Especialistas del INAH diseñan plan de manejo en sistema digital para la zona arqueológica de Dzibilchantún en Yucatán

que además administra el Museo del Pueblo Maya, se convierte en el primer sitio de México con una plataforma completamente digitalizada para su manejo, control y difusión.

Los arqueólogos Diana Trejo Torres y Daniel Ayala Garza, adscritos al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), han encabezado un equipo multidisciplinario de especialistas a lo largo de cuatro años para crear la primera plataforma digital de un sitio arqueológico y ponerlo así a la vanguardia tecnológica a nivel nacional.

El llamado Sistema de Manejo Digital agrupa bases de datos, archivos, catálogos, fotografías, mapas tridimensionales y otros elementos que ayudan al ordenamiento de información sobre ese sitio arqueológico y facilitan su manejo.

“El proyecto surge de la necesidad de hacer un registro del acervo del Museo del Pueblo Maya, el nombre original incluso fue ‘proyecto catálogo’, sin embargo, fuimos enriqueciendo la base de datos con toda la información a nuestra disposición y vimos lo útil que podía ser la herramienta, que al final se ha convertido en una verdadera plataforma multifuncional”, comentó la arqueóloga Trejo Torres.

“El objetivo del INAH no únicamente es preservar físicamente nuestro patrimonio cultural, también es necesario conservar la información que investigadores, arqueólogos, historiadores y antropólogos han desarrollado por décadas; si se tiene todo ese universo de trabajo bien conocido y delimitado como ahora, se optimizarán los recursos en todo sentido”, dijo Ayala Garza.

La propuesta original fue establecer un sistema donde se pudiese almacenar toda la información hasta el día de hoy, y se actualizara sistemáticamente. De este modo, la plataforma considera enriquecerse con toda la información disponible acerca de los 20 kilómetros que abarca el polígono de Dzibilchantún. Un sistema como éste permite su uso cotidiano y funciona como método de consulta a nivel cuantitativo y cualitativo.

El acervo del museo no únicamente se encuentra fotografiado, calificado, catalogado y registrado, contiene la historiografía de cada pieza, su perfil arqueológico y las condiciones actuales sobre su estado de conservación, incluso es posible identificar en tiempo y espacio la ubicación precisa de cuándo fue encontrada y en qué parte del museo se encuentra exhibida.

El Sistema de Manejo Digital o “Frankie” como le apodan sus creadores haciendo alusión a la novela de Mary Shelley, permite observar de forma tridimensional el sitio arqueológico de Dzibilchantún, y ofrece información sobre más de 40 edificaciones, cada una con sus características físicas exactas, la cronología de las excavaciones y las investigaciones realizadas.

La réplica digital hecha a escala 1/1 con sus dimensiones estrictas convierte la plataforma en una reproducción tridimensional digital del sitio, no en una versión virtual. Esto ha permitido a los arqueólogos realizar estudios sobre la ubicación de las piezas, etapas constructivas, patrones de asentamiento, y distinción de nivelaciones y sacbés, que prácticamente son invisibles a simple vista.

“Hoy en día podemos ubicar cada edificación por medio de un sistema de geoposicionamiento satelital, proyectar excavaciones a futuro, graficar las labores de avance en restauración o mantenimiento, y realizar construcciones hipotéticas de cómo pueden lucir plazas todavía inexploradas por los arqueólogos”, aseguró Ayala Garza.

Por su parte, la también directora del museo, Diana Trejo, informó que ya han utilizado a “Frankie” para el manejo y control de operaciones del sitio, desde aplicaciones de investigación arqueológica hasta operativos llevados a cabo en la zona como “La noche de estrellas” o el Programa de Empleo Temporal (PET).

En el primer ejemplo se diseñó virtualmente toda la ejecución del operativo, desde la posición precisa de cada telescopio, los accesos, la ubicación de los equipos de seguridad y emergencia, hasta las rutas a seguir por los visitantes de acuerdo con el volumen de asistencia.

Para el PET se diseñó la intervención del sitio: el desempeño de cada grupo de trabajo, el área física de servicio y sus avances cronológicos en cada semana de actividad.

El Sistema de Control Digitalizado permite de forma virtual recorrer cada punto del sitio, y posicionarse en tiempo y espacio en lugares que sería imposible para los arqueólogos. “Podemos visualizar cualquier perspectiva y ángulo imaginable, desde una mirada cenital hasta 90 grados debajo de un monumento”.

“Los alcances son infinitos y las aplicaciones ilimitadas, podemos quitar y poner cosas, hemos recreado el fenómeno del equinoccio que ilumina el Templo de las Muñecas a partir de una alineación arquitectónica del sitio con el sol, que descubrimos no es tan perfecta debido a la precisión milimétrica de nuestro sistema”, comentó el especialista.

La maqueta en tercera dimensión es exacta. Las bases de datos, los catálogos de imágenes, incluso los artículos periodísticos y las primeras fuentes históricas sobre la zona arqueológica que datan de la década de los 50 están disponibles en el sistema.

Para diseñar esta plataforma se hizo un registro de todos los planos y mapas existentes, los datos son fehacientes ya que fueron corroborados por trabajos de campo; se han incluido los informes sobre la zona arqueológica que se pueden consultar por fecha, investigador o tema en la bases de datos (acervos fotográficos, intervenciones de restauración, colecciones y material  documental).

Por el momento, parte de la información ya se ha agregado al Atlas Arqueológico que el INAH desarrolla. Para diseñar esta plataforma se han utilizado diversos softwares de trabajo como Autocad y 3d-Max, y otros programas de diseño y edición además de los sistemas para ubicación georreferencial.
Fuente: (INAH)

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