Integrantes de la Academia de Artes rinden homenaje a José Chávez Morado a 100 años de su nacimiento

colegiado que reúne a los creadores más distinguidos del país en el campo de la artes.

En este homenaje participaron los maestros Guillermo Arriaga, Jesús Martínez, Adolfo Mexiac y Carlos Blas Galindo, quienes destacaron las aportaciones de Chávez Morado en el terreno de la creación de instituciones educativas, del arte, así como su calidad humana de amigo y compañero. La sesión estuvo moderada por la académica Louise Noelle Gras.

El pintor y grabador Jesús Martínez contó cómo conoció a Chávez Morado cuando estudiaba en la Academia de San Carlos, en 1967. Además dio lectura a una entrevista que le hizo en su casa del barrio de Pastita, en Guanajuato, para la revista Plural, del que Martínez era colaborador permanente.

“Escribí ese texto en el que nos centramos especialmente en su labor de promotor y creador de museos. Pienso que este texto conserva cierto interés después de haber sido escrito hace tiempo (1994), y en él trato de reflejar parte de las múltiples actividades que José Chávez Morado realizó con mucho éxito”, dijo el artista.

Adolfo Mexiac, quien fue alumno de Chávez Morado en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, contó que en 1980, con motivo de la construcción del Palacio Legislativo de México en San Lázaro –encargado al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez–, Chávez Morado lo invitó a realizar un grabado monumental que estaría en el vestíbulo del recinto y que ocuparía unos 350 metros cuadrados.

El bailarían y coreógrafo Guillermo Arriaga también recordó los trabajos que realizó con Chávez Morado el en terreno de la danza, pues el artista plástico concibió varias de las escenografías que utilizó el Ballet Nacional de México.

Arriaga optó por crear un video en el que a través de fotografía y una narración con su propia voz, hizo un recorrido por los años de amistad y compañerismo con el artista guanajuatense que fue miembro de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) y del Taller de la Gráfica Popular (TGP).

El creador e investigador del arte Carlos Blas Galindo se refirió a la vasta producción artística de Chávez Morado, la cual consideró que se caracteriza por los elevados grados de coherencia con los que fue capaz de dotar a cada uno de los elementos de los que constan sus obras.

“Nuestro homenajeado supo asignar a cada rubro y a cada elemento en lo particular, un papel equilibrado dentro del contexto específico de cada obra y dentro del marco general de la totalidad de su vasta producción”, señaló.

Blas Galindo recordó que la Academia de Artes resguarda un total de 37 obras gráficas de Chávez Morado, de las cuales, con motivo del homenaje, fueron mostradas tres en el Museo Nacional de San Carlos: Los tres danzantes (1939); Segunda piel (1985) y Mujer lavando (1950).

“En sus obras rezuma la destreza que fue capaz de cultivar a cada momento, así como se hace evidente la determinación y audacia que le caracterizaron para proponer soluciones plenas de originalidad. Y sobresale ese gusto tan suyo por cuidar al extremo tanto los detalles como las soluciones generales.

“Si su estilística individual es reconocible; si consiguió una versión propia de los nacionalismos, esto se debió tanto al rigor como a la sinceridad con que procedió, al hecho de que no fue concesivo ni aun cuando realizó encargos gubernamentales precisos. Es por ello que la obra de José Chávez Morado continúa y continuará captando y manteniendo la atención de los públicos”, concluyó Carlos Blas Galindo.

MAC

Fuente: (CONACULTA)

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