Personajes como Fray Servando o la “Güera” Rodríguez narran la primera insurrección independentista

Zócalo, qué extraño nombre”, antes de recordar que por ahí se ubicaba el gran mercado de El Parián y abordar un nostálgico tranvía que guiará por algunos calles de “eso que llaman Centro Histórico”.

Ya instalado como guía y, micrófono en vano, Servando no sólo recordará que sus huesos viajaron exhibiéndose por varios lugares del orbe, sino también que la Plaza de Santo Domingo, “una de las mejor diseñadas del mundo”, era el centro de aquella urbe colonial en la que el “Claustro Mayor de los Dominicos es ahora una cantina”; que en la antigua calle de las damas (hoy Allende) se ubicaba la Capilla de Nuestra Señora de la Caridad y que en la actual República de Uruguay (antes Ortega) vivió por un tiempo el “caraqueño Simón Bolívar, hoy el nombre de una avenida que casi cruza la ciudad”.  

Poco después Fray Servando llegará al histórico Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento (en la plancha del Zócalo) para encontrarse con viejos amigos suyos: Alexander von Humboldt, Gabriel de Yermo, la mítica Güera Rodríguez, Leona Vicario y Fray Melchor de Talamantes. Entre todos recordarán la epopeya del primer levantamiento de los mexicanos contra la Corona Española, impulsada por Francisco Primo de Verdad y Ramos, en junio de 1808, cuando la más completa oscuridad anunciaba que ya el amanecer tocaba la puerta.

Toda esta historia de historias, contada por personajes ilustres –que adquiere una dimensión distinta en este mes patrio y en vísperas del Bicentenario de la Independencia mexicana– forma parte del Paseo cultural Albores de la Libertad Mexicana, organizado por la Coordinación de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura.  

Se trata de un espectáculo que transporta al público a la época del siglo XIX, el cual inicia a bordo de los ya famosos tranvías tradicionales del Centro Histórico que son conducidos por personajes emblemáticos. Éstos luego guían a los asistentes por el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y el Salón de Cabildos que ahí se ubica.

Ya en el Salón de Cabildos –recinto sumamente interesante por las pinturas de virreyes que se encuentran en su antesala, su hermosa sillería colonial, su enorme mural en el techo y los grandes cuadros de Miguel Hidalgo, José María Morelos y Vicente Guerrero– los personajes históricos (caracterizados por excelentes actores) invitan al público a escuchar la proclama libertaria de Primo de Verdad.

Hay que recordar que en junio de 1808 llegaron a México las noticias procedentes de España sobre el motín de Aranjuez y las abdicaciones de Bayona, consecuencia de las Guerras Napoleónicas: la colonia se queda sin rey por el cautiverio de la familia real, y el licenciado Verdad propone al virrey José de Iturrigaray que convoque a los ayuntamientos de la Nueva España, para formar un gobierno provisional basado en el pueblo, con el argumento de que a falta del monarca, “la soberanía vuelve al pueblo”. Esto resulta del rescate, por parte de los criollos, de la antigua legislación española en la que se hacía constar que en ausencia de la cabeza del Estado, la soberanía regresaría al pueblo.

Sin embargo, tras la restauración de la familia real en España, Gabriel de Yermo (rico comerciante de Bilbao que colaboró con la revuelta) hace caer a Iturrigaray, e impone a Pedro Garibay como virrey, militar de más de 80 años, fácil de manipular. Verdad es encerrado en las celdas del arzobispado de México, y amanece muerto el 4 de octubre de 1808. Se le encuentra ahorcado, pero se supone que fue envenenado.

Toda esta épica es contada por los personajes ante un creciente interés del público, en una amena narración en la que no faltan historias alternas como la heroicidad de Gertrudis Bocanegra, la natural de Pátzcuaro, quien colaboró con los insurgentes y prefirió morir antes que delatar a sus compañeros. 

El montaje histórico culmina con las arengas de libertad del cura Miguel Hidalgo bajando las escaleras –con todo y estandarte guadalupano– del imponente Antiguo Palacio del Ayuntamiento (hoy sede del Gobierno del Distrito Federal, en el lado sur del Zócalo capitalino).

El Paseo cultural Albores de la Libertad Mexicana, que tiene una duración total de 90 minutos, comienza en la Plaza del Empedradillo (a un costado de la Catedral Metropolitana, del lado del Monte de Piedad), donde se aborda el tranvía tradicional. El espectáculo se realizará los viernes 11, 18 y 25, y los sábados 12, 19 y 26 de septiembre, a partir de las 20:00 horas. Costo: adultos $250, estudiantes, maestros y tercera edad $200, y niños $150, previa reservación al teléfono 5491 1615 ( paseosculturales@hotmail.comEsta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla ).  

Fuente: (cultura.df.gob.mx)

 

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