“Ñundeui, Al pie del cielo”, obra de arte que es a la vez poema visual y memoria histórica

Se presentó el extraordinario
 volumen que muestra
a la mujer y al paradisiaco
entorno que existía hace
casi cuatro décadas en la
Mixteca baja de Oaxaca
Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 22 de agosto de 2009.- (CONACULTA) Como una auténtica obra de arte, un poema visual en el que concurren pictografías, poemas y fotografías, pero que además constituye una memoria histórica del pasado reciente de la cultura mixteca, definieron el escritor Carlos Montemayor y el profesor de lengua náhuatl y doctor en Letras de origen francés Patrick Johansson, el libro Ñundeui, Al pie del cielo, del fotógrafo alemán Mario Mutschlechner.

        Acompañados por Jesús Hernández Garibay, Xilonen Luna y el autor, Johansson y Montemayor participaron en la presentación de este volumen editado por la Dirección General de Culturas Populares de Conaculta, que muestra a la mujer y al paradisiaco entorno de hace casi cuatro décadas en la Mixteca baja de Oaxaca, esplendor hoy devastado por el impacto globalizador.

        Se trata de una compilación fotográfica de la década de 1960, acompañada por 26 ilustraciones procedentes de códices prehispánicos, además de ocho poemas y 11 versos de autores contemporáneos y antiguos de México, como Nezahualcóyotl, Tochihuitzin Coyolchiuhqui, Miguel León-Portilla y Patrick Johansson, quien también es autor del prólogo.

        En su intervención, Patrick Johansson calificó al libro como un poema visual y a las fotografías que lo integran como versos. Y destacó que a diferencia de muchas otras fotografías que destacan lo pintoresco, la pobreza o la humildad de los indígenas, las de Mutschlechner (nació a finales de la Segunda Guerra Mundial en Bonn, Alemania, y llegó a México en 1967) captan la esencia, en este caso, de la mujer mixteca.

        “Veo en sus fotografías lo cristalino, la transparencia, lo limpio, lo inocencia y la espontaneidad de la mujer mixteca, unida a los valores de la naturaleza Esta conjunción de elementos no sólo revelan un aspecto muy profundo de su ser, sino que nos muestra el andar del mundo mixteco a través de sus ellas”, expresó.

        En opinión de Johansson, la primera parte de Ñundeui, Al pie del cielo, pone de manifiesto la interioridad a través de elementos domésticos que anuncian lo que será después el cuerpo de la mujer mixteca. Luego, llega la naturaleza para combinarse con la mujer que es expresión de vida, del eros, de la transparencia y la pureza.

        Más adelante, dijo, cesa el andar y llega la muerte. Y la mujer ba viva, jovial, pura, con el pecho desnudo, se cubre. “Porque la muerte amortaja al ser y vemos como ellas se envuelven, aparecen los elementos de la muerte, cruces y tumbas; entonces, todos los elementos fotográficos se enfocan en dar una idea de lo que la muerte significa para el mundo indígena mixteco y para la mujer en particular. Al final, queda la incertidumbre de hacia dónde vamos después de la muerte y Mario lo soluciona con una fotografía de los manglares acompañados por unos hermosos ojos femeninos”.

        Otro aspecto que Johansson destacó, es lo que llamó el contrapunto verbal y pictográfico frente a las fotografías, que en conjunto remiten a la esencia indígena.

        Indicó que las pictografías provienen de códices cercanos a la mixteca; hay poemas del siglo XVI, de autores anónimos, de Nezahualcóyotl, de Miguel León Portilla y otros míos, que se integran con las imágenes y crean una sinergia, una sinestesia, para revelar la esencia de la mujer mixteca.

        “Es una manera muy original y nueva de acceder al mundo indígena, cuando el fotógrafo logra con ese ojo-pincel dibujar, tocar el instante mismo, se habla mucho de ellos y de algo que ya no va a regresar. Entonces, adquiere un valor que traspasa lo poético y alcanza lo histórico”, concluyó.

        Carlos Montemayor consideró poco usual encontrar esta concurrencia de elementos que logren una unidad como libro. Por esa razón, aseguró que se trata de una verdadera obra de arte en todas sus páginas y rincones, pero también una memoria histórica. “Es un libro que trata de convencernos de que la poesía del pasado y la de hoy, deben reunirse en un presente que contempla a través de un arte fotográfico excelente, un pasado reciente que se desvanece como agua entre las manos”.

        Para el escritor y académico de la lengua chihuahuense, en las fotografías de Mario Mutschlechner hay una búsqueda de paz y pureza que abarca los ríos, las peñas y la mujer. Hablamos de una pureza y una paz que tiene que ver con una imagen del cuerpo humano, con la naturalidad del cuerpo humano vinculado con una escena geográfica, con la selva, con los ríos y el agua. si no fueran fotografías de tanta calidad, diríamos que implica un esfuerzo retórico por decir miren cuanta pureza, pero la vemos ahí con toda naturalidad”.

        Para cerrar su participación, Carlos Montemayor puso de relieve la tradición europea a la que pertenece Mutschlechner: “una tradición que no muere y que postula que lo más poderoso de México, lo más poderoso que corre en el torrente de nuestras venas, está vinculado con las culturas originarias de estos territorios a las que no hemos logrado vencer, aniquilar y que nos siguen enriqueciendo desde lo más profundo y remoto de nuestra ceguera intelectual”.

AMS

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