Resguardan bajo “siete llaves” Manto Blanco de Paracas, joya de la cultura milenaria peruana

país sudamericano, sostuvieron hoy expertos.

El manto está bajo la curaduría del director del Museo de Arqueología y Antropología (MAA), Carlos del Aguila, quien señaló a Notimex que el objeto reviste una gran importancia para las futuras generaciones porque podrán conocer la riqueza de esta nación.

El telar fue encontrado por Julio C. Tello en una de sus expediciones a la ciudad peruana de Pisco, entre 1913 y 1919, y en él se observa una sofisticada técnica textil, apuntó Del Aguila.

Para su confección fue utilizado un tejido del tipo “llano 1×1”, con bordes decorativos y flecos perimetrales, hecho en base de algodón y que ahora forma parte de la riqueza del MAA de la Universidad Mayor, la cual fue fundada en 1919.

El esplendor de esta pieza, sin embargo, sólo ha sido observado por unos pocos peruanos, quienes están impedidos de fotografiarla para evitar que los rayos de luz la afecten y decoloren.

“Es una joya hermosísima, de puntada atrás, en la que se utilizan hilos de colores previamente teñidos”, precisó a Notimex la experta paraguaya Claudia González.

Acotó que el Manto Blanco de Paracas tiene un área decorada en su parte estructural con diseños de personajes que portan cabezas trofeo o varas en las manos, que están dispuestas en forma alternada a fin de mantener una simetría horizontal, vertical y diagonal.

Los diseos del borde presentan los mismos personajes, pero su disposición es de forma alineada y continua.

En el manto, cuyas dimensiones son 2.75 metros de largo por 1.40 de ancho, hay ocho personajes que se repiten con diferente atuendo en todo el área decorada.

Paracas es un vocablo quechua que nombra a los vientos huracanados que acarrean arena y que evoca, según los expertos, “a dos símbolos de lo único y bello”: la península de Paracas y los inigualados mantos.

La cultura Paracas se desarrolló en los valles costeros del sur del Perú, desde Chincha hasta Nazca, entre el año 800 a.C. hasta el 150 d.C.

El Museo de Arqueología y Antropología acotó que, además del manto, cuentan con otras riquezas arqueológicas que, tras años de enclaustramiento precario, ahora son accesibles en espacios especialmente acondicionados para su correcta conservación.

Fuente:  (Notimex)

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