“El crimen del Hotel Palacio”, obra que aborda de manera tragicómica la realidad mexicana del agua mineral y el chile piquín

Nacional Manuel Herrera de Dramaturgia 2007 y aborda de manera tragicómica una realidad mexicana llena de agua mineral, manotazos y chile piquín, que se adentra a los sótanos de la justicia al puro estilo de los relatos policiacos.

López Brie –también ganador del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2005, convocado por el Centro Cultural Helénico y el Programa Cultural Tierra Adentro– nació en Argentina, pero ha radicado desde su infancia en México; estudió Historia en la UNAM y profesionalmente se ha desenvuelto como ilustrador, guionista, asistente de iluminación y vestuarista. Actualmente es miembro del programa Jóvenes creadores 2009, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Además de escribir el texto, el dramaturgo codirigió esta puesta que propone con mínimos elementos escenográficos, una larga plataforma con escalones que representan la entrada de un hotel de lujo y la banqueta exterior de éste, en la que se aprecia la silueta del cuerpo de Matilde Palacios, hija del dueño de una de las más importantes cadenas de hoteles de lujo en todo el país, quien fue arrojada desde un balcón del décimo piso del Hotel Palacio.

Durante una convención de comics que se realizaba en el inmueble, se dan cita un luchador enmascarado, una espía internacional, un ilusionista, una heroína de historietas, un luchador, un periodista y una mucama, quienes son los principales sospechosos de la muerte de la joven. Todos los involucrados son interrogados por Mico, investigador judicial, quien es ayudado por un amigo fotógrafo para resolver el caso.

Mico tiene que utilizar su intuición y conocimientos para resolver el acertijo que tiene enfrente, acostumbrado a sacar la verdad de los inculpados a través de algunos métodos poco ortodoxos, en esta ocasión recorre las habitaciones, busca pistas, lee su revista Más allá, y busca unificar todos sus pensamientos para llegar a la respuesta.

En la obra, los personajes tienen sobrenombres, nombres artísticos o simplemente se les menciona por su apellido: Mico, Colorado, El fósforo, Maestro Sol, Géminis, Tamara, Capitán centella, solamente una persona tiene nombre y apellido, que se repite constantemente: Matilde Palacios.

La corrupción, el influyentismo y las pesquisas entran en juego a cada paso de la investigación, que busca desentrañar el motivo de la muerte de la joven, quien juega el papel de objeto del deseo, de envidia y de repulsión para los diferentes sospechosos.

Matilde, una chica rica y despreocupada, es el crisol de todas las injusticias que ha realizado el emporio hotelero para adueñarse de tierras comunales y de pequeños propietarios para ostentar “puro lujo a lo pendejo”.

Con acertijos, pistas y personajes enigmáticos, Mico tiene que ser astuto, sigiloso y discreto para armar el rompecabezas que tiene enfrente, descubrir las motivaciones que cada uno de los involucrados tuvo para querer asesinar a la joven heredera y darse cuenta “que había motivos de sobra para matarla”.

Entre flashes y relámpagos, Miguel Ángel López, Arcibíades Zaldívar, Jorge Núñez, Viridiana Olvera, Paola García y Leonardo Cabrera, vestidos de color negro, esperan a los lados de la plataforma su turno de entrar a escena, se sientan y miran a sus compañeros adentrarse en un misterio que busca en las apariciones de ovnis en Tepalcates, y en el robo de pollos en una comunidad –que son utilizados para brujería y consejos amorosos–, algunas respuestas que ayuden a descubrir quién está detrás de la atroz muerte.

En el frío sótano del Teatro Carlos Lazo, en medio de sus enormes columnas, el público se acomoda a los lados de la angosta plataforma color gris, se interna por los oscuros terrenos del crimen y se une a Mico para descubrir entre las penumbras de la confusión quién es el asesino.

Gabriela Ochoa –autora y directora de Réplica con sombra y séquito– y Martín López Brie –autor de las obras Postales y Órfico Blues– codirigen el montaje que se estrenó en Querétaro, en el marco de la VI Muestra Nacional de la Joven Dramaturgia 2008.

Apoyado por la Coordinación Nacional de Teatro, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la UNAM y el Instituto Queretano para la Cultura y las Artes, el montaje también cuestiona varias ideas sobre a la impunidad, la injusticia, la negligencia y también a la fe.

El crimen del Hotel Palacio se presenta hasta el 4 de diciembre, todos los jueves y viernes a las 19:00 horas, en el sótano del Teatro Carlos Lazo, ubicado dentro de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, en Ciudad Universitaria.

UOG

Fuente: (CONACULTA)

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