Develación de placa y gala dancística en la magna celebración por los 50 años del Ballet de Amalia Hernández

50 bailarines mexicanos, la agrupación, que a lo largo de su historia ha conseguido más de 300 distinciones en su haber, convirtió la explanada del máximo recinto cultural del país en una verdadera fiesta a la que solo le hizo falta el pastel.

Con un repertorio centrado en la historia y costumbres mexicanas en la música y la danza, ofreció una extraordinaria velada dancística que le valió una memorable ovación de poco más de cuatro mil personas.

Mariachis, serpentinas, confeti y mucho baile sorprendieron a los presentes, quienes desde cualquier ángulo, en un perímetro de 100 metros, fueron testigos de una de las mejores presentaciones que ha tenido ese espacio cultural, a pesar de permanecer cerrada su sala de conciertos por remodelación.

Las fuentes ubicadas a los costados del recinto y las jardineras, así como los alrededores del recinto, fueron invadidos por decenas de personas.

Al pie de un Palacio de Bellas Artes que lució lleno de vida y color, producto de la iluminación a la que fue sometido anoche, el programa estuvo integrado por 10 danzas de distintos estados de la República.

Estas fueron “Los matachines”, “Guerrero-Guerrero”, “Revolución”, “Zafra en Tamaulipas”, “Fiesta en Tlacotalpan”, “Danza de los quetzales”, “Danzón y Jarana”, “La vida es juego”, “Danza del venado” y “Fiesta en Jalisco”.

Desde Sonora hasta Veracruz, pasando por Chihuahua, San Luis Potosí, Jalisco, Michoacán y la costa chica de Guerrero, los virtuosos del baile dejaron en claro las manifestaciones estéticas enraizadas del folclor nacional.

Diversas técnicas de la danza clásica y moderna, acompañadas de huapangos, sones jarochos, mariachi y música ritual, fueron transportadas al escenario a manera de espectáculo.

Catrinas, ángeles, demonios, brujas, negritos y hasta payasos fueron algunas de las botargas que también desfilaron sobre el gran templete montado.

La velada dancístico-musical concluyó con la presentación de cerca de 15 mariachis y un selecto grupo de bailarines con vestuario ad hoc, que al “Son de la negra” y “El jarabe tapatío” conquistaron a decenas de mujeres, que respondieron con el grito “Viva México! Y ­Viva Guadalajara!”.

En la recta final del show, la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio, develó una placa conmemorativa por las cinco décadas de la agrupación que durante su existencia ha realizado las coreografías para más de 70 grupos de ballet.

Durante la jornada, las compañías nacionales de Danza y de Danza Folklórica del INBA, el Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México, los ballet folclóricos de las universidades de Chihuahua y Veracruz, Contempodanza y Escuela Nacional de Danza Folklórica del INBA, se sumaron a la celebración.

Previo a la gala dancística, Vicencio inauguró en las salas Paul Westheim y Justino Fernández del recinto de mármol, la exposición “Ballet Folklórico de México. 50 años en Bellas Artes”, una muestra que repasa la vida artística de la agrupación.

Fotografías, premios, reconocimientos, vestuario, recortes de diarios y carteles, forman parte de esta muestra integrada por 170 piezas pertenecientes al acervo del Ballet Folklórico de México.

Al tomar la palabra, Teresa Vicencio calificó a Amalia Hernández como “Una de las personalidades más fuertes y fascinantes que ha tenido el medio artístico de México” y se refirió a su Ballet como una referencia ya obligada y una costumbre en la vida cultural de los habitantes de esta ciudad.

Acompañada por Norma López y Salvador López, directora artística y director general del ballet, indicó que los anhelos de Hernández estuvieron siempre marcados por el amor al arte y por la convicción de que el arte de nuestros antecesores debía y podía preservarse, enriquecerse y desplegarse.

Sobre el nacimiento del ballet, dijo que el propósito de Amalia fue proyectar a México y a todo el mundo, “El arte en movimiento que brinda una visión que va desde las culturas precolombinas, las influencias españolas en la época del virreinato, hasta la fuerza popular de los tiempos revolucionarios.

“No sólo celebra 50 años, alaba más de 110 giras internacionales, 250 funciones anuales, más de seis mil bailarines que lo han integrado y a 600 personas que integran actualmente la institución”, destacó.

El Ballet Folklórico de México, agregó, cuenta con 70 coreografías de danzas mexicanas y más de tres mil piezas de vestuario.

Apuntó que su éxito internacional obtenido tras 57 años de incansable labor artística, desde su fundación en 1952, se mantiene vigente, dejando en cada ciudad del mundo un fragmento de México a través de su folclor.
Fuente:(Notimex)

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