Museo Nacional de Antropología revela los secretos de su historia

Antropología (MNA) celebra el 45 aniversario de la inauguración de su actual sede, con una exposición que muestra su pasado y su presente.

Enclavado en el corredor de museos creado en el histórico Bosque de Chapultepec en 1964, el MNA fue resultado de una labor de dimensiones épicas –realizada en tan solo 19 meses–, encabezada por el entonces secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet y el arquitecto Pedro Ramírez, para albergar el acervo arqueológico y etnográfico más importante del país.

La muestra Museo Nacional de Antropología. 1964-2009. El pasado y el presente en tus manos, inaugurada por el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio y la presidenta de Conaculta, Consuelo Sáizar, en la Sala de Exposiciones Temporales, documenta su casi medio siglo de historia, a través de 70 fotografías, algunas obras originales, textos de la época y tres videos.

A través de este conjunto de materiales, se podrá conocer cómo fue el proceso de diseño y construcción del recinto, la visión de quien lo hizo, los grandes hombres que intervinieron y, sobre todo, constituye un homenaje al equipo de trabajadores que hizo posible la culminación del proyecto y también a quienes lo han consolidado hasta el presente.

Las piezas proceden de tres fuentes: en primera instancia, el acervo que el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez ha reunido desde la fundación del MNA; el segundo, el acervo histórico del propio museo y el tercero, lo constituyen las fotografías de Armando Salas Portugal, cuyas imágenes de Uxmal permiten ver cómo el diseño del MNA fue realizado a partir del Cuadrángulo de las Monjas, es una recreación de la estética y la noción del espacio mesoamericano.

El origen del MNA se remonta a 1825, con la fundación del Museo Nacional de México, ubicado en la sede de la Real y Pontificia Universidad de México; posteriormente, en 1866, se trasladó a la calle de Moneda con el nombre de Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia. En 1909 dejó de albergar las colecciones de historia natural, por lo que fue rebautizado como Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía.

En 1939, al integrarse al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y con la creación del Museo Nacional de Historia (Castillo de Chapultepec), adquirió su denominación actual como Museo Nacional de Antropología.

Todos los pormenores se pueden conocer durante el recorrido: sus orígenes, su planeación y construcción, el concepto que animó su principal impulsor, el escritor Jaime Torres Bodet, los importantes personajes que participaron en las diferentes tareas que involucró su creación, las importantes obras plásticas incorporadas a la arquitectura y a sus creadores, entre muchas otras cosas.

Entre las imágenes que se exhiben, destaca la que recrea una reunión de trabajo de los asesores científicos y el consejo ejecutivo, en la que participaron Ignacio Bernal, Luis Aveleyra, Pedro Ramírez Vázquez, Ignacio Marquina y Ricardo Robina; los planos, con los que México participó en la Bienal Internacional de Arquitectura en 1965; el proceso museográfico.

También se exhiben fotografías de los artistas plásticos que contribuyeron con su obra, a enriquecer los contenidos del MNA: José Chávez Morado, Carlos Mérida, Nicolás Moreno, Rufino Tamayo, Pablo O’Higins, Mathias Goeritz y Luis Covarrubias, entre muchos otros.

Cabe recordar que la iniciativa que derivó en la creación del MNA fue de Zita Basich, directora del Departamento de Códices del Museo que hasta entonces tenía su asiento en la calle de Moneda. Fue ella, quien invitó al presidente Adolfo López Mateos, a Jaime Torres Bodet, al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y a un grupo de intelectuales de la época, a hacer un recorrido por el antiguo edificio, para evidenciar la necesidad de construir un recinto ex profeso para los tesoros arqueológicos ahí reunidos.

Ese hecho, se unió a la visión de Jaime Torres Bodet, quien lo conceptualizó como una extensión de las aulas, como un gran templo del saber, íntimamente vinculado con los programas educativos instrumentados por la SEP.

Hoy, a 45 años de distancia, el Museo Nacional de Antropología mantiene vigente su inalterable vínculo con los programas educativos, para lo que ha incorporado las nuevas tecnologías; además, de haberse constituido ya en espacio de convivencia familiar.

Para 2011 se pondrá en marcha un programa de extensión del MNA, en el que las nuevas tecnologías jugarán un papel fundamental, al igual que el uso de páginas electrónicas con información profunda y detallada de las colecciones, pantallas multimedia y renovación de cédulas.

AMS

Fuente: (INAH)

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