que les dio un lugar privilegiado en los ochenta.
Ese viaje al pasado ocurrió el fin de semana en el Teatro de la Danza, cuando el Ballet Moderno de México/La Bestias, ofreció un programa donde la estrella principal fue la coreografía ¿Y ahora qué?, que resultara la ganadora del Premio Nacional de Danza INBA-UAM en 1989.
Después de 20 años de no interpretarla, Rodolfo y Saúl Maya, así como Paola Aguirre, lograron fusionar sus recuerdos y talentos para traer la esencia de una pieza cargada de pasión escénica. El recinto del Centro Cultural del Bosque vibró con la narración dancística de un triángulo amoroso creada por el propio Rodolfo Maya.
Ese conflicto amoroso entre una mujer y dos hombres planteada por el coreógrafo renació en el presente con la misma intensidad que en el pasado. Los intérpretes llegaron al clímax dancístico para representar aquellas pasiones, conflictos e incertidumbres que acongojan a los involucrados en una relación tormentosa.
Sin más escenografía que un quinqué y una silla, los bailarines explotaron una pasional historia a través de movimientos que iban desde lo más intensos y profundos, hasta los más delicados y sutiles. Todos, cobijados por la excepcional música de Klaus Schulze.
Los ejecutantes parecían peces en el agua. Cada gesto, cada paso, proyectaba gozo en cada uno. Y es que reponer esta pieza después de tantos años fue como rendirse un homenaje a ellos mismos como intérpretes, pero también un tributo a sus cuerpos, a su evolución como bailarines, a una historia que sigue vigente en las relaciones humanas.
Esos escasos 15 minutos de ¿Y ahora qué? fueron suficientes para cautivar al público que se dio cita en el Teatro de la Danza, especialmente a los jóvenes que estudian este arte, quienes acudieron ansioso para ver la propuesta de un grupo que es referente obligado en el contexto histórico de la danza contemporánea en nuestro país.
Luego, el Ballet Moderno de México/Las Bestias interpretó otras piezas que reflejan su versatilidad estética, misma que le ha dado al grupo una madurez dancística. Primero fueron dos pequeñas coreografías de Roberto Robles tituladas Tres poemas de amor y una canción así como Evanidaria, donde la preparación integral de los bailarines quedó más que demostrada con magistrales ejecuciones de estas dos propuestas sobre las relaciones humanas.
Sin embargo, otra de las estrellas de la noche fue su más reciente producción: Panta Rei ¡¡¡Todo fluye!!!, que muestra los nuevos intereses coreográficos de la compañía, apegados más a la exploración y experimentación.
Dicha obra nace inspirada en una afirmación que hiciera el filósofo griego Heráclito de Eféso (544 a.C.-484 d.C.) basada en la tesis del flujo universal de los seres. Tal postura inspiró a los coreógrafos Maya a crear un espectáculo multidisciplinario que destaca los cambios constantes de la vida.
Los integrantes del ballet lograron una dinámica ejecución de donde se desprendieron varias metamorfosis que reflejaron los diversos temperamentos presentes en la vida. Todo respaldado por la interpretación musical en vivo de Eduardo González.
Así, después de casi dos horas de espectáculo, el Ballet Moderno de México/Las Bestias, confirmó una vez más por qué es una de las agrupaciones más importantes de nuestro país.
GJB
Fuente: (CONACULTA)
