diferente,
Yeray:
donde se puso candente
el asunto del ombligo,
Alexis:
porque contigo y conmigo,
la distancia umbilical
Yeray:
es tradición ancestral,
como el arte del huapango,
Alexis:
aunque no tenga un tarango*
y abajo cante mal,
* (tarango: tablado elevado donde los trovadores del son arribeño tocan y trovan durante horas en las contiendas líricas denominadas topadas.)
Yeray: es verdad, tarango no hay,
pero hay un banquito verde,
Alexis:
que muchas veces se pierde
cuando no canta Yeray,
Yeray:
y el banco dice caray:
no esperé ser tan famoso,
Alexis:
pero lo más peligroso
es que no es verde, que es negro,
(La algarabía va en aumento constante; el cuatro y el güiro no se rasgan más.)
Yeray:
me alegro, así será más garboso,
Alexis:
la garbitud del bancable
es bastante discutible,
Yeray:
lo que parece increíble
es que yo sea irresponsable,
Alexis:
el tequila es el culpable
de que lo veas borroso,
Yeray:
oh, qué doloroso,
mi asunto es tan crónico
que hoy me volví daltónico
Alexis:
creo que tu daltonismo
no es por culpa del tequila,
te afectó a ti la pupila
la fuerza del repentismo,
Yeray:
mas yo te diré ahora mismo
que mis favores reintegro
que del asunto me alegro
además para saber
que mañana vendré
a ver si este es verde o es negro…
Alexis:
No hay que esperar a mañana,
de solucionar me alegro,
el banco es de cuerpo negro,
donde no hubo piel humana,
pero aquí, que se desgrana
el culo de una mujer o de un hombre,
vaya usted a saber,
el banco descascarado
tiene un color averdado
y… a mí no me da la gana,
Yeray:
no vamos a discutir
por el color de este banco,
porque yo, siéndote franco,
qué debate voy a abrir
mas yo no quiero insistir
aunque mi mente se apure
y que todo se conjure,
que aquí ya nada se pierde,
si este banco está verde
tú déjalo que madure,
Alexis:
de una cosa yo me alegro,
sin que nadie la discuta,
será ésta la única fruta
que madure el color negro,
mañana frente al reintegro
del amanezco genuino
cuando desande el camino
y vuelva aquí a este lugar
qué color voy a encontrar,
yo daltónico asesino,
Yeray:
Yo tengo el alma intranquila
como el ciervo cazador,
Alexis:
Como la hacienda mayor
Yeray:
El pueblo viejo vigila
Alexis:
La herradura está esperando
Yeray:
Lo que estaba pensando
es que yo siempre me duermo
si no viene el José Cuervo
con lo que estaba esperando,
Alexis: Roberto, ya nos marchamos
Yeray: Ya nos vamos a dormir…
(Las protestas de los presentes no se hacen esperar, y los trovadores se retractan.)
Alexis:
Ahora les explicamos
qué fue lo que aquí sucedió
Yeray:
He llegado a la conclusión
de que fue el verde del concreto
lo que a mí me confundió,
Alexis:
Yo creo que la verdura
no ha afectado a este poeta,
él se ha puesto tanto a dieta,
come tanta hierba pura
que ve verde la figura
de todo el que esté a su lado,
tiene un banco africanado
y dice que el banco es verde,
como si su pupila se pierde
o ha bebido demasiado,
Yeray:
[…]
si lo hubieren permitido,
yo sólo quiero advertir
y que esto se recuerde,
que yo sé muy bien que es verde,
que soy el que está más cerca,
[…]
que hasta un perro me muerde,
Alexis:
se confiesa que es cubano
para que alguien lo recuerde,
verde que te quiero verde,
que es un hombre lorquiano,
Yeray:
claro, porque él es como un hermano
que tuve allá por Granada,
y aunque no me dijo nada
del color del banco este,
deja que el verde me preste
su esperanza […]
Alexis:
ya entendí de modo franco
la confusión que lo pierde,
quiere ver billete verde
en algo llamado banco,
Yeray:
Si atacas por ese flanco…
Si atacas por ese flanco,
no te toca ni el reíntegro,
no creas que me alegro
de tu tema hipotecario,
tú en el asunto monetario
tienes el tema muy negro…
La alegría acumulada estalla en risas y aplausos, los poetas se abrazan y agradecen a todos por su presencia, dando por terminada la controversia, mientras Alexis califica a Yeray de “mostro, es un mostro”. Pero el asunto no acabó ahí, pues luego el canario dice, “faltó José Alfredo, ahora le toca a José Alfredo…” mientras Alexis me confía: “El escenario es una cosa, es el espectáculo, a mí lo que me gusta es la controversia, aquí es donde se canta bien, esto fue algo muy improvisado; además, Yeray está reventado después de un viaje de mil horas…”.
Así, Yeray se arranca con “Caminos de Guanajuato” y es seguido por un reducido pero fervoroso coro, entre los que se encuentra Nacho del Río, director de Soneros de México, grupo folclórico de Guadalajara. Al concluir, comenta Yeray, “Una vez le hice una décima a José Alfredo, no la recuerdo ahora, pero terminaba así, ‘en estos siete montones,/ hemos aprendido a amar, ser felices y olvidar,/ escuchando tus canciones…’”, y explica que a su patria la llaman “Los siete montones”. Después continúa con “Ella”, al terminar grita sucesivamente, “Viva José Alfredo, viva Xichú”, y Alexis complementa, “Viva Cuba, viva Puerto Rico y viva México”, siendo ambos secundados por los felices comparsas.
Luego Roberto Silva toma el güiro y empieza a tocar y cantar:
Qué bonita bandera
qué bonita bandera
qué bonita bandera
es la bandera puertorriqueña.
Más bonita se viera
si los yanquis no la tuvieran…
Viva mi bandera,
viva mi nación,
vivan los boricuas
que son boricuas de corazón.
(Se repite.)
En pleno campo
yo grito revolución
que se vayan los gringos
porque ellos no son
parte de mi tierra
ni del corazón,
porque soy boricua
yo soy boricua de corazón…
Y que viva Cuba
su revolución,
y que viva América
en liberación,
que vivan los pueblos
los pueblos que son
de la libertad un gran blasón
vivan las banderas
de los pueblos que
con nuestra fe
viven tradición
que viva Xichú
en el corazón
del pueblo nuestro
la revolución
este Xichú lindo
que halló en mí ocasión
al que ahora yo vine
con mi relación
porque soy cantante
de revolución,
yo creo en la tierra
creo en la nación
creo en México,
linda vocación
de los que cantan alegres
por la tradición,
vivan los boricuas
que son boricuas de corazón
y los mexicanos
que creen en la revolución…
Entra Alexis:
Los que toman ron
los que están cantando
a continuación
los que tocan güiro
en el corazón
los que a esta fiesta
dan prolongación
los que están cantando
en cualquier rincón
los que tienen sangre
y tienen pasión
estamos sin cuerda (Tony Rivera había ido al baño, pero al güiro lo acompañaban las palmas de los afortunados noctívagos)
vaya maldición
los que tocan cuerda
qué pendejos son
estamos cantando
en este rincón
pero no se muere
la improvisación…
Todos:
Viva mi bandera
Viva mi nación
vivan los boricuas
que son boricuas de corazón
Yeray:
Les diré la verdad de lo que pasó
Que Tony Rivera, Tony Rivera se los llevó
yo los instrumentos los tocaría
pero ya se fueron hasta el otro día
de lo que tú dices me quedo perplejo
pues yo toco cuerdas y no soy pendejo…
Alexis:
Yo voy a aclarar esta confusión
porque mis poemas tienen traslación
lo que yo decía, mi negra expresión,
era con los otros de esta rebelión
por tanto mi amigo, quítale ofensión
que no me refería a tu condición…
Yeray:
Qué bueno que hiciste esta aclaración
porque yo ya estaba cerca apestosón
Alexis:
esconde la mano, con preocupación,
que si la levantas se para el varón
[…] con cierta razón
[…] acá en el pantalón
Todos:
Qué bonita bandera
qué bonita bandera
qué bonita bandera
es la bandera puertorriqueña.
Más bonita se viera
si los yanquis no la tuvieran…
La alegría invade los corazones y se escuchan vivas a Zapata, a “Xichú, territorio libre” y a los trovadores. Pero Alexis, imbatible, toma el güiro y empieza a rapear, seguido por Silva: “No me quiero ir a dormir, yo quiero seguir, yo quiero seguir…”. Luego éste toma la voz cantante:
Yo soy borinqueño
y vine a cantarle
al son arribeño
quiero saludar
quiero continuar
no quiero acabar
quiero continuar
con este sueño
yo quiero seguir,
yo quiero seguir…
Alexis:
Estamos borrachos
por la poesía
estamos bebiendo
desde hace rato
qué bien beben poemas
los de Guanajuato…
Roberto:
Qué lindo es Xichú,
qué linda es su gente,
qué lindo se siente
este lindo ambiente
para que la gente
disfrute ahora
canto hasta la aurora
que está omnipotente
yo quiero estar
con mi canto presente
yo quiero cantar
a toda esta gente
quiero regalarles
mi verso ardiente
y que venga mucha
mucha aguardiente
yo quiero seguir,
yo quiero seguir…
Y la celebración sigue así otro rato a ritmo de rap, hasta que los juglares sienten el rigor del transcurso de las horas, de la fatiga, del tequila, y se retiran, casi a las tres de la madrugada, como ellos saben:
Estamos en Xichú, en la Sierra Gorda,
Xichú, la sierra de Guanajuato
ay que sabroso se pasa el rato
ay que sabroso se pasa el rato
en esta sierra de Guanajuato…
Hay que señalar que, debido al ruido ambiental, algunos versos fueron inaudibles, quizás algunas palabras se omitieron o cambiaron involuntariamente, las erres muchas veces suenan como eles, pero esta recopilación no quedó en las grabaciones que hicieron los organizadores de Xichú, por ello es un documento único, quizás de algún valor literario y testimonial… En último caso, es la concreción de un deseo, de un anhelo de Alexis: “Sería lindo que alguien lo haya grabado”. Así, el presente trabajo es una especie de botella tirada al mar en busca de su ínsula: la de la celebración de la palabra, en la que el lector es Sancho Panza.
Foto: Roberto Silva, Tony Rivera, Yeray Rodríguez y Alexis Díaz-Pimienta durante la controversia espontánea en Xichú, Guanajuato, en el albor del último día de diciembre de 2007.
Azteca 21/Gregorio Martínez M.