Recuperan arte plumario, técnica casi extinta que en la época prehispánica simbolizaba riqueza, fertilidad y poder

riqueza, fertilidad y poder, y quienes la usaban solían ser asociados con la divinidad.      

Arte Plumaria es el título de la exposición que reúne obras selectas, creadas por Aurelio Franco Obregón, nacido en el barrio de Tacuba, Distrito Federal, y quien es uno de los pocos que aún recrean, desde hace 40 años, este arte en extinción.

La muestra organizada por el INAH, que permanecerá en exhibición hasta el 7 de diciembre, incluye una serie de esculturas tridimensionales, elaboradas con plumas de brillo iridiscente —expresa el artista—, las cuales aluden a calendarios, dioses y mitos prehispánicos.

Un mosaico de plumas, de forma circular, con contornos rojo y amarillo que representan al sol, y una espiral de tono azul, que alude al planeta tierra, es la pieza central de la peculiar muestra.

A decir del creador —de quien algunas obras forman parte de las colecciones del Museo Nacional de Antropología—, la exposición representa también el rescate de esta expresión de arte popular, que hoy en día ofrece grandes posibilidades a los creadores, ya que ahora la plumaria es más rica en color que en la época prehispánica.

“Ahora podemos trabajar con plumas de aves de corral de todos los continentes, y admirar plumajes que ni nos imaginamos. Los hay de pavos ocelados, aves del paraíso, faisanes argus (tibetano), considerados los más largos del mundo, entre muchos otros ejemplares de colores extraordinarios”.

Su fuente para la obtención de plumas es el aviario del doctor Jesús Estudillo, quien se ha dedicado al cuidado de especies en extinción. Su granja denominada La Siberia de las Aves se ubica en Texcoco, en la que el ornitólogo mexicano está al cuidado de gran variedad de aves de todo el mundo.

“Esta exposición también pretende rendirle homenaje al doctor Estudillo, por su trabajo de conservación y reproducción de aves; su aviario es reconocido mundialmente y muchas personas de diversos países recurren a él para la cría de sus especies”, comentó Aurelio Franco.

Detalló que mediante esta vinculación con el aviario ha podido crear piezas con plumas de gran belleza y calidad, pertenecientes a distintos ejemplares en vías de extinción. “El ave tira las plumas por muda natural, y personal del lugar las organiza por colores, tamaños y formas. Generosamente, me donaron esta materia prima para realizar la muestra”.

El artista indicó que la exposición también es una forma de que el público conozca  esta tradición y que además se puede multiplicar, por lo que es importante que las instituciones y los museos abran espacios para su difusión, y despertar el interés de otros creadores para cultivar este arte”.

Aurelio Franco descubrió el arte plumario con su abuela, artista anónima dotada de gran sensibilidad quien vivía en Petatlán, Guerrero. Empezó a trabajar con plumas de aves a los 13 años, ya que un vecino suyo le obsequió una dotación de plumas. A partir de entonces, y a lo largo de más de 40 años, se ha entregado a este trabajo.

Los textos mayas Popol Vuh y Chilam Balam han motivado su trabajo, además de documentos nahuas, como La Matrícula de Tributos.

El artista radicado desde hace más de 20 años en Tepoztlán, ha presentado diversas exposiciones en casas de cultura en el interior del país, en la Ciudad de México, y en foros de las ciudades de Milán, Italia, y Barcelona, España.

El Museo Ex Convento de Tepoztlán se ubica en Avenida Revolución s/n, esquina Plaza Principal, Centro de Tepoztlán, Morelos, abre sus puertas al público de martes a domingo de 10 a 17 horas. Entrada gratuita.

Fuente: (INAH)

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