Homenaje y reconocimiento a un visionario del arte y la cultura, el Doctor Eusebio Dávalos Hurtado

Eusebio Dávalos Hurtado (1909-1968).

Con motivo del centenario de su nacimiento, los institutos Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y Politécnico Nacional (IPN), rindieron la víspera un merecido homenaje a don Eusebio Dávalos, personaje que se formó en ambos organismos y a los que, posteriormente, consolidaría como instancias imprescindibles para el avance científico y cultural de México.

En representación de Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH; Luis Ignacio Sáinz, Secretario de este Instituto, expresó que el médico y antropólogo físico desempeñó cargos de alta responsabilidad; “su integridad profesional estaba forjada en una visión amplia y crítica que le llevó a emprender políticas a favor del estudio, la protección y la difusión del patrimonio cultural”.

Su gestión al frente del INAH, entre 1957 y 1968, —anotó Sáinz Chávez en el acto celebrado en Museo Nacional de Antropología— fue una de las más fructíferas, pues además de los citados museos nacionales, se crearon otros como el arqueológico de Yucatán, el de la Cultura Huasteca en Ciudad Madero; los de Colima, Chihuahua, Michoacán, San Luis Potosí, Tabasco y Veracruz.

Asimismo, “con el apoyo de investigadores de gran relevancia, como Ignacio Bernal, Wigberto Jiménez Moreno, Ignacio Marquina y Jorge Gurría Lacroix; Eusebio Dávalos obtuvo financiamiento para realizar otras investigaciones, entre ellas, las exploraciones de Teotihuacan y Cholula, además de proyectos de arqueología subacuática en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá y el Nevado de Toluca, por mencionar algunos”.

Tras su semblante adusto —como recordó en su intervención el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma—, se escondía un espíritu generoso. Así lo confirmó también Luis Alberto Vargas, hijo del radiólogo Luis Vargas y Vargas, quien fuera una de las amistades más cercanas de don Eusebio Dávalos.

Por citar un par de ejemplos, para lograr la construcción del Museo Nacional de Antropología, el propio director del INAH hizo antesala en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, durante morosas horas; y cuando su pasión por la música dio origen a los primeros conciertos en el Templo de Tepotzotlán, Estado de México, abrió las puertas de par en par para quien deseara escucharlos.

Leonel Durán, director del Museo Nacional de las Culturas, habló de la lucha de don Eusebio por fundar en el antiguo recinto de la calle de Moneda, Centro Histórico, un lugar destinado al conocimiento de otras civilizaciones. Esto, en los últimos meses de 1964, cuando sus salas lucían vacías por la salida de los acervos arqueológicos hacia el nuevo Museo Nacional de Antropología, en Chapultepec.

El antropólogo hizo hincapié en una frase que Eusebio Dávalos solía decir: “Si queremos tener una cabal idea de lo que somos, necesitamos establecer un parangón entre nuestra cultura y la de los otros pueblos”.

En su oportunidad, Luz del Carmen, una de las hijas de Eusebio Dávalos,  destacó que su padre formó parte de un grupo de hombres con orgullo nacional, sentimiento base para la construcción del México moderno, entre ellos: Manuel Gamio, Alfonso Caso, Daniel Cosío Villegas, David Alfaro Siqueiros, Blas Galindo, Salvador Novo y Diego Rivera.

El doctor José Enrique Villa Rivera, director general del IPN, fue el encargado de cerrar el homenaje a Eusebio Dávalos Hurtado con la presencia de familiares, amigos y colegas.

En su opinión, Dávalos Hurtado representó un hombre del Renacimiento pero datado en el siglo XX, y fue en el IPN donde descubrió y desarrolló en una primera instancia sus dos principales vocaciones: la medicina y la antropología, es por eso que “para los politécnicos del siglo XXI su figura se yergue como un ejemplo”, concluyó.

Exposición y libro conmemorativo

Como parte de este homenaje, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia —que este 2009 cumple 120 años y la cual lleva por nombre Eusebio Dávalos Hurtado— montó una exposición en la que destacan varias condecoraciones que recibió el médico y antropólogo por parte de los gobiernos francés, belga, alemán y holandés; sus títulos profesionales, así como la primera edición de su tesis profesional en la ENAH: La deformación craneana entre los tlatelolcas.

La muestra podrá visitarse durante dos meses en el 2º piso del Museo Nacional de Antropología (Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec).

Finalmente, el INAH editó el libro conmemorativo Eusebio Dávalos Hurtado: civilización, cultura y mexicanidad. 1909-2009, escrito por Luz del Carmen Dávalos Murillo.

Fuente: (INAH)

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