norte de Chihuahua, México.

Asimismo, otra de las ponencias señalará las difíciles relaciones que mantuvo el imperio español con las sociedades nativas distribuidas desde el norte de la Ciudad de México hasta la frontera de la Nueva España, en el siglo XVI. Muestra de ello fueron las guerras del Mixtón y la de Tiguex.

En este contexto, se hablará de la expedición de gran escala comisionada por Antonio de Mendoza en 1539 a Marcos de Niza, que junto con un pequeño grupo exploratorio se aventuraron en el lejano norte hasta el pueblo de Zuni. La comitiva liderada por Francisco Vázquez de Coronado partió de Compostela, Nayarit, en febrero de 1540 con más de 2 mil hombres y 5 mil cabezas de ganado. Eventualmente, la expedición cubrió una distancia de aproximadamente 4 mil millas durante un periodo de 2 y medio años, antes de que regresaran a la Nueva Galicia.

Esta expedición representa una de las más largas y de más largo alcance comisionada desde la Nueva España. Aunque la esperanza del hallazgo de “otro México” y muchas riquezas no se cumplieron, la aventura de Coronado fue notable por las pocas vidas perdidas y el conocimiento geográfico adquirido. En esta ponencia se puntualiza el contexto sociopolítico y los detalles organizativos de la expedición, poniendo especial énfasis en el impacto a las poblaciones nativas.

En términos del manejo del patrimonio, Elisa Villalpando dijo que en una de las presentaciones se hará un examen crítico de los programas que en la materia se implementan tanto en México como en Estados Unidos. Se identificarán ventajas y desventajas de cada sistema, sus puntos débiles y fortalezas, en aras de la investigación y los propios recursos culturales.

Con el apartado: Colaboración entre culturas, en el que se abordarán proyectos comunitarios vinculados a la investigación arqueológica y casos como el de la tribu cocopah, la cual mantiene sus costumbres espirituales pese a las fronteras impuestas, finalizará el XI Simposio del Suroeste.

Fuente: (INAH)

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