Mauricio Tenorio, propone una forma inteligente de abordar la celebración de nuestros centenarios

conmemoración del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución Mexicana. Este libro abre dicha serie, que hasta donde sé constará de doce títulos.

Tenorio Trillo es un joven historiador mexicano, nacido en La Piedad, Michoacán, en 1962, con doctorado en Historia por la Universidad de Stanford y profesor en la Universidad de Chicago y profesor asociado en el CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas). Cuenta con una abundante hemerografía y una sólida e interesante trayectoria como autor de libros de su materia. Con éste, debido a su oportunidad, su trabajo será más conocido por los lectores no especializados en temas históricos.

Bien, además de la portada atractiva, pero falaz del contenido del libro –“Sín título”, un charro nacionalista andrógino, lloroso, de Julio Galán; muy poco relacionado con los textos de Tenorio, creo–, tenemos una reunión de ensayos interesantes, lúcidos y propositivos, en los que el historiador reflexiona sobre diversos tópicos, esencialmente, me parece, sobre un nuevo modo de estudiar –¿entender, repensar, conocer, memorizar, olvidar…?– la historia y la común, entreverada, de México y Estados Unidos.

Dividido en cinco apartados –De la historia, Del celebrar, De la historia patria, De “México” y sus hacedores y Del más allá al más acá–, “Historia y celebración” es un ensayo largo que incita, acaso con dos temas y sus variaciones, a repensar la historia, a más que a reinterpretarla, a “reinventarla”, a practicar el olvido y trazar una nueva memoria, a practicar la imaginación histórica, a plantear más dudas que a repetir “certezas”. Un libro, pues, que celebra la investigación, la preparación académica, la imaginación histórica a partir de un motivo doble: qué ya no es México y dónde está hoy, aquí y ahora.

En “De la historia”, Tenorio Trillo recopila 28 “leyes de la historia” que le permiten ejercer su estilo lúdico, irónico y dado a la paradoja y, a la vez, reflexionar sobre ciertos sucesos o repeticiones históricos. De hecho, es un apartado que exige un tanto al lector y lo desconcierta, pues no encuentra lo que le anuncia el título del libro. Si en lugar del principio se ubicara al final del libro, quizás podría disfrutarse más.

“Del celebrar” es el apartado esencial y sustancial del libro respecto de su título y de lo que ahora –o desde hace meses– está en boga y hasta en los letreros de muchas carreteras del país: la celebración de los centenarios nacionales históricos más señeros. Sin haber sido pensado y escrito ex profeso para esta parafernalia conmemorativa, sí se sitúa en el tema de la celebración de estas fechas, con énfasis en la Revolución. Nuevamente, y desde su posición de investigador y profesor de Primer Mundo, Tenorio Trillo propone superar el rollo ese trillado de “Historia para qué”, del “quiénes somos”, a fin de concentrarnos en el sin qué, dada la ineluctabilidad y la necesidad de la historia, y en el dónde estamos. Un asunto complejo y polémico, pero, a pesar de que no logro comprender la oposición o dialéctica entre el qué somos y el dónde estamos históricos, es de apreciarse su ejercicio pragmático de buscar otras opciones, de abandonar el discurso agotado y señalar los lastres que hacen de México algo bicentenario en sí mismo: un desfasado antigringuismo, las transas políticas que han impedido el tránsito a la democracia y la monstruosa y lacerante desigualdad económica, entre otros.

“De la historia patria” es otro apartado para sacudir el estereotipo de México y el saco de los héroes y villanos nacionales, en el que, a cada sacudida, unos y otros pueden intercambiar sitial sin dificultad ni menoscabo de sus méritos o canalladas. Además, es una muestra del peso del quehacer histórico y sus veleidades en la posteridad.

En “De ‘México’ y sus hacedores”, Tenorio Trillo acomete sin temor el análisis o el desmenuzamiento de una de esas ideas colectivas o falacias que tenemos por verdades o mitos nacionales históricos: la grandeza de nuestro país, de sus culturas originarias, de sus héroes… Interesante y revelador, sin adarme de reverenciar, señala una faceta más de Octavio Paz: creador de una idea de “México”, es decir, una imagen para el turismo o el extranjero. Claro, no deja de mencionar que ha sido una lectura incompleta o maniquea de Paz, sobre todo en Estados Unidos.

“Del más allá al más acá” incluye ensayos sobre su visión de lo que debe ser la relación de México con otros países próximos geográficamente al nuestro, especialmente con Estados Unidos, sin dejar de lado a Canadá y a Guatemala, incluso a toda Centroamérica. Una postura valiente, honesta y que valdría la pena incluir en la agenda bilateral y, sobre todo, en la mente de muchos –¿cómo nombrarlos: compatriotas, paisanos, carnales…?– mexicanos.

“Historia y celebración”, de Mauricio Tenorio Trillo, es un intento de ver o aproximarse a la historia –y también a la mexicana– con otra perspectiva, o quizás sin los prejuicios de siempre o sin los puntos de vista anquilosados de costumbre, teniendo en mente la posibilidad de que la historia sirva para construir un mejor presente, alejada o curada de nociones tales como nacionalidad, identidad, ¿lengua?… Un libro, más que polémico, para reflexionar, para mirar al pasado sin nostalgia ni temor, para imaginarnos un presente asequible y favorable para la mayoría. Aunque nos quedemos sin héroes ni quimeras, como asume su propio reto el autor. ¿Y luego: con qué nos quedamos? No sé, no me quedó claro. Sin embargo, un texto provocador, inteligente, sustancioso, con ideas, como quiere Tenorio Trillo que se celebre el 2010. Entonces… veremos, dijo un ciego.

Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com

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